Comenté hace unos días que había puesto una serie de tareas a los colaboradores sombríos y que estas habían generado un interesante debate. Este fin de semana me ha tocado el momento de la reflexión, de pensar en todo lo que me habían dicho y decidir qué cosas cambiar. Hoy, tras comentar las decisiones, he empezado a aplicar esos cambios. Muchos no serán evidentes a corto plazo (otros, como el cambio del momento de escribir este diario, sí lo serán), pero el objetivo sí está claro. Quiero aumentar la producción de Sombra y que salgan más títulos a la venta, quiero que cambie la percepción sobre la revista y que se considere parte de nuestra producción, quiero que la editorial sea más accesible, que estemos más en contacto con nuestros jugadores y, en definitiva, quiero acelerar. Estos cambios se irán viendo, espero, en los próximos días y semanas, pero cualquier consejo y opinión, será bien recibida.
Cambiando de tema, este domingo retomamos nuestra campaña de Exo. Y en la primera partida he liberado un arma de destrucción masiva iroiendi. Sí, todas las armas iroiendi son de destrucción masiva, pero esta es considerada así por los propios iroiendi. Digo que he liberado porque, esta vez, los jugadores no son los culpables. Creo que me he pasado. Espero que no haya muchos grupos de juego por la zona…