autor: Roberta Alias

Espectacular Semana Azul

Según las autoridades, la Semana Azul de Cunia, la semana de festividades de la ciudad y que todos los años atrae a cientos de miles de visitantes, ha sido un rotundo éxito. La participación en las regatas del puerto ha sido mayor que la del año pasado y la presencia de grandes yates de lujo en el desfile inaugural de la Semana ha superado el de años anteriores. El campeonato de póker, con una inscripción de 5000 euros, ha superado los 6000 inscritos y el premio al ganador ha sido el más elevado hasta la fecha. Daniella Mallas ha sido la ganadora del campeonato (y condecorada como la reina del póker de Cunia 2012). Como en años anteriores, el evento de la montería, donde se abatieron decenas de jabalíes y varios alces, ha sido el más criticado por los grupos ecologistas.

El ayuntamiento está muy contento con el resultado de la fiesta y así lo ha manifestado en un bando especial que publicó a la conclusión de las mismas. Fuentes no oficiales aseguran que los ingresos en la ciudad han sido espectaculares y, además, han abierto vías de negocio futuro para el resto del año. No se debe olvidar que la Semana Azul de Cunia, además de una fiesta popular llena de torneos deportivos, espectáculos y casetas de feria, es un centro de negocio. Algunas de las personas más influyentes, política y económicamente, pasan unos días en la ciudad cerrando acuerdos comerciales.

Paliza a un comerciante del barrio Andaluz

A pesar de que el agredido no ha querido presentar ninguna denuncia, la fiscalía federal ha abierto una investigación de la paliza recibida por el dueño de una frutaría. Dos desconocidos, encapuchados, entraron en la tienda y sin mediar palabra ni provocación, comenzaron a golpear al dueño, ignorando a los otros dos dependientes y a las personas que se encontraban en la tienda. El dueño, de origen pakistaní, no ha querido acudir a la policía, pero la fiscalía no descarta que se trate de una agresión racista. Vecinos del barrio consultados por La Verdad aseguran que no es la primera paliza de este tipo en el barrio y que, al parecer, sólo ocurre a comerciantes con deudas con algunos bancos.

Sigue sin identificarse a Juan

El niño hallado en la calle con una recortada de supuesto origen maliense sigue sin ser identificado. La policía ha perdido la esperanza de encontrar con vida a las personas supuestamente agredidas, pero intenta identificar al muchacho para aclarar los hechos. Su foto aparecerá en varios medios de comunicación, de Cunia y del resto de España, y también se ha enviado a la Interpol y a otras agencias internacionales. El retraso de varias semanas en esta medida ha sido debido a la denuncia de una ONG ante el uso de las imágenes del menor sin la autorización de sus tutores legales. Ha sido necesario que un juez dictaminara, con carácter de urgencia, un tutelaje provisional de los Servicios Sociales para que estos aprobaran la publicación de la fotografía. Se da la circunstancia que la ONG no es española, sino que tiene su sede en Rusia, en concreto en la ciudad de Volgogrado.

Redada fallida en una tienda de «Compro Oro»

La policía federal intervino ayer en una tienda de «compro oro» del barrio Gótico ante la denuncia de que en dicha tienda se traficaba con objetos robados. Sin embargo, tras el registro, la policía no detectó ninguna pieza sospechosa y su dueño, Alexei Volgarov, tenía todas las piezas en regla con su correspondiente factura de adquisición. Se da la circunstancia que el dueño ha comprado el negocio recientemente y la policía cree que las actividades ilícitas las podría haber realizado el anterior dueño (que, por otro lado, murió en un accidente de coche meses atrás).

Muere en la cárcel Gabriel Herrán

Nuestros lectores recordarán el nombre de este convicto porque en los años 80 fue capturado en una operación conjunta de la policía federal y de la Guardia Civil. Fue una de las primeras actuaciones sonadas de la policía federal en esos años y desmanteló un grupo de atracadores de sucursales bancarias más violentos de la historia de la ciudad. Gabriel Herrán, que tenía 63 años en el momento de su muerte, se había convertido, según las fuentes de la cárcel, en el hombre fuerte dentro de la misma. Controlaba al resto de los presos con la misma violencia y mano dura con la que, en su día, atracaba bancos y muchos incidentes violentos de los últimos años tenían en él a su autor intelectual (aunque nunca se pudo demostrar). A falta de una autopsia oficial, las primeras informaciones apuntan a que murió de una insuficiencia respiratoria. Según su expediente, Gabriel, debido a su excesivo peso, padecía de apneas nocturnas y eso le habría provocado la muerte.

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