Ya se está acabando la semana y he dedicado la mañana a sacar del almacén cosas y enviárselas a las tiendas para que las tengan ellos. Esto siempre es bueno, salvo por el ejercicio físico de andar cargando cajas de un lado para otro. Esta semana he sido estricto con el tema de los envíos y he esperado al jueves a hacerlos. No tardo lo mismo en hacer una caja que cinco, pero al final, las herramientas, los programas y los viajes al almacén se optimizan más y puedo dedicar más tiempo a otras cosas. Bueno, el jueves no, pero el resto de la semana sí. Creo que seguiré siendo estricto a partir de ahora.
Esta tarde le he dedicado tiempo a la revista. Nos hemos metido en un berenjenal nosotros solos (nadie lo había pedido) relacionado con el precio de la vivienda en Cunia. Ha sido difícil calcular estas cosas. ¡Cómo han cambiado los precios desde que compre un piso! Por cierto, en la última revista, las noticias de Pangea parecen haber pasado un poco desapercibidas. ¡Hemos casi aniquilado una raza y nadie nos ha llamado genocidas! Este mes siguen los problemas…
Acabo de darme cuenta que estamos a una semana y un día de las Ludo Ergo Sum y aún no he anunciado las partidas que vamos a hacer. Mañana lo haré y empezaré a preparar cosas para llevarnos. Empiezo a ponerme nervioso por si no me da tiempo.