Número: 230. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Tras la guerra de los portales los magos y clérigos desaparecieron de Eriloe, o al menos eso es lo que piensa la gente de a pie. Sin embargo, de vez en cuando, surge algún individuo que descubre un viejo tomo perdido, o algún pergamino olvidado, o influenciado por fuerzas de otros planos que desconoce, y empieza a juguetear con los magiones. La huella de la tiranía de poder de aquellos hechiceros que una vez gobernaron el mundo es aún profunda en la sociedad de Eriloe. Por ello, hay grupos y organizaciones que se dedican a dar caza a estos nuevos iniciados.
Aunque encontrar a un mago es relativamente sencillo en la mayoría de los casos (en muchas ocasiones no tienen cuidado con sus experimentos y llaman demasiado la atención), hay veces en el que son cuidadosos y dar con ellos es realmente complicado. Por ello se creó el Hierro Rojo.
El Hierro Rojo es un péndulo de metal, de color carmesí, cargado de magiones. Al balancearse vibra cuando apunta hacia una fuente de magia provocada por hechicería.
Los primeros Hierros Rojos se crearon avanzada la Guerra de los Portales, cuando los hechiceros se redujeron y empezaron a ocultarse de todos aquellos que les daban caza. Por aquel entonces estos artefactos eran muy numerosos y muchos habitantes de Eriloe contaban con uno. En muchas ciudades la desconfianza reinaba en las calles y sus ciudadanos temían que aquellos vecinos con los que convivían pudieran ser practicantes de magia en secreto. Con el paso del tiempo, estos mismos practicantes extendieron en secreto el rumor de que aquellos que daban caza a los magos habian asesinado a dueños de Hierros Rojos pensando que, al ser un objeto arccano, eran usuarios de esta clase de poderes. Este rumor, ya fuera falso o no, provocó que muchos Hierros Rojos fueran destruidos. Hoy en día son objetos raros de encontrar fuera de los círculos de cazadores.
Reglas: Si al usar un Hierro Rojo hay un hechicero en un radio de 5 kilómetros el péndulo comenzará a vibrar.