Pangea – La estrella caída

Resumen

Hace algunas drumas una luz cayó del cielo en las Cordilleras Blancas. Pronto, los expertos chamanes de la zona pusieron a prueba sus conocimientos de astrología* y geografía para saber el punto más exacto de impacto. Se ha determinado que ha caído en uno de los puntos más septentrionales de la cadena montañosa. En concreto en el área del lago Estrellado.

Por supuesto, se ha contratado a los personajes jugadores para que vean de qué se trata.

Antecedentes

La estrella que ha caído es un objeto de órbita cercana. No es raro que en el mundo de Pangea caigan este tipo de objetos (sobre todo por la existencia del extenso cinturón de asteroides del sistema en el que se encuentra el planeta). Suelen caer en zonas sin población o en los océanos. Pero esta vez, ha habido testigos.

Los ancianos y sabios del lugar piensan que esa luz es un objeto mágico de poder que podrán utilizar en su beneficio. Una profecía si así lo quieres, lector. Es obvio que nada van a encontrar fuera de lo normal, salvo un bonito cráter. Aunque hay alguna recompensa, como veremos.

Lugar de la aventura

La cordillera Blanca. Es la hora de tiradas de aguante y de trepar a tutiplén, amigos.

El lago Estrellado. Un lago de alta montaña rodeado de picos nevados. En el lugar de impacto se ha creado un cráter de tamaño respetable que aún está incandescente, aunque se puede caminar sin peligro ya que tras varias jornadas y el frío circundante ha ido apagando los fuegos.

Cómo implicar a los personajes jugadores

Si no llevas una campaña (en que puedes encajarla como mejor te venga) es tán fácil como que una tribu de las llanuras ha visto el portento y les elige como los exploradores, bien como presión de tribu («es lo que tenéis que hacer para el bienestar futuro de la tribu») o a cambio de materiales como pieles de abrigo, comida o armas bien manufacturadas.

Es importante que no les contrate una tribu dwaldur. En esta partida, son parte de las complicaciones.

Complicaciones

La ruta es sencilla. Es fácil orientarse con las estrellas de noche y con la geografía que les rodea hacia el punto concreto. Sin embargo, a tu partida de juego les puede pasar varias cosas muy interesantes:

¿Hemos dicho que orientarse es fácil? Pues sí, si eres un rastreador competente. Tiradas de rastrear con un -1GD de bonificación.

El tiempo. Hace frío (se acerca el invierno) y las lluvias no son infrecuentes, así como las nieblas. Tiradas de RESx3 para aguantar el frío. Tienes un magnífico ejemplo en las tablas del suplemento «Fuera del Grakin» sobre la supervivencia.

Animales salvajes. En esta partida no es recomendable atacarles con muchos animales, pero bueno. Una buena partida siempre tiene un enfrentamiento contra unos lobos hambrientos. La recompensa de las pieles y la carne compensarán el inconveniente. (Usa la plantilla de los Urgos del manual básico o los lobos de las llanuras del suplemento «Fuera del grakin» si necesitas estadísticas para la manada. Si te van las emociones fuertes y quieres meterles el encuentro en el lago, usa los muflones de ese suplemento. Son un reto suficiente).

Partidas de exploradores rivales. Humanos, sobre todo. Van a por lo mismo que los jugadores y son competidores directos. Ajusta la dificultad en función de lo tocados que estén los personajes jugadores. Serán siempre del tamaño del grupo + dos miembros adicionales.

Dwaldur. Los dwaldur saben que las estrellas que caen del cielo tienen un corazón de metal. Y es su deber sagrado ir a por él. Los dwaldur son duros y competentes. De hecho, deberían de ser el mayor reto de esta partida. Son listos, competentes en combate y difíciles de desmoralizar.

Recompensas

La que consigan en las luchas con los grupos antagonistas: pieles, armas de calidad media, etc.

En el centro del cráter se encuentra el corazón de la estrella. Es un mineral de pallasita, que pulida en las manos adecuadas brillará de manera sobrenatural y podrá ayudar en los rituales chamánicos con un grado menos de dificultad debido a la creencia de que es mágico y la confianza que eso genera.

La estrella caída

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