Hoy es día 15 y, como imaginaréis, le he dedicado todo el día a terminar y maquetar la revista. Mientras escribo estas líneas ya he terminado el trabajo y los contenidos están subiendo al servidor. Hacer la revista es un trabajo cansado, no por el trabajo en sí, sino por lo que exige de plazos, rutinas, obligaciones. Al final del ciclo siempre te preguntas: ¿merece la pena? No me engaño. Soy consciente que la revista Desde el Sótano es uno de los valores de Ediciones Sombra y que si a día de hoy los jugadores siguen comprando nuestros libros (algunos después de más de 10 años) es porque la revista es una buena promoción, pero no dejo de preguntarme: ¿y si le hubiese dedicado el tiempo a otra u otras cosas?
Siempre me pasa que cuanto más concentrado estoy en una actividad, más creativo soy. Son las ideas, que son un poco puñeteras y me asaltan cuando saben que no puedo hacerles caso y las arrincono en ese hueco donde no miras nunca. Allí hay, agazapados, vídeos explicando la galaxia de Exo, aplicaciones para lanzar dados Sombra con el móvil, combates de flotas… Sin embargo, lo que más me duele es Inmo que debería haberlo terminado ya, sobre todo porque está terminado a la espera de que yo tenga unas semana delante del ordenador. A ver si antes de la próxima revista puedo decir que lo he acabado.
Tal vez la solución podría ser externalizar la revista, buscar un par de aficionados de confianza que se encargaran de ella.
Qapla’!!!
Esta sería una solución ideal. Hay algunos artículos cuya responsabilidad seguiría cayendo en mí (las noticias de los juegos), pero no es lo mismo escribir esos artículos que encargarme de la revista. Sería un cambio muy agradable.
El problema es que la revista implica bastante trabajo y poca retribución y no sé hasta que punto sería capaz de encontrar gente a la que ceder el testigo. Y no por falta de confianza en los aficionados, sino porque sé lo exigente que es. Es difícil mantener la ilusión y el empuje mes tras mes. Por otro lado, me resulta difícil encontrar redactores para la revista que escriban algo todos los meses, me cuesta creer que sería capaz de encontrar coordinadores para ella.