La vida a veces te regala momentos. Como ávido consumidor de ciencia ficción, series y juegos de rol, me encontré con uno de esos momentos regalados viendo la serie «The Expanse» que me encontré en @NetflixES por casualidad, y a eso vengo, a recomendaros la serie y hablaros de su trasfondo y de sus tecnologías. Pero tranquilos, no haré spoilers.
Naves mineras de agua y oxígeno, generaciones de humanos que no han pisado la Tierra a las que llaman los cinturonianos y que continuamente envían los resultados de sus peligrosas tareas de minería a la Tierra, regida por la ONU o a Marte, un superpotencia militar emancipada de la Tierra.
Y con un SOS recibido en una de esas naves mineras «La Canterbury» arranca la serie, y poco a poco te va atrapando en un universo de pre-expansión humana, con su guerra fría de fondo, pero omnipresente y su concepto de esclavitud junto a la lucha de clases actualizado.
Sin embargo, no pasa mucho antes de recordar situaciones de mi partida dominguera de EXO 3464, y algunas sensaciones después, estoy preocupado por lo que parece ser una cámara en nuestro salón de juego habitual, aunque eso es otra historia…. El asunto es que vengo a recomendaros la serie, y sin hacer spoilers, a contaros algunos detalles de los que me gustaron y otros que simplemente me recordaron a EXO y mis partidas:
- – Las naves tienen casi una especie de vida propia y su propio carisma. La Canterbury o Rocinante son ejemplos.
- – Las batallas espaciales no son con tecnología láser y un botón que diga «auto» delegado a los ordenadores de la nave. Al contrario, la vieja balística, y las velocidades – por debajo de la velocidad de la luz- y tu posición en el espacio hacen batallas en las el cálculo de trayectorias, y la intuición de modelos armamentísticos del enemigo lo es todo.
- – Si se cae internet. Te aburres.
- – Si olvidas tu traje de vacío, puedes morir. Si haces el tonto con uno puesto, lo puedes romper, y… puedes morir.
- – Unidades médicas en las naves que demuestran que la medicina será la estrella de la revolución tecnológica.
- – Unidades médicas que son caras y solo están en la nave, así que, pase lo que pase, tienes que llegar a esa unidad médica antes de morir: desangrado, por radiación, etc..
- – Biológicamente importa dónde has nacido. Si llevas toda tu vida en el cinturón, y tus padres también lo eran, es poco probable que puedas pasar un fin de semana romántico en el Caribe. Es más, la gravedad se encargará de que hasta respirar duela.
- – La guerra fría, y la trama, me recordó en muchas ocasiones a esas partidas en las que las respuestas a preguntas concretas y cotidianas dependen de si estas en el Sector Libertad, en Vettera o en un brazo del Alfeiron.
- – El mejor «campo gravitacional» individual del mundo es un suelo de metal, y unas botas con un electroimán.
- – Virus que parecen de manufactura Iroendi.
- – Esa sensación de compartir misión con unos compañeros ocasionales y no saber nunca quién es bueno, quien malo, quien un espía o quien un RFPero a muerte, y tener que dejar tu vida en sus manos.
- – A veces, la mejor manera de presentar batalla, es sobrevivir.
Y un sinfín de detalles más que han hecho que espere ansioso una segunda temporada y que ha pasado directamente a mis indispensables. Además, me ha recordado casi constantemente a ciertas decisiones y mecánicas de EXO, y quizás por ello, me ha recordado algunos momentos de partidas vividas con viejos amigos y enemigos, porque como «The Expanse», como en EXO, nada es lo que parece, y los grandes intereses, lo que desconoces, las limitaciones de la tecnología y el cómo te desenvuelvas entre todo ello, puede matarte o involucrarte sobremanera en lo que podría ser un momento de singularidad.
Si te ha gustado quizá deberías probar a leer los libros. El primero, El Despertar del Leviatan, se ha publicado ya en castellano. En inglés hay ya cinco tomos con el sexto en camino.
Muchas gracias por la sugerencia. Anotada en la lista de deseos.
Respaldo lo dicho por Inad. La serie adapta los libros bastante bien, pero como es normal se dejan cosas por el camino. El sexto, por cierto, ya esta publicado desde mediados de diciembre.
Esperemos que se animen a seguir con su publicacion en castellano, es una gran saga.
Yo, esta serie, la puse un día de esos que no sabes que ver y le das a la primera serie cuya portada te llama un poco la atención, y… me vi la primera temporada en cosa de dos días… y cada capítulo, cada escena, cada fotograma, era como un mensaje subliminal que decía ‘EXO, EXO, EXO…’
PD: Me pasa algo parecido con ‘El hobbit’, que cada vez que veo a tanto enano junto me entran unas ganas inefables de jugar al ‘Dwarf fortress’…