Número: 246. 4ª época. Año XXII ISSN: 1989-6289
En cualquier sitio, en realidad. Lo importante es la boda en sí. Para esta aventura, lo hemos situado en Sila, en un planeta llamado Céfiro, un planeta muy agradable y bucólico (algunos dirían "demasiado rural").
Elena Domanori, una senadora de línea conservadora que ha declarado en varias ocasiones que las aspiraciones de escisión de ciertos grupos veddios deberían de castigarse con gran dureza, a ser posible con penas de cadena perpetua o incluso la pena capital. Su hija, Niffi, es una joven de unos treinta años que se va a casar con un famoso periodista y director de documentales, Boric Alcaraz. Se van a casar en el planeta natal de la novia, Céfiro. En la capital Ciudad CFR o cefer para los nativos. Los jugadores son parte del personal contratado para que todo salga a pedir de boca. Hay mucha presión y se vigilan las cosas al milímetro.
El grupo de juego puede ser de un transfondo variopinto. Se recomiendan cosas como conductor (que llevará a la novia en el deslizador y se dedicará a ingratas tareas de taxista antes de eso), seguridad (la cantidad de curiosos y paparazzi que se plantarán en la zona va a ser suficiente para mantenerles bien ocupados), hacker (no sólo se necesita músculo en la seguridad), tecnos (el holograma que flota sobre el edificio de los dos novios abrazados no se conecta solo), periodistas (mejor que la publicidad esté controlada y no en mano de esos tabloides sensacionalistas…). De hecho, si tienen habilidades secundarias como cocina o habilidades como disfraz pueden trabajar como pinches o cocineros o maquilladores. Sed creativos.
Siéntete libre de meter algún contratiempo si lo deseas. Es divertido añadir encargos y cosas de última hora que sean divertidos inconvenientes: ir a recoger las flores y que les den las de color equivocado, tener que hacer de chófer y niñera de algunos invitados insufribles de la jet-set del lugar, ir a recoger a última hora algunos invitados que han empezado a celebrar demasiado pronto… Además, la planificadora de la boda, Ariana Dolmen, es una mujer muy intensa y exigente, pero a la vez agotadora.
El lugar es un sitio apartado, en un edificio de una planta que se encuentra a los pies de una bella playa ecuatorial. Agua cristalina, buen tiempo, sol y buena música. La boda en sí transcurre sin incidentes: la lectura de los artículos del Reglamento de Uniones Civiles y después de las fotos, comida, bebida y baile.
El FLV (Frente de liberación Veddio) es un grupo muy minoritario que no ha firmado la amnistía con la RFP de hace unos años. Consideran que su especie ha perdido en esa amnistía y que han sido sometidos. Reivindican su independencia de la RFP y hablan de guerra abierta y expulsión de no veddios de sus planetas. Es lógico que alguien como la senadora Domanori no les caiga muy bien.
Van a aprovechar la boda para dejar clara su postura (y si es posible, llevar a cabo uno de estos dos objetivos: secuestrar a Niffi (prioritario) o acabar con la senadora (si ven que lo primero no va a poder llevarse a cabo).
Mientras se desarrolla la boda con normalidad, se oye un creciente revuelo fuera. Los miembros del FLV han desembarcado por la playa en un vehículo anfibio y por tierra, en un deslizador. Son un total de 18 y van armados con pistolas, rifles y una generosa cantidad de granadas de humo. Intentarán crear distracciones para acercarse a sus objetivos pero no dudarán en abrir fuego si alguien se interpone en su camino.
El grupo de juego puede realizar varias cosas: