En unas horas voy a desconectarme del mundo. De alguna forma, voy a intentar no encender la tele, no curiosear las redes sociales y, si puedo evitarlo, no encender el teléfono móvil. No, no me voy de vacaciones, salvo que una reunión familiar y una firma de libros (de la que aún no se nada, por cierto) se puedan llamar vacaciones. Lo que voy a hacer es concentrarme en acabar una serie de cosas que tengo pendientes y he querido comentarlo en el diario para explicar mis más que posibles silencios en los próximos días. I’ll be back.
Una de las cosas pendientes que quiero abordar estos días es Inmo. Voy a hacer el documento definitivo. Tengo, en este momento, varias versiones de cada capítulo, corregido por unos, corregidos por otros, maquetados, sin maquetar, con cosas añadidas, sin cosas añadidas, cambiados. El proyecto lleva demasiado tiempo en la recámara y se ha vuelto un poco caótico. Necesito trabajar en él sin interrupciones, sin que las urgencias diarias me obliguen a reiniciar el trabajo continuamente.
Otra de las cosas que quiero abordar estos días es el suplemento de los gaabar. Manuel, su autor, está esperando pacientemente la revisión del editor (el bolígrafo rojo) y es algo que quiero poder mandarle cuanto antes. Una vez terminemos este paso, podemos dar luz verde al proyecto, maquetarlo y publicar nuestro primer suplemento de especies de Exo.
Y, finalmente, quiero darle vueltas a una idea a la que lleva muchos meses en mi cabeza: llevar las ambientaciones dinámicas (y las estáticas) un paso más allá y hacer juego organizado con ellas. He recopilado información de otras personas o grupos que ya lo hacen (muchas gracias por vuestros comentarios) y ahora quiero poner sobre el papel las líneas maestras para presentárselas al sótano y ver si es o no viable. Y sí, esto casi seguro implique el retorno de la liga de pel·les.
Resumiendo, que me voy a meter en el fondo del sótano (se está más fresquito) para terminar y definir cosas. Disculpad mi desaparición y gracias por vuestra comprensión.