Comandos – Escuadra hacia la muerte (aventura)

Autor: Juan Carlos Herreros Lucas

Existe una obra de teatro, de la cual nos hemos apropiado del nombre, escrita por Alfonso Sastre y estrenada en 1953. Está ambientada en la Tercera Guerra Mundial y trata de una escuadra, en un puesto del frente, que saben que son carne de cañón, que en cuanto empiece el combate serán los primeros en morir. Cada personaje se va enfrentando a esa situación límite como pueden. Siempre he querido adaptar esta historia a una partida, he aquí el resultado.

Nota: si no conocéis esta obra de teatro. Es una lectura recomendable.

Escuadra hacia la muerte

Septiembre de 1940. Estamos en Indochina, unos días antes de la ocupación por tropas japonesas y actualmente una colonia francesa, país que, a su vez, está ocupado por los alemanes. La situación del ejército francés en Indochina es complicada. Japón está presionando para que le deje pasar por su territorio para atacar las posiciones chinas por la retaguardia (aunque también tiene el objetivo de amenazar a Malasia y Birmania). Japón es aliado alemán que, a su vez, es aliado del gobierno francés de Vichy. Alemania ha respetado la integridad de las colonias africanas hasta ese momento, ¿por qué Japón no iba a hacer lo mismo en Asia? Por otro lado, los mandos franceses saben (y ese conocimiento cala hacia abajo en la jerarquía) que la metrópoli no podrá hacer nada para defenderlos, no podrá mandar su flota, ni tropas de refuerzo, ni siquiera un embajador con órdenes de amenazar al creciente imperio nipón. Están solos, son pocos y posiblemente no puedan evitar la invasión. Este conocimiento mina la poca moral que ya tienen los franceses en Indochina.

Nota: todos los personajes empiezan la partida con una moral +3 (esto es malo) debido a la situación actual. Además, su confianza en el mando estará en 6 (esto también es malo, pero sólo para el PJ que haga de sargento).

Los personajes son una unidad francesa (10 hombres) destinada a la frontera entre Indochina y China. Parte de esta frontera está ocupada por los japoneses, curiosamente la parte donde hemos colocado a nuestros PJ. Todos los personajes son soldados profesionales. Es decir, habrán entrado en el ejército de forma voluntaria. Pueden tener estudios secundarios o ser ayudantes, pero no podrán avanzar más allá en la rama académica y laboral. También pueden tener pasos de la rama criminal, pero debe ser un paso previo a su entrada en la rama militar.

Los personajes están destinados en un cruce. En dicho cruce hay dos casetas cuadradas de bambú y paja. En la primera están los barracones de la tropa, una pequeña habitación independiente para el sargento y una ducha en la parte exterior. Las duchas cogen agua de un río cercano mediante un generador que tiene su propio techo de paja pegado a la segunda caseta. En ésta se encuentra la oficina del sargento, una pequeña celda, y una habitación con mapas, documentación y el equipo de radio. La antena de este equipo, de más de 15 metros de altura, está enganchada a uno de los pilares externos de la segunda edificación. La radio, aunque los personajes no lo sepan, es su posesión más importante (al menos para los japoneses). Todo el conjunto está en un cruce de caminos. Una carretera (de tierra) avanza paralela a la frontera a unos dos kilómetros de esta. Una segunda carretera sale desde esta y se dirige al sur. El puesto fronterizo está en dicha bifurcación. A su alrededor hay unos 100 metros desforestados (así, a lo bruto, no había ecologistas por la zona), el resto es jungla, densa jungla. La parte de jungla al norte de la bifurcación, a unos 500 metros a cada lado, está llena de trampas (minas, cuerdas que activan granadas, etc.). La anterior unidad en este puesto se aburría mucho y minó toda la jungla. Hay dos señales azules atadas a los troncos donde empieza y termina la zona peligrosa.

La dotación tiene fusiles, una ametralladora de posición y unas 5 granadas por persona. La munición no es un problema, hay suficiente, pero no habrá refuerzos ni suministros en, al menos, 15 días. Durante las pausas, entre visita y visita, el mando de la unidad puede aprovechar para reforzar la posición, cavar trincheras, poner sacos terreros, etc. Calcula un día de trabajo por cada 5 metros de fortificación.

Estamos en el sudeste asiático, en Septiembre, la época de lluvias está finalizando, pero aún se dejará sentir. Esto quiere decir que las mañanas serán ligeramente húmedas, pero despejadas, el sol apretará hasta el medio día y luego las nubes cubrirán el cielo y lloverá como si nunca antes hubiera llovido. El barro y el agua lo empapará todo, hará difícil caminar, ver a lo lejos, estropeará las armas y será una presencia constante toda la partida.

Como DJ debes ser muy insistente con el tema de la lluvia. Deben acabar cansados de ella y de los problemas derivados. Hasta el punto que pueda causar TA de Moral al quejarse de tanta lluvia.

La visitas

Los japoneses tienen planeado atacar Indochina. La única duda es si la diplomacia les permitirá cruzar la frontera sin disparar o no. Saben que el cruce de caminos, donde están los PJ, es un puesto de alerta, no un control fronterizo. Si los japoneses avanzaran en gran número por la carretera, los franceses podrían avisar a la capital antes de que ellos los abatieran. Si la capital es avisada, podrían preparar defensas importantes que complicarían toda la operación y arruinarían el avance sorpresa por la jungla. Por tanto, el objetivo de los japoneses es infiltrar suficientes personas como para atacar el puesto fronterizo o, en su defecto, destruir la antena de radio. Su plan, copiado del de los alemanes en Francia, es mandar exploradores como turistas y preparar una fuerza hostil a espaldas del enemigo. Para ello han planteado una serie de visitas.

Primera visita: la pareja.

Una pareja (hombre y mujer) vendrán andando desde la carretera del noreste arrastrando un carro entre los dos. En el carro se puede ver fardos hasta casi la altura de una persona. Parece que trasportan sus escasas pertenencias. Su ropa es mugrienta, manchada por el camino, con barro y desgarrones. La mujer tiene dos regueros blancos en el rostro manchado del polvo del camino. Parece que ha dejado de llorar hace un momento. Ninguno de los dos lleva identificación, salieron de casa con lo puesto.

Tus personajes no son guardias fronterizos. En principio, su misión no es comprobar que todo el mundo tiene pasaportes o cruza la frontera legalmente. No, su misión es comprobar que no cruza un ejército. Bueno, su verdadera misión es avisar cuando cruce un ejército, nadie espera que lo detengan.

El hombre es un japonés. Cree que los franceses no distinguirán a un japonés de un chino (es bastante soberbio por su parte, pero no anda tan desencaminado; TA Difícil de percepción si a algún jugador se le ocurre pensar en ello). Y su coartada será que viene huyendo de la guerra en su país. Dirá que está harto de los chinos nacionalistas, chinos comunistas y japoneses. Él es agricultor y sólo busca una tierra en la que asentarse con su esposa lejos de las matanzas. Sabe un poco de francés (lo mínimo), chapurrea un poco de chino (suficiente para engañar a esos franceses) y, naturalmente, sabe japonés.

Nota: alguno de tus PJ puede tener un pasado comunista (en Francia no era raro y que ese sea el motivo de su «huída» a Asia; vamos que le pillaron y le dieron a elegir entre la cárcel o el ejército). Los comentarios anticomunistas del japonés pueden provocar algún interesante conflicto.

La mujer es una kempetai. Es decir, es china y una esclava sexual del ejército japonés. La han obligado a acompañar al oficial japonés a cambio de la promesa de no matarla. Las lágrimas que se ven en su rostro son auténticas. No hablará y nunca mirará a los franceses. De hecho, se esconderá detrás de su supuesto marido o del carro todo lo que pueda. No habla francés, aunque entiende algo el japonés y, naturalmente, sabe chino del norte (que no es el de esta zona).

El 90% del carro son enseres hogareños. Cosas sencillas y no muy valiosas. Si registran a fondo descubrirán una radio, un fusil, varias granadas, bastante munición y comida.

Si el japonés cree que dudan de su identidad o están a punto de descubrir las armas, atacará con un cuchillo oculto en sus ropas al mando del grupo (al que se haya presentado como tal, aún no lo sea realmente). Da igual si hay otros objetivos. El oficial japonés sabe que le han descubierto, sabe que le van a matar y la única forma de salvar su honor de samurai (estas cosas del códigobushido) es matar al líder.

Tras el incidente, recibirán una llamada de radio del cuartel general. En ellas les advierten que han iniciado conversaciones con los japoneses y que deben evitar cualquier tipo de hostilidad contra ellos durante las siguientes 24 horas. Si mataron al japonés e informan de ello, el mando ordenará ocultar el cuerpo y borrar el incidente de cualquier expediente. Sobre todo, dirá que nadie más se entere. Si le cogen prisionero, tendrán un problema…

Segunda visita: bombas en la noche

Por la noche, la jungla parecerá estar más silenciosa que de costumbre, como si ella también supiera que no debe incordiar a los japoneses. En medio de ese silencio, cerca del amanecer, se escuchará una explosión procedente del norte. No hace falta hacer TA de Escuchar, todos la oirán.

Lo que ha ocurrido es que un grupo de soldados ha intentado infiltrarse tras el cruce a través de la jungla y se han metido, sin saberlo, en el campo de minas. La verdad es que el campo de minas no está nada bien señalizado. Los supervivientes (4) tardarán unos minutos en aparecer en el linde de la jungla a armas en mano. Es de noche, no llueve, pero lo único que verán los PJ es unos tipos uniformados (con uniforme diferente al francés) avanzar hacia su puesto armas en mano. Se mueven con cierto precaución (no es una carga banzai), pero está claro que su intención es alcanzar el campamento francés.

Nota: los japoneses saben que han sido descubiertos e intentarán cumplir su misión. Esto es, acabar con la radio.

Intentarán acercarse a distancia suficiente para arrojar granadas y por ello no dispararán. Saben que su misión es suicida, que les matarán en cuanto disparen, sólo buscan una oportunidad de conseguirlo. Si tus PJ franceses les dejan acercarse o no, es decisión suya. De todas formas, estarán nerviosos, somnolientos. Debes hacerles superar alguna TA de Lógica para darse cuenta de sus intenciones. Un fracaso alto implicará también que se ponen a disparar como locos.

Tras la refriega, si sobreviven (o los que sobrevivan), si informan al cuartel general de lo que ha ocurrido, la delegación diplomática se retirará de las negociaciones acusando a Japón de haber cruzado las fronteras con intenciones hostiles. Una llamada al día siguiente les informará que ha ocurrido eso y que estén atentos. Retirarán la orden de evitar hostilidades contra los japoneses.

Nota: es posible que la radio quede dañada tras el ataque japonés. De todas formas, pasarán casi dos días hasta la próxima visita. Seguramente puedan repararla. El daño no será definitivo. No tienen un sistema de «hombre muerto». El cuartel general no pensará que les han eliminado si dejan de trasmitir. Por el contrario, pensará que todo está en orden y no hay nada de lo que preocuparse. Sí, es cierto, los mandos franceses no fueron muy astutos.

Tercera visita: el vehículo

Al segundo día tras la explosión nocturna, una anticuada camioneta que incluso en 1940 parece sacada de un museo se acercará traqueteando y echando humo por la carretera noroeste. Podrán oír que se aproxima mucho antes de verla. En su interior viaja una familia china bastante pudiente: padre, madre y dos hijas. Se les ve bastante adinerados. Huyen de China por la guerra y porque los chino comunistas amenazan con entrar en la provincia donde ellos vivían. Los comunistas no son buena gente, les dirán, y cuanto más lejos estén ellos y sus riquezas mejor.

Se detendrán en cuanto les den el alto y permitirán que los soldados franceses les interroguen. Todos hablan chino perfectamente y el padre de familia sabe francés, las niñas lo chapurrean un poco.

Nota: no son japoneses, pero si descubrieron al japonés de la primera visita, seguramente sospecharán. El chino protestará por cualquier trato vejatorio que le hagan, incluso les acusará de ser comunistas si se sobrepasan con su mujer o sus hijas. Eso sí, por mucho que registren no encontrarán armas ni uniformes. Eso sí, oro, joyas y dinero para pagarse un retiro de lujo en Formosa. ¿Alguno de tus PJ fue ladrón?

Cuarta visita: la bandera blanca

Un oficial japonés se acercará al puesto pocas horas después de que pase la camioneta. Portará una bandera blanca y se acercará lentamente, dando tiempo a los franceses a que le vean y le permitan acercarse. Va desarmado y dirá desde lejos que viene a disculparse. Si le permiten acercarse (o se acercan ellos), el oficial pedirá disculpas (en correcto francés) por los sucesos de hace unos días (el ataque nocturno a través del campo de minas). Les dirá que fueron soldados suyos que estaban de exploración y que se perdieron y confundieron a los franceses con chinos (¡mentiroso!). Si tienen a alguno prisionero, incluso pedirá que lo liberen para llevárselo a su unidad donde será debidamente castigado (no lo dirá, pero la muerte es el castigo). Explicará que ha venido a disculparse a petición de sus superiores que desean que las conversaciones de paz se reanuden y que agradecería mucho que lo comunicarán a su estado mayor.

Naturalmente, todo es una trampa. Lo que busca es distraer a la dotación mientras una segunda unidad de japoneses se infiltra a la retaguardia. Son nueve y esta vez están cruzando por el lado sur del camino. TA de Descubrir difícil para darse cuenta que los pájaros alzan el vuelo o que, de repente, la fauna local está en silencio. Además, su invitación a que comuniquen la disculpa al alto mando es un intento de descubrir si la radio está operativa. Si los franceses dicen que sí, sin problemas, lo comunicarán, sabrá que aún tienen que atacar. Sabe que si descubren a los soldados infiltrándose, seguramente acabe muerto, pero no le importa. Tampoco le importa emprender acciones militares bajo bandera blanca. Un gran samurai dijo: «la clemencia es sólo para los derrotados«. [En realidad no creemos que lo dijera, pero el oficial de la bandera blanca sí lo cree].

Si descubren el intento de infiltración, estos seguirán una táctica parecida a las anteriores. El oficial intentará matar al mando del cuerpo con un cuchillo que saca de sus ropas y los soldados intentarán acercarse sin disparar (si así evitan que les disparen) o harán una carga suicida si los franceses disparan. El objetivo es llegar a 30 metros y lanzar grandas a la radio. Recuerda que los barracones franceses están a

Independientemente de los que ocurra, los mandos franceses informarán a los PJ

Quinta visita: el ataque

Los japoneses ya ha hecho todos los intentos posibles por preparar la batalla y el Alto Mando japonés ya ha dado la orden de invadir Indochina, es la noche del 21 al 22 de septiembre. El ataque japonés dependerá de lo que hayan conseguido los días previos.

Nota: el objetivo de los PJ no es detener el ataque sino avisar que se está produciendo. No se lo recuerdes, pero deberán tenerlo en cuenta si quieren sobrevivir.

Artillería

Si han conseguido infiltrar al oficial (primera visita), pero sólo a él, realizarán un ataque previo con artillería (morteros). Los personajes oirán llegar la primera salva y la verán caer la primera unos 200 metros de su posición, la segunda, cuatro asaltos después, caerá a unos 150 e irá aproximándose 50 metros cada 4 asaltos.

Una TA de Burocracia permitirá saber que:

– cuando la carga caiga en los barracones, les disparará toda la batería.

– el ataque está siendo dirigido por un observador.

El observador está en la linde del bosque por el lado sur (posiblemente donde no le buscarán si no descubrieron que era japonés el primer infiltrado). Si acaban con él, el bombardero concluirá. No tienen mucho tiempo.

Flanqueo

Si los japoneses consiguen infiltrar una unidad, atacarán desde el norte (han desmontado el campo de minas) y batirán toda la posición con armas de fuego y ametralladoras. Están a 200 metros y no acertarán mucho, pero el objetivo no es acabar con los franceses, sino distraerlos. Un segundo grupo (el infiltrado), se acercará sigilosamente (recuerda que es de noche) por el sur e intentará o bien lanzar granadas contra la radio (si les descubren antes de llegar) o bien colarse en el barracón y lanzar granadas al equipo (destrucción asegurada).

Banzai

Si la radio vuela, el bombardero artillero falla o los franceses consiguen detener al grupo de flanqueo o todos los preparativos iniciales han fracasado, harán una carga banzai. Son 200 soldados (incluyendo a los oficiales) menos todos los soldados que hayan matado en las escenas anteriores. Calcula que cada soldado japonés avanza unos 30 metros por asalto.

En esta escena, cargada de mucho dramatismo y en la que te sugerimos que pegues algunos gritos, es cuando el conocimiento de los PJ sobre sus armas será importante. La ametralladora de posición debe disparar en ráfagas. No podrá acertar a muchos objetivos porque los japoneses avanzan bastante dispersos (parten desde un frente de unos 300 metros y se irán juntando según se acerquen a la casa), tienen que abatir a más de uno por asalto si quieren tener una posibilidad. Los soldados franceses harán bien en recordar que pueden combinar acciones y disparar todo lo que puedan con el fusil. Recuerda, de todas formas, que los objetivos están en movimiento y no corren en línea recta (1 GD para darles además de la distancia).

Finalmente, cada asalto dispara aleatoriamente a tres o cuatro de los franceses (si aún vive algún PNJ compañero de la unidad, dales más papeletas). Esto refleja a los soldados japoneses que se detienen un momento en su carga, disparan y siguen corriendo. Es un disparo precipitado, fruto de la intensidad del momento (+1 GD para impactar más cualquier modificador adicional por cobertura).

Cualquier japonés superviviente acabará la carga intentando matar a un francés con su bayoneta. Sí, Bayoneta, esa habilidad debajo de Fusil a la que los PJ no suelen prestar mucha atención.

Nota: el mando francés no considerará deshonroso rendirse (¡faltaría más!), ni huir ante la carga banzai. Eso sí, lo que no perdonarán es que no avisen por radio del ataque japonés antes de cualquiera de estas acciones.

Si los personajes sobreviven, serán capturados por los japoneses (más tarde o más temprano) y recluidos en un campo de prisioneros. La guerra habrá terminado para ellos. El trato a los franceses prisioneros se fue deteriorando según avanzaba la guerra. l principio les dejaban libertad de movimientos (desarmados) por aquello de que no había sido una invasión sino una cesión de la soberanía por parte de Vichy. Tras el ataque a Pearl Harbour, el trato empeoró, empezaron a internarlos en campos y en 1944, tras el desembarco de Normandía y la desaparición de Vichy, muchos prisioneros fueron ejecutados. Que los personajes puedan contar o no su experiencia en el cruce de caminos de Indochina es, quizás, otra historia…

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