Número: 70. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
- Buen día, les habla Amanda Fernández y esto es "20 horas con..."
...Hoy tenemos la enorme suerte de contar en el plató con una de las personas de más prestigio y fama de mi profesión, además de una de las más atractivas: Gigi Ciccerone. ¿Crees que hoy seré la mujer más envidiada de la galaxia?
- La segunda tal vez -contesta Gigi con aplomo y una amplia sonrisa- no te olvides de mi pareja.
- ¡Oh sí! -Responde traviesamente la presentadora de la galaxia-. Espero que ella me perdone... Pero no hemos traído a Gigi a nuestros estudios para hablar de su increíble atractivo...
...Después de pasar un tiempo en los sectores fronterizos, tengo entendido que acabas de regresar de la Unión de Pueblos Libres, ¿es cierto?
- Sí, he pasado unos días allí.
- ¿Negocios o placer?
- Conocimiento.
- El equipo de "20 horas con..." también ha decidido pasarse por la UPL para conocer un poco más a esta nación tan reciente.
- Damián, ¿qué puedes adelantarnos?
- Hola Amanda, parece como si hubiéramos venido el día de la Fiesta Mayor de la UPL. Las calles están literalmente tomadas por millones de seguidores que se debaten desde el patriotismo más encendido a la religiosidad más fervorosa. Es difícil saber si se dirigen a un mitin o a una celebración.
- Religión y política son dos términos sinónimos en la UPL -apunta Gigi.
- Damián, ¿los manifestantes son humanos?
- La mayoría sí, Amanda. Veo también eisil, pero muchos de ellos lucen brazaletes de organización.
- Parece extraño, Gigi, -comenta Amanda- que un pueblo que hace pocos años tenía un régimen antirreligioso haya caído en tanta religiosidad.
- Hay que verlo desde dos puntos de vista. Para los eisil, Ceimar, la skardar, es el "enviado" que llevan eones esperando. Ellos nunca fueron de Oeon en realidad y nunca perdieron su religión. En el caso de los humanos, Amanda, se trata más de populismo que de religión. Kennell les salvó de algo parecido a los Años Oscuros. Lo que los humanos del Pueblo Libre sienten por Kennell es un profundo agradecimiento.
- ¿Ha sido casualidad o siempre están conmemorando algo?
- La presencia de Ceimar en actos públicos es bastante frecuente, pero no creo que ellos lo consideren una celebración, creo que lo correcto sería hablar de comunión.
- Curioso concepto. Damián, ¿puedes aportarnos algo más?
- Como puedes ver Amanda, la plaza está llena de gente. Es difícil calcular un número aproximado, pero creo que supera los 2 millones de personas y a esto habría que añadir los millones de personas que abarrotan las calles de acceso al recinto y que, me temo, ya no podrán entrar.
"Nos comenta un compañero de un servicio de noticias de La Marca que las celebraciones son habituales en este lugar, pero que nunca antes había visto tanta gente. Muchos prefieren quedarse en casa viéndolo por holovisión, pero, al parecer, lo de esta noche será importante y todos quieren ser testigos directos de los acontecimientos. Escucha:
- Mi emtradre no tiene capacidad para filtrar todas las conversaciones que recibe y es un galimatías ininteligible. Entiendo algunas palabras sueltas, pero me es difícil poder decirte de qué están hablando. Esperan algo, eso es indudable.
- Quienes son -pregunta Amanda a Gigi- los guardaespaldas de la plataforma. Son la famosa Guardia Skardar.
- No. La Guardia Skardar es una milicia, no son soldados profesionales y no tienen la responsabilidad de proteger a Ceimar y a Kennell. Lo que ves ahí es la élite de la U.P.L. Los llaman el Escudo y dicen que son auténticas máquinas de combatir. Fíjate en su cintura...
...esa es la "kablal". Es un arma ritual que todos los miembros del Escudo aprenden a manejar. Por lo que he podido averiguar, se trata de una especie de vibrofilo de unos 50 centímetros de longitud. Dicen que es capaz de atravesar las armaduras iroiendi como si fueran mantequilla, pero creo que es una exageración. También dicen que son poderosos psiónicos.
- Parece como si Kennell y Ceimar tuvieran miedo de algo con ese "escudo" a su alrededor.
- Supongo que es difícil controlar la pasión y la corrección de millones de personas. Podrían dar sus discursos con la plataforma a más altura o desde el balcón del edificio presidencial como hacemos nosotros, pero parece ser que a ellos les gusta la proximidad.
- En cualquier caso, no parece conveniente disgustarles...
- La guerra ha comenzado
- No sé si la cámara recoge lo que están emitiendo.
- Sí, Damián, lo vemos perfectamente. No te preocupes.
- ¿Qué hemos visto, Gigi? -se oyó la voz de Amanda en el plató.
- No..., no lo sé...