Exo – Negocios a ostia limpia (aventura)

Autor: Sergio Jurado

Inspirada por la aventura ‘Wolf Sport’, de Philip Atans, aparecida en la Challege #58.

Bienvenidos a Cántico

Situado en el sector Kasir, a menos de cincuenta años luz de la ruta de Bevuca (un ramal secundario de la Ruta Thalamir), el planeta Cántico (R= T= G+) es un mundo recientemente anexionado a la RFP. Fue colonizado por puritanos pertenecientes al culto Canticano, una religión conservadora y bastante extremista que ha desaparecido en el resto de la galaxia.

Hace novecientos años, cientos de millones de canticanos se exiliaron voluntariamente de sus planetas de origen (cuya sociedad consideraban corrupta) para fundar una colonia propia: Cántico. Durante ocho siglos, los canticanos permanecieron al margen de la sociedad y política galácticas, manteniendo esporádicos contactos con algunos contrabandistas y mercantes independientes (que les abastecían de tecnología refepera). Por supuesto, durante todo ese tiempo la RFP sabía que estaban por ahí, pero en realidad no había motivo alguno para ir a su planeta. La mayor parte del tiempo la RFP estuvo centrada en su guerra contra los verrianos y tenía otras cosas más importantes de las que preocuparse que una colonia ilegal, aunque fuera una tan próspera y populosa como Cántico.

De todos modos, la situación se normalizó por sí sola. Finalmente, un gobierno de corte progresista solicitó el ingreso de Cántico en la República, el cual, por supuesto, les fue concedido de buen grado. A cambio, los canticanos contribuyeron al esfuerzo bélico durante las últimas décadas de la guerra, enviando al frente de batalla un cuerpo de ejército que se destacó por su valor durante la sangrienta batalla de G’slic, en la que los canticanos llegaron a luchar cuerpo a cuerpo contra las temidas tropas xenfer.

Hoy en día Cántico es una oligarquía. El gobierno está presidido por un Gobierno nombrado y dirigido por el Primer Ministro, elegido por y entre los miembros de la «Cámara de los Quinientos» (también conocida como «C500»), una asamblea legislativa formada por los líderes de las principales familias aristocráticas. Sin embargo, la ‘Iglesia del Cántico’, la religión oficial del planeta, ejerce una notable influencia sobre las decisiones del Gobierno y la Cámara. La mayoría de los canticanos son fervientes creyentes y, aunque teóricamente existe libertad de culto, está mal visto que un canticano no siga fielmente los preceptos religiosos oficiales.

Así, la sociedad canticana está dominada por «los Quinientos», los «Príncipes» que lideran a los poderosos linajes que monopolizan el poder político y económico y que conforman la élite social local. Por debajo de ellos, sus parientes más o menos cercanos forman el resto de la «clase alta», ricos y acomodados en la medida de la riqueza de su casa. Un peldaño por debajo se encuentran los individuos al servicio de las casas, divididos en complejas jerarquías internas en función de sus méritos (en los niveles intermedios la sociedad canticana es profundamente meritocrática). Finalmente, pese a que en Cántico no existe la esclavitud, en la práctica los ciudadanos que no se encuentran al servicio de una casa carecen de derechos efectivos.

Como particularidad local hay que señalar que la profesión de «abogado», entendida como profesional liberal del Derecho, no existe en Cántico. Los individuos con problemas legales son representados por el gabinete jurídico de su casa o bien defenderse a sí mismos o sus intereses.

Económicamente, Cántico es el clásico planeta emergente en pleno proceso de industrialización. Poco a poco la agricultura y la ganadería típicas de la era del aislamiento han ido dejando paso a las fábricas y empresas manufactureras, a medida que la economía planetaria abandona el sector primario para centrarse en el secundario. En las últimas décadas esto lo ha convertido en un popular punto de destino para muchas naves de mercantes independientes.

Cántico es un planeta de rotación muy lenta: cada día dura 60 horas, divididas en cinco jornadas de trabajo de seis horas cada una (denominadas 1ª jornada, 2ª jornada, 3ª jornada, etc.). Las cinco jornadas se separan entre sí por sendassiestas de seis horas (1ª siesta, 2ª siesta, 3ª siesta, etc.), durante las cuales está estrictamente prohibido trabajar bajo penas muy severas (la siesta como tiempo dedicado al ejercicio físico y la comunión con la deidad forma parte de la liturgia canticana).

La inmensa mayoría de canticanos son humanos en todas sus variantes raciales. Sin embargo, como parte de su credo religioso se basa en un desmedido «culto al cuerpo» (la religión canticana considera el cuerpo físico de las personas una manifestación de la deidad monoteísta a la que veneran), la mayoría tiene una apariencia muy atractiva. Para un canticano todo vale con tal de alcanzar la perfección física: ejercicio y entrenamiento, consumo de drogas y todo tipo que sustancias químicas que aumentan la musculatura y/o queman grasas, uso extensivo de cosméticos y prótesis, cirugía estética, ropa a la última moda, etc. No es de extrañar que la mayoría de los canticanos sean realmente seductores y llamen bastante la atención de los foráneos. Lamentablemente, también suelen ser arrogantes, presumidos y pomposos. Se consideran a sí mismos «humanos perfeccionados» y miran con desdén a cualquiera que no cuide su aspecto físico tanto como ellos. Si a esto le unimos el hecho de que la eugenesia y la reproducción basada en criterios meramente genéticos también forma parte de su dogma religioso, no es de extrañar que los visitantes suelan decir, no sin resquemor, que los canticanos «solo follan entre ellos» (lo que no es cierto, pero la mayoría de la gente no «está a su altura»).

Comenzando…

Y a este bonito rincón de la galaxia han llegado los PJ con una carga deostias, un molusco bivalvo muy apreciado por los canticanos debido a sus propiedades afrodisiacas. Lo malo es que se trata de un alimento que no puede ser criado fuera de su planeta natal (debido a las especiales particularidades de sus aguas) y que, una vez fuera del mar, pierde sus propiedades muy rápidamente. Por este motivo la velocidad en su transporte resulta crucial ya que si son congeladas «ya no son lo mismo». Por cierto, en cuanto comienzan a estropearse desprenden un hedor insoportable.

Los PJ llevan día y medio (de los de sesenta horas) esperando a que su cliente, el Emporio Comercial Windsor S.L., se digne recoger la carga y pagarles el flete. Los PJ nunca antes habían trabajado con el Emporio Windsor y, comprensiblemente, están de un humor de perros ya que, cada hora que pasa, es más y más tiempo y dinero que ellos pierden (les están esperando en otro planeta para otro trabajo y, si se retrasan demasiado, seguramente se lo darán a otros). Como única explicación por el retraso, su contacto en el planeta, un tal Ores Tyee, les ha dicho que sus superiores aún no han autorizado la operación de pago. Ores Tyee es el representante comercial del Emporio (y la persona con la que han tratado hasta ahora).

Finalmente, reciben un mensaje de Ores Tyee. Éste les comunica que «un superior» (no especificará nada más) va a acercarse al astropuerto a primera hora tras la próxima siesta, a revisar personalmente el estado de la carga.

La visita se retrasará más de cuatro horas sobre lo previsto, sin que nadie se moleste en avisarles del motivo. Finalmente, Tyee aparecerá acompañado de su jefe, un hombre de casi dos metros de altura, cuerpo de culturista, pelo rubio y dientes inmaculadamente blancos (yo me lo imagino como un Dolph Ludgren avejentado). Esto no es de extrañar, ya que todos los canticanos pasan la mayor parte de su tiempo libre levantando pesas (como hemos dicho, la práctica compulsiva de la musculación forma parte de los ritos religiosos canticanos), así que muchos de ellos gozan de una pétrea figura modelada durante horas y horas de gimnasio. El hombre viste con ropa ajustada y semitransparente (camisa de gasa), luciendo palmito con aire arrogante. Tyee, quien trata de modo obsequioso al desconocido, le presentará con un escueto «éste es mi superior».

El hombre no hará el más mínimo gesto de saludo, algo que es normal en algunas culturas (los PJ, como buenos mercantes, están acostumbrados a estos desplantes). Lo que ya no es tan corriente es que en el rostro del hombre deje ver una sonrisa desdeñosa cuando les examina con ojo crítico. Sus ojos recorrerán de arriba abajo a los PJ y cualquiera de ellos que posea una puntuación inferior a CUE 6 será mirado con un manifiesto desprecio.

Tyee les explicará que, como las ostias son un producto perecedero, su jefe desea revisar personalmente el estado de la carga antes de autorizar el pago convenido.

Ahora, querido DJ, es cuando te toca esforzarte en hacer al tipo lo más odioso posible. Durante la visita no solamente deja mucho que desear en sus modos sino que, si los PJ se quejan por el retraso y el perjuicio que les ha ocasionado, se permitirá hacer algún chiste a su costa. De hecho, si los PJ sugieren que deberían recibir algún tipo de compensación económica por el tiempo que les han hecho perder llegará al punto de, literalmente, reírse en su cara. Entre medias dejará caer algún comentario sobre la «evidente» dudosa calidad del «acervo genético» de los PJ, así como su opinión de que solo se hace mercante espacial «el que no sirve para otra cosa».

Si en algún momento los PJ responden a los insultos del tipo o, peor aún, le agreden físicamente (aunque sea con un mero empujón), se presentará como Algus Rokono, Príncipe de la casa Windsor, tras lo que escupirá a los pies de los PJ y agitará la mano ante su cara con el pulgar entre el índice y el dedo medio. Después, mirará fijamente a Tyee (quien asentirá con la cabeza), girará sobre sus talones y abandonará el lugar acompañado de su escolta.

Incluso si milagrosamente consiguen contenerse y no entran al trapo de las provocaciones, tras la inspección el hombre les dirá que el género ya no se encuentra en condiciones óptimas («Estas ostias no están muy limpias. Huelen mal»), por lo que rebajará el precio previamente convenido. Esto ya es el colmo del recochineo puesto que, como sabemos, si las ostias se están estropeando es debido al retraso en su recepción. El precio que les ofrece apenas llega para cubrir los gastos del viaje, por lo que los PJ se quedarían sin beneficio alguno.

En realidad, el tipo, que como ya sabemos no es otro que Algus Rokono, Príncipe, Presidente y máximo accionista del Emporio Windsor S.L., no tiene el más mínimo interés en la carga de ostias. De hecho, le importa un bledo ganar o perder dinero con este negocio, ya que su único interés es cabrear a los PJ hasta provocar un motivo de desafío. Igualmente, se negará a aceptar cualquier disculpa de éstos en caso de que se rajen tras saber con quién están hablando.

El desafío

Tras la marcha de Windsor, Tyee les informará de que han sido desafiados a un combate de kutela. Según las leyes de Cántico, como son extranjeros tienen derecho a declinar el reto pero, si así lo hacen, deberán indemnizar al Príncipe por las molestias y abandonar para siempre el planeta. Deben tomar una decisión ahora, inmediatamente.

Probablemente los PJ ignoran qué es el kutela (a menos que tengan éxito en una TA de Con. académico (sociología) con un +2GD). En ese caso Tyee les recomendará que se informen en la esfera de datos local antes de tomar una decisión. Les dará del plazo hasta el final de la próxima siesta para que decidan lo que van a hacer y se marchará.

Mientras los PJ buscan información sobre el kutela, Tyee dará aviso de la situación a las autoridades judiciales quienes, a su vez, en cuestión de 1d10 horas notificarán la situación a las autoridades del astropuerto. A partir de este momento no podrán abandonar el planeta sin una autorización judicial que certifique que el asunto ha quedado zanjado.

¿Qué es el kutela?

El kutela es tanto el deporte sagrado de los canticanos como la tradicional forma local de duelo. Se trata de una exótica forma de lucha gladiatoria en la que dos bandos, formados cada uno por igual número de combatientes, luchan entre sí en lo alto de unos altos pilares cilíndricos de colores, colocados en forma de rueda (una estructura conocida como «el Ruedo», situado en el impresionante ‘Gran Estadio de Cántico’). Cada contendiente, completamente desnudo a excepción de una máscara que le cubre toda la cara, entra en la rueda por un pilar rojo elegido mediante sorteo. (ver jugar al kutela en el siguiente enlace: Ver)

En la versión «deportiva» del kutela no se emplean armas. Sin embargo, cuando el encuentro sirve para dirimir un duelo, en algunos de los pilares de la rueda se colocan armas que pueden ser recogidas y empleadas por los luchadores.

Aparte de esto no hay muchas más normas. El combate termina cuando todos los luchadores de un bando han sido derrotados o bien cuando han sido derribados o se han caído de lo alto de los pilares y el ruedo pertenece solo a uno de los bandos. En ocasiones se organizan encuentros a tres o más bandos.

¿Quién es Algus Rokono?

Si los PJ son medianamente listos, antes de tomar una decisión investigarán quién es el hombre que les ha desafiado. No necesitarán buscar demasiado, ya que con una TA de Buscar datos fácil (-1GD) descubrirán que un tal Algus Brelio Rokono, Príncipe de la Casa de Windsor, Presidente y máximo accionista del Emporio Windsor S.L. y ¡Oh, sorpresa! Resulta que «casualmente» también es un famoso practicante de kutela

En sus tiempos, Algus fue tres veces campeón de la Liga Continental Norte y miembro del equipo de subcampeones planetarios de kutela, tras lo cual se retiró de la competición profesional para dedicarse a la política y los negocios familiares. Famoso por su máscara azul y plateada, su palmarés indica que ha participado en más de doscientos encuentros de kutela, ganando en ciento setenta y ocho ocasiones en la que ha matado personalmente a catorce personas. En la actualidad Algus es el capitán honorario del equipo del «Gimnasio Windsor». El Príncipe de Windsor es viudo y no tiene hijos.

¿Y bien?

Los PJ deben tomar una decisión. Las opciones más evidentes son las siguientes:

Huir como ratas.

Si los PJ se plantean huir del planeta, deben tener en cuenta que eso significa que las ostias se echarán a perder, lo que sin duda supondría un severo descalabro financiero para el grupo. Si no hay venta no hay ingresos, y la factura del astropuerto sigue creciendo cada día que la nave sigue amarrada. Además, el intermediario que cerró el trato entre los PJ y la Wetela no querrá volver a trabajar con ellos. Incluso es posible que alguien les demande por los daños y el asunto acabe en los tribunales… ¿Cómo es eso que me cuentan de que la nave no tiene el seguro en vigor?

Además, también hay que tener en cuenta que aunque estén dispuestos a aceptar las consecuencias de su huída, tal vez no sean lo suficientemente rápidos en escapar. Como hemos dicho, el juzgado ordenará al astropuerto bloquear la nave de los PJ en cuestión de 1d10 horas. Ése es el tiempo que tienen para largarse con el rabo entre las piernas. Después aparecerá una cuadrilla de tecnos acompañada de dos guardias de seguridad con órdenes de «ponerle un cepo» a la nave (literalmente, encadenarla al suelo con un dispositivo de sellado).

Llegado este punto lo único que podría empeorar las cosas es que se abriesen paso a tiros y huyesen de Cántico. En la órbita del planeta tendrían que escapar o librarse de la nave que será enviada a interceptarles (una solitaria patrullera clase Rehilete, ver enlace aquí: Ver). Por último, si durante su atropellada huida disparan contra la patrullera, sin duda las autoridades canticanas cursarán una solicitud de búsqueda y captura al SAR (Ver). Los PJ podrían tener problemas serios legales en un futuro…

Seguir investigando

Si los PJ siguen hurgando en la esfera de datos local, podrán realizar una segunda TA de Buscar datos. Si tienen éxito podrán visionar los sangrientos encuentros de Algus, así como deleitarse en una antología de sus catorce «muertes» que algún perturbado ha recopilado en su canal personal de Yutube.

Igualmente descubrirán otros datos interesantes, como que la Casa Windsor está atravesando un bache económico (fuertes caídas en la bolsa planetaria del Emporio Comercial Windsor S.L. durante los últimos meses). También descubrirán que Algus estuvo casado con una tal Fenar Holmos (quien murió en un accidente de aerocoche hace quince años) o que es miembro de la «Cámara de los Quinientos», dentro de la cual Algus está integrado en el sector conservador (que es el que está actualmente en el gobierno). Esta búsqueda les llevará tantas horas como el resultado del dEXO de la TA).

Si los PJ continúan escarbando, tendrán derecho a una nueva TA de Buscar datos con un +1GD (que, de nuevo, les llevará un número de horas igual al dEXO de la TA). Si tienen éxito averiguarán lo siguiente: como buen empresario y político, Algus posee un nutrido grupo de enemigos, que van desde empresarios a políticos liberales. Sin embargo, a todos estos Algus debe añadir todas las personas a las que ha humillado en las kutelas por desafío en las que ha participado. Y no son pocos. Al parecer, durante las últimas dos décadas Algus ha estado empleando el kutela como método de librarse de sus rivales políticos y comerciales. Muchos fueron obligados a humillarse rechazando el reto y todos los que aceptaron el desafío fueron derrotados por Algus.

En muchos foros especializados se describe a Algus como «innecesariamente cruel y arrogante», mientras que en otros se afirma que «mata cuando no hay necesidad». En muchos se le define como «poco estable» y «jugador dado al alarde». Es cierto; de hecho, la mayoría de combates que ha perdido ha sido debido a descuidos ante un oponente al que creía ya vencido, que ha logrado arrojarlo por el borde de la plataforma (tiene su razón, la sensación de invulnerabilidad es uno de los efectos secundarios del uso prolongado de cierta droga que toma).

Y si los PJ todavía tienen ganas de seguir investigando e invierten otras dEXO horas, tendrán derecho a realizar una última TA de Buscar datos (con +2GD de dificultad). Si tienen éxito, encontrarán unas viejas noticias en las que un tal Dylon Holmos, Príncipe de la Casa Yonhome y hermano de la difunta mujer de Algus, hace años acusó a su cuñado de haber asesinado a su esposa ante los miembros de la C500 (los únicos capacitados para enjuiciar penalmente a un Príncipe). Dylon aseguró ante la Cámara que Algus había ordenado sabotear el aerocoche de su mujer. Ante tales palabras, éste retó a Dylon a un encuentro de kutela, desafío que por supuesto ganó sin muchos problemas. Como resultado del duelo, el Príncipe de Yonhome se vio obligado a retractarse y presentar sus excusas. Además, las heridas que sufrió durante el combate (Algus le arrojó desde lo alto del pilar) le dejaron tetrapléjico durante casi un año. Si hay alguien que pueda considerarse el peor enemigo de Algus, ése es sin duda su cuñado Dylon.

(Por cierto, todo lo anterior es puro relleno sin ninguna relación con la aventura, para despistar un poco más a los PJ)

Declinar el desafío

Si los PJ declinan el desafío, deberán indemnizar a Algus por «daños al honor». En Cántico, eso significa que los PJ deberán comparecer ante un juez para que éste determine la cuantía de la indemnización.

Que no se engañen, al rechazar el desafío ya se han declarado culpables (así es la ley canticana). A lo que realmente van al juzgado es a negociar la multa que deben pagar. Una vez ante el juez podrán defender su caso realizando una TA de Dialéctica, condicionada con una TA previa de Con. académico (legislación). Al tratarse Algus de una persona de posición elevada, la cuantía inicial de la multa se cifra en 1500 e., modificada por el dEXOx100 (hacia abajo si tienen éxito en su TA de Dialéctica y hacia arriba si fallan).

En caso de obtener un éxito alto (crítico), el juez desestimará el caso, archivándolo sin más consecuencias. Los PJ son libres de abandonar el planeta o de intentar encontrar un comprador a su carga. Rápido, mientras ellos pierden el tiempo en este embrollo las ostias se estropean en su bodega, impregnando la nave de un hedor nauseabundo.

En caso de obtener un fracaso alto (pifia), el juez determinará que la simple pena económica no es suficiente y que los hechos acaecidos entran dentro del terreno de lo punible, bien con cárcel (tantos ciclos de medios días (treinta horas) como el resultado del dEXO) o bien con azotes públicos administrados con una caña de bambú azul (tantos como el resultado del dEXO, cada azote causa un punto de daño de tipo golpe). Los canticanos son tan majos que incluso les dejan elegir el castigo que desean recibir.

Además, excepto si el caso fue archivado, deberán abandonar el planeta en el plazo de un día (de los locales, 60 horas).

Si los PJ no tienen dinero para pagar, deberán realizar «trabajo social compensatorio» hasta que paguen su deuda con la sociedad canticana. Esto significa que se les colocará una pulsera de seguimiento y se les ordenará presentarse a trabajar en un gimnasio público (limpiando duchas, sacando brillo a las máquinas de musculación, etc.) durante tantos días (de los de sesenta horas) como el resultado del dEXO de su tirada de Dialéctica.

Por último, si rechazan el desafío y éste no es desestimado, otro problema añadido es que ningún comerciante canticano que se respete a sí mismo querrá tener trato con ellos (la comprobación de antecedentes penales es una premisa fundamental de los negocios en Cántico). Nadie quiere ser relacionado con unos cobardes así que, en el mejor de los casos (lo que quiere decir tener éxito en una TA de Callejeo), se verán obligados a malvender las ostias a un traficante de poca monta, quien les pagará una fracción de su valor.

En cualquier caso, es hora de partir y dar por terminada esta estrambótica aventura.

Aceptar el desafío

Si los PJ aceptan el desafío de Algus, Tyee les comunicará que han reservado hora en el Ruedo para dentro de tres días (cuando menos sorprendente, considerando que, según los registros públicos, la lista de espera es de más de dos meses). Esto podría hacerles sospechar que nada en esta historia es improvisado y que todo se trata de un deliberado tejemaneje.

Por supuesto, el gabinete de prensa de la Casa Windsor no tardará en filtrar la noticia a los medios de comunicación del planeta. El largamente esperado regreso de Algus Rokono al kutela, hábilmente manejado por los ‘comunity managers’ del Emporio Windsor, conseguirá despertar el inmediato interés de los canticanos.

Apenas unas pocas horas después, el mismísimo Algus ofrecerá una rueda de prensa, emitida en directo a través de la esfera de datos local. En ella, Algus relatará una distorsionada versión de lo sucedido en el hangar, en la cual él es la parte claramente agraviada. Cabe destacar las siguientes declaraciones:

– Estos extranjeros me han insultado. Mi honor y el de la casa Windsor están en entredicho. No creo que sean conscientes de la gravedad de los hechos pero, aun así, pienso destrozarlos. A todos ellos. No tendré piedad.

Por supuesto, todo esto vuelve a poner en el candelero mediático a Algus y a la casa Windsor. Apenas unos minutos tras la rueda de prensa, la cotización en bolsa del Emporio Windsor comienza a remontar su tendencia descendente. Y es que esto, querido DJ, es el verdadero motivo de todo este embrollo.


¿Qué es lo que realmente pasa?

Los pobres PJ se han visto inmersos en algo que no tiene nada que ver con ellos. Durante los últimos meses las cosas no han ido demasiado bien para el Emporio Windsor. Con la celebración de este encuentro de kutela y todo el circo mediático que se organizará en torno al mismo, Algus pretende dar corregir esa situación. En la sociedad canticana, el carisma, la popularidad y el prestigio son fundamentales. Alguien sin esa clase de carisma personal jamás podrá triunfar en los negocios ni en la política. Presentarse ante la opinión pública como la parte agraviada por un grupo de extranjeros y regresar al Ruedo para obtener satisfacción personalmente es un modo de recuperar parte del lustre perdido. Algus piensa que si ofrece un buen espectáculo en el Ruedo, dará un golpe de timón a la decadente tendencia a la baja de la empresa familiar. En una sociedad tan superficial y amante de las apariencias como la de Cántico podría funcionar.


En cuanto se haga pública la noticia del encuentro, los periodistas comenzarán a atosigar a los PJ, solicitando entrevistas y declaraciones. Desean saber todo sobre ellos y sobre los motivos que les han llevado a enfrentarse a Algus. Tanto si atienden a los medios como si no, en cuestión de horas sus rostros comenzarán a circular por la esfera de datos (si se encierran en la nave las extraerán de las grabaciones de las cámaras de seguridad del espaciopuerto). Mientras, un enjambre de drones-cámara comenzará a seguir todos sus movimientos. Ciertamente no es la clase de atención que un «honrado mercante espacial independiente» desea atraer sobre sí.

Tras la rueda de prensa de Algus y hasta el día del encuentro, sus rostros aparecerán intermitentemente en las inmensas pantallas publicitarias del distrito comercial de las todas las urbes de Cántico. La esfera de datos local hierve de comentarios y rumores sobre ellos, algunos reales pero la mayoría inventados y/o inverosímiles y/o ofensivos. La mayor parte de los comentarios no les dejan en muy buen lugar ya que, según las encuestas, más de un 71,6% de los canticanos prefiere que Algus se alce con la victoria, incluyendo un 11,5% que expresa abiertamente su deseo de que alguno de los PJ muera durante el encuentro. Y, por supuesto, de lo que hay miles de comentarios es de canticanos riéndose del aspecto físico de los PJ (recordemos que se trata de un planeta en donde el culto al cuerpo forma parte de la religión oficial, todos los PJ que no posean al menos CUE 5 serán blanco de las pullas). La parte buena es que, por lo menos, el 78% de los ‘foreros’ opina que los PJ son unos valientes por haber aceptado el desafío (el 22% restante opina que son unos estúpidos suicidas).

Ese mismo día comenzarán a recibir ofertas de empresas locales para que anuncien productos de toda índole, desde bebidas energéticas a suspensorios o, cómo no, productos de cosmética. Si atienden alguna de estas solicitudes todavía podrán recuperar algo de dinero, pero probablemente estarán ocupados hasta el momento del encuentro. Tal vez demasiado ocupados para seguir una pista que les caerá del cielo…

Ayuda inesperada

En la jornada previa al encuentro, uno de ellos recibirá un mensaje anónimo que, de algún modo, se colará en su cuenta personal y, literalmente, saltará de su dataóptico. El mensaje, un escueto mensaje de texto, reza así.

Esta información es relevante para ustedes de cara a su próximo encuentro contra el Sr. Rokono. Encontrarán algo que les será muy útil en el módulo 22.06 del ‘Servicio de Almacenajes Prestotte’. Contraseña: ‘abierto’.

Si deciden acudir al lugar. lo más difícil será dar esquinazo a la prensa. Deberían urdir un plan para quitarse de encima a los reporteros y a los drones-cámara.

Servicio de Almacenajes Prestotte es la típica empresa de guardamuebles para particulares, un edificio enorme de cuarenta pisos de altura lleno de pequeños almacenes de alquiler. Al contrario de lo habitual en otras empresas similares, no hay necesidad de identificarse a la entrada puesto que la seguridad (alarmas antirrobo en cada puerta, robots de vigilancia en patrulla continua y varios guardias de seguridad) es bastante buena.

La contraseña proporcionada (‘abierto’) efectivamente abre el módulo 06 de la planta 22, que está completamente vacío e inmaculadamente limpio, a excepción de un sobre que alguien ha dejado justo en el centro. Dentro hay un disco de datos.

El disco contiene una grabación, tomada por una fuente bastante inestable, que tiembla bastante y carece de sonido (fue tomada por un primitivo insecto espía: Ver). Pese a todo, es relativamente clara. En ella, puede apreciarse a Algus, más joven y completamente desnudo, terminando de depilarse en una especie de vestuario deportivo. La fecha al pie de la grabación indica que ésta se realizó hace años, cuando Algus todavía estaba en activo como practicante profesional de kutela. Tras depilarse se dedica a untarse suavemente el cuerpo con aceite, sin prisa, lentamente. Tras diez minutos de función, los PJ masculinos heterosexuales probablemente empezarán a sentirse algo incómodos y a preguntarse cuál es auténtico interés de esta grabación. Entonces, Algus termina de prepararse y, tras echar una ojeada furtiva hacia la puerta, abre un pequeño estuche metálico (como una funda de gafas) que contiene un hipoinyector y un frasquito con un líquido transparente. Carga el hipoinyector con el líquido, se sienta en una silla y se lo aplica bajo la axila. Durante un minuto no pasa nada pero pronto comienza a respirar fuertemente, luego a temblar y finalmente se convulsiona antes de comenzar a estabilizarse. Finalmente se levanta de la silla con una expresión de confianza en la cara, recoge todo, se pone su máscara y sale por la puerta.

A estas alturas los PJ ya se habrán dado cuenta de que los canticanos no toleran a los tramposos (al menos a los tramposos tan tontos como para dejarse pillar). Esta grabación, de ser cierta (ya se sabe que los montajes digitales están a la orden del día) supondría el fin para Algus.

¿Qué hacemos?

Hasta ahora los PJ han ido de un lado a otro de las orejas. A partir de ahora les corresponde a ellos decidir qué van a hacer con el material que tienen. Las posibilidades son variadas, aquí van unas cuantas ideas:

Chantajear a Algus

La opción más evidente. Algus, por supuesto, entrará en pánico al verse descubierto. Lleva cuatro décadas consumiendo Bullet Time, una carísima droga de diseño concebida para potenciar los reflejos (concede temporalmente la ventaja de Reflejos de combate a quien no la posea. Y un «salto» de categoría a quien ya la tenga: de normal a poderosa y de poderosa a magnífica). En cualquier otro planeta jamás hubiera podido pasar los controles antidopaje pero, en Cántico, la droga se camufla entre la pila de esteroides y demás mierdas químicas que toman los nativos para desayunar (cuyo consumo sí que es legal). La droga es tan rara y cara (apenas tiene efectos secundarios, excepto el de dotarte de una excesiva confianza en ti mismo cuando el consumo es prolongado) y hay que importarla desde tan lejos que son muy pocos los que conocen sus propiedades, y aun menos los que pueden permitirse comprarla.

Algus les dirá que retirará el desafío (legalmente puede hacerlo, aunque quedará fatal ante la opinión pública y las acciones del Emporio Windsor volverán a desplomarse) y que, además, adquirirá la carga de ostias por el triple del precio que inicialmente iban a cobrar (y está dispuesto a llegar al quíntuple). A cambio, quiere que le entreguen todas las copias de la grabación así como su firme promesa de que abandonarán Cántico para no volver jamás.

Por supuesto, la palabra de Algus no vale nada. Y él cree que la de los demás tampoco. Pagará lo acordado pero antes de que se marchen ya habrá contratado a unos turbios elementos para que destruyan la nave antes de que salgan del sistema.

Los sicarios contratados para acabar con los PJ son los mismos piratuchos de tres al cuarto que le consiguen la droga. Poseen un destartalado carguero clase Gorgojo pero, si la nave de los PJ es demasiado poderosa para ellos, puede que llamen a unos colegas suyos que disponen de una Braco para que les echen un cable.

Hacer público el asunto

Si los PJ entregan la grabación a la prensa será el fin de Algus. Su popularidad se irá por el retrete, sus acciones caerán en barrena y todo canticano respetable rescindirá sus contratos con él y le retirará el saludo. Su nombre será borrado de la lista de campeones de kutela y la Cámara de los Quinientos, reunida en sesión extraordinaria, le prohibirá la entrada en todas las instalaciones públicas, lo que significa que no podrá entrar en el teatro, el transporte público, la biblioteca o la piscina municipal. Y esto incluye, por supuesto, el Ruedo, las iglesias o la propia C500 (perderá su escaño en la misma). Por supuesto, las autoridades judiciales declararán de oficio el archivo de la demanda contra los PJ.

A efectos prácticos, Algus se habrá convertido en un paria y la empresa de su familia entrará en bancarrota en cuestión de días o semanas. De todos modos pocos serán ya los empleados dispuestos a trabajar para alguien tan despreciable como para mancillar el deporte sagrado de Cántico. Ese mismo día Ores Tyee dimitirá de su puesto y se pondrá en contacto con los PJ para ofrecerles sus servicios. Sabe quién podría estar interesado en las ostias (a pesar de que ya no se encuentran en buen estado) y podría llegar a sacar un precio razonable que les evite mayores pérdidas económicas.

Llegados a este punto, un desesperado Algus puede agarrar su pistola y suicidarse o ir a por los PJ en busca de venganza. Total, ya no tiene nada que perder…

Ir a las autoridades

Mala idea. La Policía canticana está muy politizada y bajo el control del Gobierno (que, recordemos, ostenta el partido conservador en el que se integra Algus). Si los PJ deciden pasar de la prensa y hablar con las autoridades descubrirán que éstas están dispuestas a hacer lo que sea con tal de evitar que este desagradable asunto salpique a un miembro de su partido (como siempre, los politicastros se tapan los unos a los otros).

La policía secreta se personará en su alojamiento (¡En plena siesta! Eso debería darles una idea de la gravedad de la situación) y les exigirá que hagan entrega de todas las copias que tengan de la grabación. Su nave será minuciosamente registrada tras lo que se le revocará el permiso de estancia que les fue concedido al llegar. La Policía les ordenará que abandonen Cántico en el plazo de seis horas si no quieren ser detenidos. Ah, y que no se olviden de llevarse sus apestosas ostias.

Si los PJ se niegan a marcharse, las autoridades no dudarán en cumplir su amenaza. El astropuerto les coserá a tasas, pequeñas sanciones y recargos especiales por cualquier minucia. Y si aun así se empecinan en quedarse, finalmente serán detenidos, acusados de «estancia irregular» en Cántico y condenados a tres meses de prisión picando piedra en una cantera de mármol.

Exigir pruebas antidopaje

Si los PJ indagan un poco en este sentido, con una TA de Con. académico (legislación) condicionada por una previa TA de Buscar datos, descubrirán que los contendientes (ambas partes) tienen derecho a exigir al tribunal deportivo que regula el kutela que se lleven a cabo pruebas antidopaje.

Sin embargo, hace mucho que el Gimnasio Windsor sobornó a un funcionario del tribunal deportivo, así que la noticia de la petición de los PJ llegará a oídos de Algus. Éste intentará maniobrar para comprar o reemplazar a los técnicos encargados de realizar el análisis pero no lo logrará, así que se verá obligado a renunciar al uso de Bullet time. La droga pasa sin problemas los análisis rutinarios sorpresa (de los que le avisa con antelación el funcionario del tribunal al que ha comprado) pero, sin duda, sería detectada en un análisis realizado el mismo día de su consumo.

El día del encuentro Algus se encontrará sufriendo de pleno los efectos del síndrome de abstinencia: suda mucho, respira agitadamente y parpadea más de la cuenta. Se considera que durante todo el encuentro estará Aturdido.

No decir nada a nadie y enfrentarse a Algus en el Ruedo

Ole sus güevos. Solo por esto merecen ganar pero, honestamente, la cosa está jodida. El día del encuentro lucharán ante más de 150.000 enfervorecidos espectadores (más otros 500 millones que siguen el encuentro a través de la esfera de datos local).

Ganen o pierdan, los PJ que sobrevivan podrán marcharse del planeta. Las exigencias del honor habrán sido satisfechas. De todos modos, gracias al valor que han demostrado no les faltarán ofertas para comprar las ostias sin perder demasiado dinero (pese a que a estas alturas ya estarán bastante pochas). Algus tiene bastantes enemigos políticos y rivales comerciales en Cántico y a algunos les encantará echar una mano a los PJ…¿Tal vez de su cuñado?

Si de alguna forma logran vencer limpiamente (o, lo que es lo mismo, haciendo trampas sin que les cojan), Algus se verá forzado a cumplir con su parte del trato y pagarles las puñeteras ostias. Sin embargo, a Algus no le gusta perder ni al dominó, así que tratará de convencerles de que se queden en el planeta y le concedan la revancha.

Epílogo

Justo antes de que se marchen de Cántico serán contactados por un hombre alto y fuerte, de tez oscura y con la cabeza afeitada y cubierta por un intrincado dibujo geométrico de finas líneas plateadas. Oculta sus ojos con unos anteojos espejados, probablemente un protector visual. Viste con una fina camiseta blanca, pantalones elásticos de color marengo y botines negros, ropa ajustada que hace resaltar su notable musculatura. Es decir, que en otro lugar sería un ejemplar imponente de humano pero aquí pasa desapercibido como un canticano más. Y eso es justo lo que pretende este curtido agente del SSR (Servicio Secreto de la República).

El hombre les esperará en el interior de su nave (Seguramente algún PJ dirá algo así como «¡Se ha saltado el sistema de seguridad!» A lo que él contestará «¿A eso le llamáis sistema de seguridad?»). El desconocido se presentará como el Sr. Namor. Si alguno de ellos viaja bajo un alias (algo muy frecuente entre los mercantes que han tenido sus más y sus menos con la Justicia), se dirigirá a él por su nombre real…

Por supuesto, en ningún momento les dirá para quién trabaja. Si los jugadores son medianamente listos no será necesario.

Les explicará que fue él quien les proporcionó la grabación. Solo les dirá que a sus empleadores les interesaba desacreditar a Algus y/o hacer caer al Emporio Windsor por razones de macroeconomía/galactopolítica que están más allá de la comprensión de unos simples mercantes. La cuestión es que, tanto si los PJ sacaron a la luz lo que sabían como si no lo hicieron, ahora le deben un favor…

Pero eso será en otra aventura porque ésta termina aquí y ahora.


Reparto

Algus Rokono, Príncipe de Windsor (deportista y político)

Poco más hay que decir: es un tipo arrogante, cruel, clasista… El Príncipe de Windsor tiene pocas cualidades que le rediman. Dice que hace todo esto para mejorar la situación de su casa pero en realidad es mentira: en el fondo solo quiere aumentar su prestigio personal. Se considera superior a casi todas las demás personas, tanto física como mentalmente (como dice él, «soy genéticamente avanzado ¿Qué le vamos a hacer?»). Piensa que los PJ son «escoria espacial», poco mejores que un delincuente común, así que a sus ojos el perjuicio que les causa está plenamente justificado.

CUE: 8 – fue: 6 vit: 5 res: 6
DES: 6 – agi: 4 coo: 4 vel: 4
INT: 5 – mem: 3 log: 3 inv: 3
PRE: 6 – car: 5 vol: 4 apa: 5
INS: 4 – per: 2 int: 2 con: 2
PSI: 0 – pot: 0 sen: 0 imp: 0

Habilidades (valores con atributos y modificadores):

Con. académico (Legislación) 14
Con. académico (Sociología) 13
Con. académico (Xenología) 13
Correr 18
Nadar 12
Saltar 20
Armas arrojadizas 12
Armas blancas 18
Armas contundentes 18
Pelea 21
Pistola 9
Buscar datos 10
Observación 12
Mando 16
Protocolo 13
Conducir 11
Primeros auxilios 9

Capacidades

Alerta: 6
Aj. de fuerza: +1
Esquiva: 11
Iniciativa: 4,4
P. de VIDA: 18
P. de MENTE: 12

Capacidades Especiales

Adinerado (magnífica). +6 a las tiradas de datos económicos.
Deportista (normal). -1 a las TA de hab. atléticas.
Marrullero (normal). -1 a las TA de hab. ofensivas.

Defectos

Sádico. Adicción a hacer daño a la gente. Sólo se aplica en los casos de que hubiera posibilidad de no hacer daño.
Megalómano. Si alguien obtiene un crítico en una TA en su grupo, deberá gastar PX en esa habilidad hasta subirla.
Adicción a la droga: Bullet Time. Si no puede tomarla un día, estará aturdido.

Equipo: ropa ajustada a la última moda, dataóptico de última generación, pequeña pistola chapada en oro (equivalente a una Ash4) / Máscara azul y plata (en el Ruedo).

Cita: «La gente me tiene envidia porque soy rico y guapo.»

Algus


Miembros del Gimnasio Windsor (deportistas expertos)

El equipo de Algus y el de los PJ debe tener el mismo número de integrantes, así que recurrirá a los practicantes de kutela que se entrenan en el gimnasio patrocinado por su casa. Son jóvenes de clase media-baja que aspiran a convertirse en campeones de este absurdo deporte y convertirse en estrellas. Por desgracia para ellos (y por suerte para los PJ), aunque son bastante buenos no son de los mejores.

CUE: 5 – fue: 5 vit: 4 res: 5
DES: 3 – agi: 3 coo: 2 vel: 2
INT: 4 – mem: 2 log: 2 inv: 2
PRE: 4 – car: 2 vol: 2 apa: 2
INS: 4 – per: 2 int: 2 con: 2
PSI: 0 – pot: 0 sen: 0 imp: 0

Habilidades (valores con atributos y modificadores):

Correr 15
Nadar 12
Saltar 18
Armas arrojadizas 8
Armas blancas 17
Armas contundentes 17
Pelea 19
Primeros auxilios 8

Capacidades

Alerta: 6
Aj. de fuerza: 0
Esquiva: 8
Iniciativa: 2,3
P. de VIDA: 12
P. de MENTE: 6

Equipo: máscara azul.

Cita: «¿Ola ke ase? ¿Entrena o ke ase?»


Dron-cámara

CUE: – fue: 1 vit: 1 res: 1
DES: – agi: 2 coo: 2 vel: 2

Habilidades (valores con atributos y modificadores):

Volar 20
Operador (sensores) 20*
Nota: la habilidad de Operador (sensores) representa el software de seguimiento y de reconocimiento facial del dron. Se usará en una TA enfrentada contra la habilidad de Esconderse (o de Disfraz) de los PJ en caso de que éstos intenten dar esquinazo al dron.
Esquiva: nunca esquiva.
Iniciativa: 2,2
P. de VIDA: 3

Equipo: grabador audiovisual, visor de agudeza visual.

Cita: (grabación) «Dron-reportero con licencia de prensa nº 8465442. Objetivo localizado.»

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