Editorial

Uno de los miembros de nuestro grupo de juego tiene un hijo. Siempre nos ha acompañado en nuestras locuras adultas (que no comentaremos aquí) con la resignación de quién sabe que aún no le dejan elegir; ¡otra tarde con esta panda de asilvestrados cerveceros! Hace unas semanas acompañó a su padre a una de nuestras partidas de rol. Ya habíamos jugado a rol delante de él en otras ocasiones, pero era más pequeño. De todas formas, nos conoce y vino armado con su PSP dispuesto a no perder la tarde. Lo malo de esas maquinitas es que se les acaba la batería en el peor momento y si no te has llevado el cargador, ¿qué otra cosa puedes hacer que mirar esa cosa que están haciendo tu padre y sus amigos?

El domingo siguiente se vino a jugar con un personaje recién hecho y muchas ganas de repartir mandoblazos a diestro y siniestro. Muchos en la mesa le triplicamos edad y aunque yo pensé que eso podía ser un problema, no lo ha sido; todo lo contrario, jugar con él es muy refrescante. Una buena experiencia.

Resulta que la fecha de publicación de la revista de este mes, el 16, coincide con su cumpleaños. Así que, con vuestro permiso, ¡Feliz Cumpleaños! ¡Y bienvenido al rol!