Con los cambios estos que he introducido en la organización sombría, ayer fue el día dedicado a la distribuidora y, en esta ocasión, a las tiendas. Sí, los he cambiado de los jueves a los miércoles para no ir siempre agobiado por que no me daba tiempo a preparar todo. Visité un par de tiendas e hice algunas llamadas de teléfono más. Y me quedé con una sensación que comparto con vosotros porque no sería la primera vez que mis sensaciones no son ciertas. Me da la impresión que ha habido unos años difíciles para la venta de manuales de rol y que muchas tiendas fueron reduciendo el sitio y espacio dedicado en ellas a favor de otros productos. Ahora que la cosa se recupera, que hay muchas novedades, las tiendas, con toda lógica, quieren recuperar ese espacio y ese mercado, pero los clientes no acompañan. Es que el rol no vende, me dicen las tiendas que llevan dos años sin pedirme cosas; y yo les contesto que no es cierto. Este año, 2014, ya he facturado más que el año pasado que, a su vez, tuvo mayor facturación que el 2012. Yo vendo más rol. Mi sensación, que me voy por las ramas, es que los compradores de rol, al no encontrar rol en su sitio habitual, descubrieron que podían encontrarlo en otro sitio. Y las tiendas que abandonaron los juegos de rol, han sido abandonadas por los compradores de rol. ¿Es posible?Afortunadamente, hubo tiendas que mantuvieron su confianza en los juegos de rol y, cada día nos piden más cosas.
Una de mis llamadas fue a una tienda de Cataluña donde charlé con una persona que, con los años, hemos ido ganando confianza el uno con el otro y, como es inevitable estos días, surgió el tema de la independencia. Me pregunto si nos afectaba. Sombra está dada de alta como una empresa editorial y distribuidora nacional. Eso significa que podemos distribuir en España y, por temas comunitarios, en cualquier país de la UE. Nuestra facturación en otros países de la Unión es anecdótica y nunca ha sido un referente para nosotros. Sin embargo, nuestra licencia, por ejemplo, no nos permite enviar libros a Sudamérica. Lo que hago en estos casos es derivarlo a alguna tienda que si venda internacionalmente y pedirles que se lo vendan ellos. ¿Por qué no nos sacamos en su día la licencia de importación/exportación? Bueno, porque costaba dinero y no pensamos que fuera rentable a corto o medio plazo y si nos hacía falta, siempre podríamos hacerla. [Nota: no sé si esto sigue así ahora, tendría que mirarlo].
No voy a entrar en el farragoso tema de si Cataluña debe o no debe independizarse, pero si lo hace, ¿cómo nos afectaría? Bueno si es un proceso amigable y dialogado, seguramente habrá alguna suerte de acuerdos bilaterales que nos permitirán seguir trabajando con Cataluña, pero, considerando que los responsables y protagonistas del proceso se han dejado la habilidad de Dialéctica en 0 (total, nunca se usa en las partidas), no parece que, en su caso, vaya a haber ningún acuerdo. Eso me impediría distribuir en Cataluña o comprar productos en Cataluña para distribuirlos en la UE. Mi interlocutor telefónico me dijo que siempre podía echar números y pagar la licencia de exportador si sigue costando dinero. Y llevaba razón, pero mi pregunta fue: ¿A las tiendas y a mí nos interesará seguir comerciando si tenemos que sacarnos y pagar ambos la licencia o si los bancos empiezan a aplicar tasas internacionales a nuestros movimientos de dinero o si las respectivas agencias aduaneras empiezan a aplicar su «pequeña» tasa por manipulación del envío? No parecen cosas importantes, pero quizás hagan que ya no sea rentable para ninguno de los dos. «Pero seguiremos siendo amigos» me preguntó en broma. Claro, le respondí.
En el caso que Cataluña sea independiente, creo y espero firmemente que esos acuerdos bilaterales de comercio van a ponerse urgentemente encima de la mesa para ser negociados. Hay demasiado en juego (pun intended) como para que no se pongan manos a la obra en este sentido.
Me temo que yo no soy tan optimista, han tenido muchas oportunidades para ser razonables y no las han aprovechado, ni siquiera han hecho intento de. Si la independencia ocurre, será a las malas, y los artistas que tenemos de responsables seguirán sacando rendimientos políticos a ambos lados de la línea.