Parece mentira, pero en cuanto te despistas un día, pasan varios. Eso me ha ocurrido con los últimos diarios, varias veces pensé en escribir, pero algo o alguien me llevó por el lado oscuro. Ayer iba a escribir sobre la exocita del viernes y vinieron 22 tipos y me liaron (malditos patriotas).
El viernes pasado, día 7, hicimos una exocita (ver). No he querido ver el resultado hasta después del fin de semana y ¡cielos, esa es mi voz! Me temo que no hago más que verle defectos y cosas a mejorar, aunque debo decir que estoy contento, no solo por los comentarios recibidos y la sinergia obtenida, sino por haberme atrevido a dar el paso. Tenía claro que el primer vídeo iba a ser difícil, aunque no imaginé que tanto. Nada más empezar la transmisión en directo, a los 50 segundos, mi ordenador se reinició (aún no sé por qué) y al volver al directo estaba en modo pánico (se nota) y, lo que fue peor, todos los preparativos previos se habían perdido. Hemos suprimido los 3 minutos de «silencio sombrío» de la cabecera del vídeo, pero, aún así, se notan mis dificultades. Hacia el final, cuando empiezan las preguntas, estoy más tranquilo y más a gusto y creo que hubo preguntas muy interesantes. En resumen, una buena experiencia que repetiremos, aunque quizás hagamos primero algún vídeo no en directo para ir acostumbrándonos al medio.
Por otro lado, ya hemos recibido la primera de las especies de Exo para la nueva colección de libros que vamos a publicar. Se trata de los gabaar. Sí, a mí también me sorprendió que alguien cogiera una especie tan poco conocida (por no decir desconocida) al principio, pero después de leerlo, creo que el resultado es muy interesante que añade una nueva especia a Exo por la puerta grande. Aún no está terminado, ahora le queda la dolorosa fase del lápiz rojo del editor con sugerencias de ampliaciones, correcciones y demás, pero, sin duda, es un importante paso adelante, pequeño para Exo, pero grande para los gabaar.