Autor: Roberta Alias
14 de diciembre de 1012
Mientras la mayoría de los jóvenes (y no tan jóvenes) de Cunia se preparan para asistir al estreno de una de las películas del año, Carol (de Carolina) Méndez, original de Cunia, dibuja, arrodillada unos extraños símbolos en el suelo de vinilo de su pequeño apartamento. Sin que ella lo sepa, alguien abre la puerta de la vivienda con su propia llave, se acerca en silencio por su espalda y le descerraja un tiro en la cabeza. Apenas se oye porque el asesino utiliza un silenciador casero fabricado con una botella de plástico.
Carol cae hacia delante mientras sus piernas mientras sus piernas, de forma refleja, se estiran hacia atrás. Yace estirada sobre los dibujos arcanos que ella misma había dibujado. Un charco de sangre empieza a crecer desde su cabeza, empapa sus cabellos marrones y casi alcanza la línea de velas en el exterior del pentáculo que aún no había encendido.
El asesino, abre el revólver, coge con sus dedos cubiertos por guantes de látex el casquillo con intención de arrojarlo en la habitación, pero no tiene en cuenta el calor, se quema el dedo y el casquillo cae en medio de la sangre. Maldiciendo su tontería, abandona el lugar del crimen seguro de que no le van a atrapar.
Los personajes
Para investigar este caso, los personajes pueden ser policías o detectives privados de alguna agencia. En este segundo caso, llegarán a la escena del crimen un par de días después del asesinato y, naturalmente, el cuerpo de la víctima ya no estará. La investigación será similar para ambos tipos de personaje, pero debes tener en cuenta que las pistas estarán algo más frías para los detectives, irán con un par de días de retraso (aunque eso, por otro lado, será bueno a la hora de hablar con el forense).
La casa de Carol Méndez
Carol vivía en un apartamento del barrio Entrecruces, modesto, pero relativamente caro por la zona en el que está ubicado. Tiene una habitación de matrimonio, un baño bastante grande y completo (lo que incluye bañera ducha de hidromasaje), una segunda habitación más pequeña (decorada para un niño, pero que nunca ha sido usada para ese fin), un salón con pocos muebles con puerta directa a la calle y cocina incorporada); el salón da acceso a un pequeño distribuidor con tres puertas a las tres estancias de la casa: dormitorio y baño.
Tras echar un vistazo a la habitación, los personajes podrán descubrir:
Nota: algunos directores de juego prefieren no hacer estas TA de Descubrir; van un poco con el estilo de juego de cada grupo. Si vas a hacer las TA, considera que no son cosas complicadas, no pongas ningún tipo de dificultad para descubrirlas.
- En la entrada hay un cuadro de la víctima con un hombre bastante corpulento en actitud cariñosa. Tras ellos está la Casa del Libro de Madrid (la puerta) y él sostiene un libro en la mano de forma sonriente. Se trata de su pareja, pero un vistazo rápido denunciará que no viven juntos.
- Sobre la mesita del salón, hay una caja de cerillas con publicidad de un local llamado Belle Fleur («bella flor» en francés). Nota: las cerillas están ahí para encender las velas cuando hubiera terminado el ritual.
- El pentáculo en el suelo demuestra que Carol era una practicante de magia. No es necesario que tus personajes crean en ello, ella sí creía. ¿Qué ritual estaba haciendo y para qué?
- El casquillo en el suelo tiene tres cosas que deberían llamarles la atención: Está a la izquierda de la supuesta posición del tirador (hay pocas armas automáticas que expulsen el casquillo hacia la izquierda), tiene unos caracteres en cirílico en la parte inferior del casquillo (fabricación soviética) y es un casquillo de un revólver (¿qué hace en el suelo?)
Nota: a diferencia de las pistolas automáticas, los casquillos de un revólver se quedan en el tambor después de dispararlos. Muchos profesionales prefieren los revólveres, entre otras razones, por este detalle.
Cosas que se enterarán con algunas indagaciones posteriores
Preguntando en la comunidad de vecinos, sabrán que Carol tenía un marido y que vivieron juntos en esa casa varios años. Sabrán que este se llama Ricardo Marán (es un escritor relativamente conocido). Unos vecinos apuntarán a que el motivo de la separación (no están divorciados) fue que a él se le subieron los humos tras la publicación de su primera novela y empezó a pensar que ella era poca cosa para él. Otro, los más cercanos a la vivienda de Carol, opinarán que el motivo es que la pareja no pudo tener hijos, algo que ella deseaba mucho. No, ningún vecino le conoce ninguna otra relación masculina, aunque a veces venían dos amigas a su casa y pasaban con ella la tarde.
Puedes dejar que tus personajes hagan algunas TA de Conocimiento para ver si conocen el bar Belle Fleur, pero si alguno supera la TA, deberá dar algunas explicaciones de porqué lo conoce (quizás sea objeto de burlas a partir de ese momento). El local es un bar al que las mujeres maduras acuden a ligar (hay una amplia variedad de chicos jóvenes y divorciados desesperados), aunque esto les quedará claro si lo visitan (la dirección está en la caja de cerillas).
Si consulta la agenda del móvil de la víctima, encontrarán a dos mujeres en la cabecera de la lista (están marcadas con A/A para que aparezcan así). Estas dos mujeres son los miembros del círculo, amigas de la víctima y cualquier vecino las reconocerá como visitas habituales a la casa. En la agenda también está el teléfono de Ricardo Marán (su ex), aunque si no lo vieran, no les será difícil localizarle con una rápida búsqueda en Google.
El casquillo es habitual de la mafia rusa, que últimamente está entrando en la ciudad. Esto se lo confirmará la gente de crimen organizado de la policía, aunque es posible que en el historial de los personajes esté ese conocimiento.
Lo que añadirá el forense
Un tiempo después de la muerte de Carol, el preciso para hacer la autopsia y demás, el forense añadirá una serie de datos:
- La bala de la cabeza corresponde al casquillo.
- Fue disparada por detrás desde unos dos metros, con un revólver.
- Se han encontrado restos de látex y epiteliales quemadas en el casquillo, pero no las suficientes en buen estado como para hacer un análisis de ADN.
- Se han encontrado restos de plástico en la herida. Es probable que el asesino usara un silenciador casero para su arma. Nota: si los PJ seguían la pista de un asesino profesional de la mafia rusa, esto debería dejarles claro que no.
- El casquillo del arma está fabricado por la misma empresa de las balas que usa el francotirador (ver las noticias de La Verdad de los últimos meses). No es del mismo calibre (rifle frente a revólver), pero quizás ambos casos estén relacionados.
Belle Fleur
El local de la Bella Flor es un antro en casi toda la extensión de esa pequeña palabra. Luz tenue, ambiente cargado, muchas mesas para parejas, música empalagosa (hay apuestas para ver cuantas veces puede sonar la canción de Titanic en una noche) y mucho acero inoxidable y espejos ahumados. Todo muy de los 80 o 90. En las paredes hay una ecléctica decoración con referencias indirectas a galanes de cine y películas taquilleras del tipo «Lo que el Viento se Llevo».
En la barra, hay un joven risueño, apuesto, moreno que atenderá a los PJ con mucha amabilidad. [Nota: si quieres echarte algunas risas, haz que salude a algún PJ por su nombre]. Su nombre artístico es Armand (cree que a las mujeres les gusta), pero en realidad se llama Marcos Lucas. Tiene cierta empatía con las pobres mujeres que van a ese local. Según su teoría, ellas sólo buscan algo de comprensión y compañía, aunque por desgracia el local suele estar lleno de buitres y personas desalmadas. No, él nunca se aprovecharía de las pobres clientas (miente) y, además, las normas del local lo prohíben (eso es cierto). Si le enseñan una foto de la víctima (no una en la que esté muerta, que Armand es muy sensible), podrá señalarles algunos habituales del local con los que ella estuvo en las últimas semanas. Si los personajes le preguntan cómo es que lo recuerda, les explicará que ese es parte de su trabajo: velamos por la seguridad de nuestras clientes.
El primer sospechoso será Alejandro Zamora. Es un hombre casado (una TA de Descubrir delatará la marca del anillo en su dedo) que admitirá haber tomado unas copas con Carol, pero nunca se acostó con ella ni estuvo en su piso. Ella buscaba una relación estable, para tener hijos y él no podía dársela. Si le aprietan un poco, les confesará que está casado y les suplicará que no hablen con su mujer. Señalará al Mario Valletti como el más probable para haberse acostado con ella.
El segundo sospechoso, Vicente Alborgardo, es un divorciado bastante desesperado por encontrar una mujer e incluirla en su vida. Confesará haber tomado algunas copas con Carol e, incluso, haber ido con ella a cenar, pero no congeniaron. Les dirá que ella era demasiado independiente (se empeñaba en pagar su parte de la cena) para su gusto, él necesita una mujer más «dependiente». Les confesará que tenía un rollito raro con la magia y que sus amigas, a las que vio una vez de lejos (acompañaron a Carol a la primera cena, pero no entraron al restaurante para presentarse), le dieron muy mal rollo. Ustedes me entienden, verdad, esas mujeres que parecen capaces de arrancarte los ojos si no les abres la puerta del auto, pero que te pisarán los huevos si lo haces.
Mario Valletti, el tercer sospechoso, es el arquetipo del ligón italiano de las costas mediterráneas, alto, atractivo, de piel morena y cabello oscuro, ojos claros, músculos bien formados y un exótico acento extranjero ratificado por muchas interjecciones en plan «mamma mia», «non capito» y demás. En realidad, se llama Javier Cienfuentes, pero con ese nombre es más difícil ligar. Si hay alguna mujer en el grupo de PJ le tirará los tejos continuamente y salvo que los PJ se pongan algo rudos no abandonará su papel de italiano en ningún momento. Son tantas las mujeres de Mario Valletti que es molto difficile acordarse de una. Si le enseñan la foto de la mujer muerta, se derrumbará. Confesará que se llama Javier y que le cuesta mucho ligar con las mujeres. Sí, intentó liarse con Carol, pero no pasaron de una copa en el bar. La acompañó al coche, para ser un caballero, pero no se subió a él. Luego hizo lo que hace siempre, no volver al local hasta el día siguiente y que todos creyeran que Mario Valletti se había apuntado una nueva. (Sí, repugnante). También confesará que Carol buscaba una relación más duradera y que le habló muy mal de su ex. Todas hablan mal de su ex, explicará, pero ella le tenía algo de miedo.
Los tres sospechosos tendrán una buena cuartada para noche del 14 de Diciembre. Estaban en el local y Armand podrá confirmarlo.
El Círculo
El círculo, en realidad, son (eran) tres amigas un poco atolondradas que creían que en la vida debía haber algo más y practicaban rituales mágicos a la espera de que algo interesante les pasará. No, ellas, María y Silvia, no creen en la magia, pero Carol se la tomaba algo más en serio. Nunca fue algo que les preocupara, mientras no se liara con un demonio como su ex, no habría problemas.
María y Silvia se mostrarán bastante apenadas de la muerte de Carol y, sin dudarlo, señalarán a su marido, Ricardo Marán, como el asesino más probable. Él la odiaba, le contarán. Ella iba a divorciarse y el abogado le había dicho que podría sacarle hasta la mitad del dinero que había ganado con sus noveluchas. Le iba a arruinar y hacerle pagar todos los sacrificios no correspondidos que ella había hecho por él.
Le quitarán importancia a las visitas al Belle Fleur. Sólo iba para subirse un poco la moral, pero nunca se liaría con uno de esos perdedores. Ella tenía mucha más clase y hubiera podido elegir al hombre que quisiera, cuando quisiera. Sólo estaba esperando al divorcio.
Si les enseñan la foto del ritual, las mujeres no sabrán qué es de forma inmediata, pero si les dejan consultar algunos libros, les dirán que se trata de un ritual de purificación. El objetivo del mismo es limpiar de impurezas el cuerpo y ayudar en la concepción. Al parecer su amiga, descubrirán, se estaba preparando para tener un hijo. Eso las sorprenderá.
Si les preguntan dónde estaban la tarde del 14 de Diciembre, responderán sin dudarlo: ¡En el estreno del Hobbit! No necesitarán testigos, hay cientos de fotos de ellas en su Facebook con los trajes de elfas que llevaron a la premier. Unas 200 personas las vieron en el cine.
La pista rusa
Es posible que tus personajes, sobre todo si han leído las últimas informaciones de La Verdad, sepan que la mafia rusa está introduciéndose en Cunia. ¿Qué relación podría tener Carol con estos criminales? Aún no lo saben, pero las pistas parecen apuntar en esa dirección.
Nota: la bala con caracteres cirílicos fue un mal intento de despistar a los investigadores por parte del asesino. Si tus personajes siguen esta pista, es que no era tan mal intento.
Si los personajes no tienen experiencia con la mafia organizada de Cunia o con los rusos en concreto, podrán acudir a algún contacto (si lo tienen) o buscarlo por las calles (alguna TA Bajos Fondos). También pueden acudir a la policía y preguntar directamente a los expertos, tanto si son policías como detectives privados, les atenderán. Las cosas que podrán descubrir tras algunas pesquisas son:
- La munición del asesinato es la típica de los asesinos de la KGB, pero últimamente se han visto muchas armas y munición de ese tipo en las calles de Cunia. Parece que alguien en la Unión Soviética se está librando de los excedentes.
- Los asesinos de la KGB (o de la mafia rusa) no usan silenciadores caseros. Son unos profesionales.
- Hay un tipo, en la zona del polígono industrial que vende armas a particulares de origen ruso. Si alguien no profesional ha comprado un arma rusa, seguramente se la ha comprado a él. El tipo se llama Wladimir (pero no es su verdadero nombre). La policía no le ha detenido aún porque nunca le pillan con la mercancía, es un tipo astuto, pero presionándole un poco (y amenazándole) confesará que hay muchos tipos que compran armas y que él no sabe su nombre. Si le señalan al marido de la víctima, le reconocerá y afirmará haberle puesto en contacto con un tipo (miente) hace unos años (es verdad) que le vendió un arma rusa (es verdad). El tipo, que no sabe su nombre pero sabe que ha escrito una novela bastante exitosa de zombis, la compró porque es el arma que utiliza el protagonista de la novela y quería tener una para poder describirla bien. No, no ha leído la novela, le parece literatura barata, él sólo lee autores rusos (miente).
Ricardo Marán
Es posible que tus personajes conozcan al marido de Carol (una TA de Conocimientos si hiciera falta). Es un autor que saltó a la fama hace unos años con un libro titulado Zunia (un apocalipsis zombi en la ciudad de Cunia que fue un éxito de ventas; el libro es bastante dinámico y de fácil lectura, incluía algunos personajes relevantes de la ciudad como zombis lo que le daba cierta gracia a la lectura; su protagonista, un inmigrante ruso de la antigua KGB resultaba bastante creíble). Su segundo libro (Vunia, ¡vampiros en Cunia!) no fue un éxito y el tercero (Lumia, hombres lobo, ¡sigh!) fue un rotundo fracaso. La crítica cree que su primer libro fue casual y que es un escritor agotado y sin ninguna oportunidad para el futuro. «Vunia 2» su último manuscrito ni siquiera ha sido publicado.
Reconocerá que la relación con su mujer no pasaba por un buen momento (en general, él no pasa por un buen momento), pero dirá que no sabe nada de la demanda de divorcio. Se mostrará sorprendido e incluso comentará que siempre pensó que si volvía a publicar, las cosas se arreglarían con Carol. No es cierto, pero será difícil probarlo porque Carol aún no había presentado la demanda de divorcio; tenía intención de hacerlo y, posiblemente, se lo haya comentado, pero no hay constancia de ello en ningún sitio. Sería la palabra de las amigas de Carol contra la del marido.
Y sí, hay un seguro de vida del que él es beneficiario, pero todos, se defenderá, tenemos un seguro parecido si tenemos una vivienda hipotecada, como es el caso. Además, la cantidad (como puede confirmar el banco) no es muy grande. No es suficiente para matar.
El marido apuntará a las amigas locas de su mujer, al «aquelarre de brujas» las llamará. Están locas con sus chorradas mágicas. Seguro que se han metido en algún problema y Carol ha sido la que ha pagado por ello.
En este punto de nuestro caso, es posible que hayas llegado a la conclusión de que el marido es el asesino. Lo es, pero tiene una coartada muy sólida. En el momento del asesinato estaba en un tren camino de Valencia donde tenía una cita con su agente literario, cita que tuvo lugar (confirmado por el agente si le hacen una llamada). Lo del tren pueden confirmarlo con los billetes (él los enseñará sin problemas) y con las imágenes de seguridad en las que se le ve accediendo al andén. Las cámaras del andén no le cogen subiendo al tren, pero hay muchos ángulos muertos y mucha gente y no se puede asegurar que no subiera.
El marido sabía lo del divorcio y Carol le había dejado bastante claro que le iba a sacar todo lo que pudiera. Ricardo había ganado mucho dinero con su primera novela y el hecho de que lo hubiera despilfarrado sin control, no iba a convencer al juez de que no le pagara. Lo poco que tenía Ricardo iría a manos de su mujer y el se quedaría, literalmente, con lo puesto. Así sería imposible volver a levantar su carrera literaria que, para él, era lo más importante. Dentro de su retorcida mente, su mujer pasó a ser un obstáculo para su próximo best-seller y planeó su asesinato con cuidado. compró los billetes de tres y accedió al andén para que le grabaran las cámaras, pero una vez en el andén, se internó en el túnel y salió por una de las escaleras de emergencia, cerca de la cual había aparcado el coche. Fue a casa de su mujer (entró y salió por el garaje del que tenía llave), la pilló distraída con sus milongas mágicas y la mató por la espalda. Fue más sencillo de lo que había creído. Su idea era arrojar el casquillo para despistar a la policía (sin darse cuenta que podría llevarles hasta el tipejo que le vendió el arma hace unos años para ambientar su novela; tampoco conocía la diferencia entre el casquillo de una automática y el de un revólver). Tras el asesinato, se dirigió a la A-7 y fue a Valencia todo lo deprisa que pudo, aunque llegó un poco más tarde, pero aún así hizo la pantomima de salir de la estación y pillar un taxi hasta casa de su agente. A la vuelta, regresó en tren; el coche aún está en Valencia. Espera recogerlo cuando todo se tranquilice.
Pillando al asesino
Lo más importante es desmontar la coartada del marido. Pueden hacerlo de varias maneras:
- El agente literario confirmará que Ricardo Marán estuvo en la reunión, aunque llegó con media hora de retraso. No explicó porqué. La reunión la había pedido el propio Marán y había exigido que fuera ese día a esa hora, tampoco explicó porqué. Quería volver a insistir en su manuscrito, pero ninguna editorial estaba dispuesta a publicarlo. La reunión no sirvió para nada. El agente le dio palabras de ánimo y algunas sugerencias para futuras novelas, pero nada concluyente sacaron de la visita.
[Nota: puede hacerles sospechar que la reunión era una excusa para la coartada, aunque no es suficiente para detenerle].
- El revisor del tren no tiene anotado el billete en el viaje de ida. Los revisores anotan los billetes que han comprobado durante el trayecto del tren (una forma de comprobar que se lo han pedido a todo el mundo en las paradas intermedias). El de Ricardo Marán no está.
[Nota: él podría defenderse diciendo que al revisor se le olvidó anotarlo o se equivocó al hacerlo. Es una prueba circunstancial.]
- La Dirección General de Tráfico tiene imágenes del coche del acusado en los peajes de la A7 (en la hora que se suponía que estaba en el tren). En las imágenes no se ve al conductor con claridad, pero Ricardo Marán no podrá explicar que hacía su coche en el peaje y sugerirá que la fecha de las imágenes no es correcta.
[Nota: esta prueba es bastante concluyente, no demuestra que él la matara, pero permitirá que un juez autorice un registro de la casa del marido].
- El coche de Ricardo Marán está en Valencia aún. Lo que demuestra que fue en coche y volvió en tren. En su interior, está la pistola y la ropa del día del asesinato con rastros de pólvora. Pensaba deshacerse de ellas, pero como llegó tarde, no tuvo tiempo de hacerlo. Pensaba volver en unos días y deshacerse de todo. La pistola y la ropa son pruebas suficientes para meterle una temporadita en la cárcel.
Si los PJ revelan a Ricardo Marán los tres primeros descubrimientos, harán que se ponga nervioso. Los PJ tienen la manía de ir a hablar con los asesinos antes que con la policía o los jueces, pero si le amenazan con una orden de registro o le cuentan que su coartada no se sostiene, Ricardo intentará desembarazarse de las pruebas. Intentará ir a Valencia e intentará deshacerse de la ropa y la pistola. Los personajes podrían pillarle mientras lo intenta, lo que le incriminaría igualmente.