El lunes empezó bastante mal. Me desperté sin correo y sin saber el motivo. Es increíble la cantidad de cosas que no parecen depender del correo, pero que sí te afectan. Fue un día raro, desconcertante y algo loco. Lo bueno, la visita de uno de nuestros colaboradores y la reunión que mantuvimos con gran intercambio de ideas. Inyecciones de esas vienen bien de vez en cuando.
El martes conseguí arreglar el problema (lo pongo en primera persona porque, al final, era yo el responsable – nota: no trastear con cosas raras) y conseguí ponerme un poco al día, anunciar que teníamos la revista Crítico y dar el pistoletazo de salida a la revista Desde el Sótano de Junio. Fue ahí cuando descubrí que tenía muchos correos de los redactores con artículos para la revista. ¡A principio de mes y con media revista terminada! La cosa iba mejorando.
Hoy lo he dedicado a leer los artículos (normalmente no puedo hacerlo hasta el día antes de maquetar y deprisa. Se disfrutan más así. También he preparado envíos para las tiendas y he actualizado la página web, he añadido un apartado en la página Nosotros (). Hacía tiempo que quería hacerlo; necesitábamos un lugar donde se incluyeran todas las formas de contactar con nosotros en las redes sociales. Hecho está, a ver si es útil.
Por último, estos días, le he estado dando vueltas a un tema que, en realidad, le llevo dando vueltas mucho tiempo. El material que publicamos en la web es de libre disposición. Es decir, queremos que la gente lo use para jugar o para crear nuevas cosas con las que otros puedan crear. Esa siempre ha sido la filosofía de Desde el Sótano y lo hemos dicho en muchas ocasiones, aunque parece que no las suficientes. Estoy mirando poner un indicativo de Creative Commons (y no lo he hecho hoy porque no me ha dado tiempo), pero, por otro lado, me da un poco de rabia. No entiendo por qué parecemos tan inaccesibles; si alguien hubiera tenido dudas sobre si usar nuestro material, podía preguntar.