Número: 88. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Cuando un cazador, dentro de una partida de caza o en solitario, tiene un éxito reseñable y su acción conlleva la captura de una gran pieza, existe la oportunidad de que su lanza se convierta en una Lanza del Cazador. Es el chamán el que determina si la acción realizada es o no merecedora del ritual que convertirá el arma en un instrumento favorecido por los espíritus y, en general, exigirá el pago de alguna parte de la pieza obtenida: la cabeza, la piel o alguna entraña.
Si el chamán acepta, el cazador deberá ayunar durante un día completo mientras los aprendices del chamán o la familia del cazador (depende de la tribu) lo purifican azotándole con ramas de menta mientras el chamán va depositando delante de él diferentes cuencos con penetrantes aromas. La mezcla de olores y el ayuno eleva el espíritu del cazador y le permite vislumbrar parcialmente la compleja grandeza de la Taga. Es en ese momento cuando debe ofrecerle la lanza depositándola delante de él y devorar el corazón de la presa que cazó. Se considera de buen augurio que la sangre mane de éste y que ruede por la comisura de sus labios manchando el pecho desnudo del cazador. Tras la ceremonia, la lanza habrá quedado imbuida del espíritu del cazador y le favorecerá en los siguientes ataques.
El ritual está pensado para lanzas, pero se podría realizar para cualquier arma que no sea de hierro.
La lanza del cazador proporciona un +1 al daño mientras sea lanzada o utilizada por la persona que realizó el ritual. Será una arma normal en cualquier otras manos.
El portador de una lanza del cazador podría decidir regalar esta a cualquier persona que pasaría a ser el portador y beneficiarse del modificador como si él mismo hubiera hecho el ritual. Recibir una lanza del cazador es un gran don y sólo se hace ante grandes amigos, aliados o como presente para los jefes de otros grakines.
Robar una lanza del cazador y utilizarla no permite aprovecharse de sus beneficios, al contrario, el portador recibiría un penalizador de -2 al daño a sus ataques con el arma.