Número: 233. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
No es ningún secreto que Cunia es una de las ciudades del territorio español donde más droga se mueve y se vende. Y es que, gran parte de la droga que entra al país lo hace desde el muelle de Cunia. Hay muchos individuos implicados en el proceso, desde grandes empresarios hasta miembros corruptos de la policía federal. Aun así, la llegada del material no está, ni mucho menos, exenta de ciertos riesgos. Barcos patrulla vigilan la costa continuamente, incluso se rumorea que tienen infiltrados dentro de las principales organizaciones de la ciudad.
Es ahí donde entra Zhean Jin y sus chicos, conocidos en los bajos fondos de la ciudad como «Pirañas». Este joven, del barrio chino se ha criado en el barco pesquero de su padre hasta que las deudas de juego (debido a la fuerte ludopatía del hombre) arruinó el negocio familiar dejándoles sin nada. Pronto se hizo patente la capacidad de Zhean para buscar contactos y ganar beneficios en negocios que, empezaron siendo algo turbios, y han terminado por llevarle a la peligrosa carrera del criminal.
Con diecinueve años fue detenido por la desaparición de su padre en extrañas circunstancias, y aunque todo apuntaba a que el chico había acabado con su vida nunca se consiguieron pruebas suficientes y Zhean quedó en libertad. Fue justo, tras este episodio, cuando la carrera mafiosa de Zhean alcanzó su punto más álgido. Para entonces ya tenía toda una flota de lanchas ocultas en los muelles de la ciudad y en algunos puntos de las costas cercanas a Cunia. Además, nada entra ni sale de los muelles sin que "las Pirañas" se enteren de ello, por lo que siempre intentan vender la protección o el uso de sus lanchas al mejor postor.
Durante un tiempo miembros de los Mekong han intentado negociar con Zhean la exclusividad de uso de sus rápidas motoras, pero Zhean Jin se ha negado hasta el momento, al fin y al cabo eso le haría perder gran parte de sus potenciales clientes y ganarse más de un enemigo. Ni si quiera los encantos de Inia Del han sido capaces de convencerle de lo contrario. Por desgracia los Mekong no parecen muy contentos con su decisión y Zhean teme alguna posible represalia.
En este último año la presencia de las Pirañas en el puerto ha aumentado y es solo cuestión de tiempo que sus intereses se topen con los de gente como Don Victor. Cuando esto ocurra, Zhean puede que se vea obligado a tomar por fin partido por uno de los bandos de la ciudad.