Autor: Sergio Jurado
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Los constructores de la selva son una de esas especies de difícil clasificación científica. La polémica les acompaña desde el mismo momento de su descubrimiento, ya que para muchos etólogos humanos se trata de una especie inteligente, pese a que sus descubridores tyranos son meros animales (opinión fuertemente condicionada por su tendencia a identificar Inteligencia con capacidad Psi).
Los constructores son simios de mediano tamaño (hasta 120 cm de altura) cubiertos con un crespo pelo anaranjado. De constitución ligera, están dotados de fuertes brazos que les permiten moverse con agilidad por las ramas de los árboles. Poseen cuatro dedos prensiles en manos y pies y, a diferencia de otros monos arborícolas, carecen de cola. Su rasgo físico más distintivo son sus tres ojos y la expresividad de su mirada.
Los constructores son originarios del planeta Saito, dentro de las fronteras del Imperio Tyrano. Viven en las junglas calurosas de la franja tropical de su planeta natal. Su nombre les viene de su habilidad para construir auténticas «casas en los árboles», hechas con ramaje y compartimentadas en distintas habitaciones destinadas a distintos usos: una cámara principal para el macho, una segunda dedicada a las hembras y crías, y una tercera destinada a ser el almacén de alimentos para el invierno.
Viven en pequeños grupos formados por un único macho y entre una y tres hembras junto a sus crías. Son omnívoros, y aunque si bien la mayor parte de su alimentación proviene de la recogida de fruta, brotes tiernos y miel de corteza, que acumulan de cara a la estación fría. Ocasionalmente también cazan pájaros y otros pequeños animales para complementar su dieta. Generalmente permanecen bastante tiempo subidos a los árboles, puesto que la superficie de su planeta es el hogar de feroces depredadores.
Otro rasgo característico de los constructores es que emplean toscas herramientas, es decir, palos y porras, para romper la gruesa cáscara de algunos frutos, hurgar en huecos en busca de miel, etc. También emplean ramas gruesas para defenderse de los depredadores, a modo de porra. Sin embargo, no han dado el salto de afilar los palos para fabricar lanzas.
Pese a todos estos síntomas de inteligencia, la peculiaridad más sorprendente de los constructores y la que realmente divide a los científicos es su capacidad para imitar sonidos y recordar y repetir conversaciones con una fidelidad asombrosa, así como para imitar comportamientos. Cualquier cosa que se diga delante de un constructor será memorizada y, probablemente, repetida en voz alta en el momento más inoportuno posible. De hecho, parecen tener un don para repetir conversaciones privadas justo ante quien no debería oírlas.
Pese a todo, los constructores son bastante apreciados como mascotas entre las castas manual y de servicios tyranas, por lo que pueden ser encontrados en muchos lugares del imperio. En el pasado, muchos comerciantes humanos han visitado Saito y se han llevado ejemplares a su hogar, por lo que también son relativamente frecuentes en el territorio de la antigua Oeon.
DATOS PARA EXO
MUNDOS QUE HABITA: Varios, especialmente en el espacio tyrano y Oeon
HÁBITAT: Cualquiera
TIPO: Mamífero
ALIMENTACIÓN: Omnívoro
Características
CUERPO: H+2
DESTREZA: M+6
INTELIGENCIA: V+4
PRESENCIA: F+4
INSTINTO: L+2
PSI: A
Habilidades:
Correr 8
Escalar 14
Saltar 12
Armas contundentes 8
Pelea 10
Imitar 6
Capacidades especiales:
Parlotear: los constructores son capaces de memorizar y repetir tantas frases como su valor de Inteligencia. A veces olvidan una y aprenden otra. Asusta ver lo acertadamente que emplean dichas frases para contestar a quienes les hablan.
Imitación: los ágiles dedos de los constructores les permiten manipular objetos e imitar gestos y acciones. Por ejemplo, si ven a alguien esgrimir una pistola y luego se hacen con una, sabrán cómo deben sostenerla y qué hacer con ella…
Reacción
Amistosos (-1GD a las TA de reacción).