Como disculpa inicial en un tema que deberíamos tratar con mayor profundidad: cada mesa de juego, entendiendo este término como las personas que se reúnen para jugar una partida, tiene su propia experiencia de juego. En otras palabras, si bien hay dinámicas dentro de cada reglamento que pueden favorecer una experiencia u otra, la principal influencia sobre cómo será el resultado de la partida es la propia mesa de juego, sus integrantes. Cuando escucháis a algún director de juego o jugador decir que a determinado juego no podría jugar en su grupo, lo que entendemos que dice es que con su mesa de juego no podría conseguir la experiencia que el juego propone (o que él cree que propone, pero este es un debate diferente).
Esto no es un problema, ni un error y, de hecho, es lo normal. No todos obtienen la misma impresión al ver un cuadro o una película, no a todos nos gustan las mismas series (afortunadamente) y aunque hay cierta tendencia a decir lo contrario, ningún juego de rol está escrito en piedra y la propuesta del autor se adapta, incluso de forma no consciente, al estilo de juego de la mesa.
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