Autor: Sergio Jurado
Girocóptero policial de rotor vertical
Normalmente, los GPRV se sustentan en el aire a velocidades de vuelo muy lentas, patrullando la zona que le ha sido asignada y sin posibilidad de sostenerse inmóviles en el aire, puesto que aprovecha las corrientes de aire para generar la sustentación. Este sistema resulta energéticamente muy económico, lo que permite que estas naves estén casi indefinidamente en servicio activo tras apenas unos minutos de mantenimiento entre vuelo y vuelo. Solo en caso de respuesta a una llamada o incidencia se activa el sistema motriz principal, permitiendo al GPRV moverse tan velozmente como cualquier otro aerodeslizador.
La dotación de los GPRV consiste en dos tripulantes: un piloto y un oficial de comunicaciones/artillero, que se ocupa de vigilar los sensores así como de operar el armamento del mismo, que consiste en un lanzagranadas antivehículos (daño tipo VI, munición 100) así como dos misiles aire-aire (daño tipo VII) y una torreta ventral con un cañón pesado antipersona (daño tipo III, munición 1500 proyectiles).
Además, el GPRV es capaz de transportar un máximo de dos prisioneros en su estrecho cubículo posterior o bien hasta 300 kg. de carga útil.