Número: 70. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Desde joven se ha ganado la vida en las calles, su padre le enseñó todas las técnicas y habilidades del oficio, así como toda la gente importante para poder desempeñarlo. Cuando creció, y después de haber pasado un par de veces por la cárcel, se dio cuenta de que aquello no terminaba de compensar, su padre había pasado más de media vida metido en la cárcel y él iba por el mismo camino, así que decidió de cambiar de tercio y dedicarse a utilizar sus habilidades de una manera más honrada.
Una noche de fiesta, cuando comentó a sus amigos próximos que dejaba el negocio, le preguntaron de cachondeo si pensaba dedicarse a ser policía, entonces se le ocurrió lo de detective, le iba a costar un poco acostumbrarse a hacer las cosas de una manera legal, pero bueno, no tenía por qué cambiar de golpe.
Al poco de ser contratado por Juan Carlos recibió una llamada de José Luis Molina, uno de los dirigentes de la banda de los Latinos (el único con estudios y que tiene fama de ser un poco blando para ser el próximo líder). José Luis le dijo a Carlos que los Latinos habían sido perjudicados en el caso para el que le acababan de contratar, por lo que si descubría en algún momento que aquello no había sido fortuito, o que los metropolitanos o cualquier otro estuvieran por el medio, que le informara inmediatamente, esa información le proporcionaría 6.000€, y otros 3.000€ si conseguía despistar a los otros detectives y les dejaba terreno despejado para poder solucionar las cosas a su modo.
Este joven que ha vivido sus 26 años de vida en las calles y en su profesión lo mejor es pasar desapercibido. Con sus 172 cm. de altura no le cuesta pasar desapercibido como cualquier otro ciudadano medio. Está en forma pero tampoco tiene un aspecto demasiado imponente con lo cual se oculta entre las multitudes sin problemas.
Tiene un cabello castaño lacio y unos ojos marrones a juego, a veces lleva gafas pero no las necesita. Su forma de vestir suele ser muy discreta, aunque normalmente siempre lleva prendas con muchos bolsillos donde puede ocultar cualquier cosa que caiga a su alcance.
Tiene una voz bastante suave pero no puede evitar un cierto tono agudo cuando tiene miedo o se emociona demasiado contando algo.
Carlos es un personaje sin demasiado respeto a la justicia (hace lo que puede), sin espíritu de grupo (siempre trabaja solo, pero esta vez tendrá que hacer lo posible por aguantarlos), muy desconfiado (eso lo ha mantenido vivo), que odia las armas de fuego y que adora el dinero y los lujos.
Suele ser demasiado exagerado al contar cosas hasta el punto de hacerlas casi inverosímiles, no es muy bueno en trato de la gente porque no se fía de ellos y él tampoco consigue hacerse muy creíble.