Aunque no coinciden en fechas en los diferentes grakines de Pangea, muchos de ellos celebran lo que se conoce como la Fiesta de la Druma que recuerda la primera noche en la que los habitantes del grakin se establecieron en ese lugar. No es exactamente un recuerdo del aniversario del asentamiento, sino más bien de la intención de asentarse en ese lugar. Las empalizadas, las casas, los fosos, todo eso vendría después, pero para las gentes del lugar, el momento de la decisión es más importante que el hecho de asentarse en sí mismo. Algunos grakines tienen historias de jóvenes que eligen el lugar, pero no vuelven y fundan el grakin hasta muchos años después, cuando se han ganado un nombre y un cierto número de personas están dispuestos a acompañarles en su aventura.
Durante la fiesta de la druma, los habitantes recolectan frutos, frescos o secos, y salan pescado o carne. Además, los jefes de la familia suelen acercarse a la fiesta con bebidas fermentadas que muchos llevan preparando desde el año anterior. Hay cierta competencia por ver quién lleva el mejor fermento.
Al principio de la velada, los chamanes cuentan historias sobre la fundación del grakin y asombran a los más jóvenes con sus profundos conocimientos. Es ese momento cuando se comparten los frutos y las bebidas más ligeras. Los jóvenes casaderos pueden, aunque esto depende del grakin, realizar después diversas proezas para llamar la atención del otro sexo: bailes rápidos y atrevidos, danzas de caza o entrega de obsequios. La fiesta de la druma es un buen momento para encontrar a la pareja que te acompañará el resto de la vida (si la monogamia es parte de tu naturaleza).
Finalmente, los jóvenes se retiran y se quedan junto al fuego, por la noche, los adultos. Ahí es cuando empieza a correr los licores fuertes acompañados de la carne o el pescado en salazón. Y cuando aparecen las historias más atrevidas, los recuerdos de batallas y de cacerías. La velada suele durar mientras el cuerpo aguante que suele aguantar menos que la cantidad de alcohol disponible.
Durante la Fiesta de la Druma un grakin está muy desvalido ya que pocos permanecen vigilando durante los festejos. Los chamanes suelen rodear el grakin de maldiciones y aquellos que pretendan aprovecharse de su debilidad, suelen llevarse una dolorosa sorpresa. Cuentan las leyendas que, en una ocasión, un grupo de forajidos pretendió atacar un grakin medwan la noche de la fiesta de la druma y que antes de llegar al asentamiento un grupo de osos se les enfrentó y destruyó, los habitantes del grakin descubrieron la carnicería a la mañana siguiente (casi por la tarde porque les costó lo suyo superar la resaca).