Número: 135. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Todas las grandes capitales de la galaxia necesitan un suministro constante de alimentos frescos que permitan mantener a sus habitantes en un adecuado nivel de salud. La logística asociada a esta labor resulta compleja, porque además, los planetas próximos a las grandes capitales también suelen ser planetas altamente poblados, incapaces de abastecerse a sí mismos y además suministrar alimentos a la capital.
En respuesta a esta necesidad, a lo largo y ancho de la galaxia, surgieron diferentes corporaciones agroalimentarias, siendo una de las primeras y más grandes la AVYADV (Alimentos Vegetales y Animales de Vettera).
Propietaria de un sinfín de pequeñas lunas tanto en el sistema de Vettera como en sistemas próximos, se dedica a transformar esos satélites para acondicionarlos adecuadamente con el objeto de poder cultivar en ellos uno o varios alimentos o para poder mantener granjas de animales destinados a la alimentación.
El proceso utilizado por estas compañías es una transformación mediante una combinación de tratamientos atmósféricos, destinados a conseguir la atmósfera idónea para las plantas o animales que se van a producir allí y la importación de suelos desde planetas más alejados de la capital y que permitirán un adecuado aprovechamiento.
El proceso de transformación se comienza, normalmente, en condiciones bastante hostiles, por técnicos especializados. Estos técnicos se encargan de supervisar el trabajo de una maquinaria casi autónoma, por lo que no es necesaria la presencia de un gran equipo humano.
A diferencia de la transformación planetaria destinada a crear mundos habitables, que por su elevado coste resulta muy poco rentable, la transformación de lunas resulta bastante más sencilla, ya que entre otras cosas no se buscan condiciones atmosféricas adecuadas para los humanos (y especies afines) sino solo las necesarias para alojar los cultivos o animales que, además, mediante procesos de selección, se han convertido en especies más tolerables a condiciones límite.
No obstante, el proceso de transformación, suele requerir de un periodo de tratamiento de entre 15 y 40 años. Ya que acelerar el mismo reduciría la rentabilidad de la inversión.
Una vez completada la transformación el satélite es equipado con mecanismos casi autónomos que permiten el cultivo o mantenimiento de los recursos a explotar. Las instalaciones están vigiladas por un pequeño equipo técnico que vive en unas condiciones, en la mayoría de los casos, similares a las que pueden darse en una colonia minera (como ya hemos dicho, las condiciones ambientales no suelen ser adecuadas para la mayoría de las especies)
Todos los métodos de cultivo están optimizados y automatizados, dando una producción regular y abundante de alimentos, que son recolectados, tratados y empaquetados en la misma luna, para después cargarse en los enormes cargueros espina de pez con destino a los lugares de consumo.
Uno de los principales inconvenientes de este sistema es el rápido agotamiento de los nutrientes del suelo debido al cultivo intensivo, por lo que se hace necesario un constante aporte de abonos y suelos mejorados procedentes de otros lugares de la galaxia.
En cualquier caso es un sistema eficiente y rentable gracias al cual se evita el colapso de los grandes mundos completamente urbanizados.