Número: 237.     4ª época.     Año XXII     ISSN: 1989-6289

237 > Ambientación > Callejero > La casa de Cernuda (RN). Por: Jacobo Peña Conversa

 

La casa de Cernuda

Jocelyn Erskine-Kellie (2018). «House in Kotor» Licencia Atribución-Compartir igual

Jocelyn Erskine-Kellie (2018). «House in Kotor» Licencia Atribución-Compartir igual

En el barrio Latino existe una pequeña casa de piedra propiedad de doña María Luisa Contreras, una anciana que parece inmortal, aunque cada vez el peso de los años es más evidente en ella. Tiene dos hijas preparadas para tomar el relevo del negocio pero de momento, ella sigue queriendo encargarse.

María Luisa afirma, aunque no hay datos claros de ello, que en la casa de la que es propietaria vivió Luis Cernuda durante unos meses y que recibió allí la visita de Federico García Lorca. Puedes ver la referencia a esta vivienda en el manual básico pero en este artículo ampliamos la información.

En la actualidad la «casa de Cernuda» se alquila a visitantes como una vivienda turística. Está decorada para reflejar el estilo de principios del siglo XX, aunque con el tiempo María Luisa ha ido incluyendo suficientes comodidades como para que sea un lugar popular para el visitante de Cunia. Bueno, para el que no ande escaso de dinero porque desde luego María Luisa no alquila su casa por una cantidad pequeña. Su situación en una de las zonas arquitectónicamente más bellas de la ciudad, y más tranquilas, el ser una casa independiente y el supuesto valor histórico, añaden unos cuantos euros a cada noche de estancia.

La casa tiene dos plantas y un desván, aunque este está cerrado a los visitantes. La planta baja incluye un salón comedor, una cocina de piedra pero con electrodomésticos recién comprados, un baño y un despacho. Este último es el que más exactamente está decorado como lo habría estado el de un escritor de principios del siglo XX. María Luisa permite utilizarlo, pero exige que no entren en él niños o cualquier persona con calzado de calle, y que no se usen ningunos de los materiales que hay en él. Así que en la práctica es una sala de lectura y, ocasionalmente, como veremos, lugar para realizar entrevistas de trabajo.

La planta superior tiene dos dormitorios grandes y uno pequeño además de un segundo baño. Este último tuvo una bañera que ha sido sustituida por una ducha con todas las modernidades. La casa tiene aire acondicionado y suelos radiantes, luces regulables... Desde luego es un lugar muy cómodo a la vez que con encanto.

La rumorología del barrio atribuye a María Luisa alguna conexión con alguien con dinero. De hecho, muchos piensan que ella no es la verdadera propietaria del edificio sino que solo lo gestiona, ya que la inversión realizada en la reforma les parece demasiado alta para haber salido solo del monedero de la anciana o sus hijas.

En parte tienen razón: el dinero de la reforma no provino de María Luisa. Quian pagó la reforma y ahora tiene derecho a usar esa casa siempre que lo desee, aunque solo unas semanas al año y siempre en temporada baja, es la agencia de detectives Tinkerton.

El uso que hace la agencia de esta casa es muy variado. El más sencillo es tener reuniones discretas con clientes o con aspirantes a trabajar en la agencia a los que no se quiere revelar quién está detrás de la oferta. También suelen procurar que visitantes de la ciudad a los que deben vigilar acaben reservando con doña María Luisa, aunque sea pagando ellos una rebaja en el precio. Para aprovechar este uso al máximo, tienen la casa trufada de micrófonos.

El último uso es el más original. Una vez al año, realizan en la casa de Cernuda una reunión del personal de la agencia. En dicha reunión los jefes organizan una suerte de «murder party» o fiesta del crimen, en la que plantean un caso hipotético a sus empleados. La resolución del mismo requiere de inteligencia, colaboración y búsqueda de pistas a escondidas por la casa. Los materiales para realizar el evento se guardan de año en año en el desván de María Luisa, junto con muebles viejos de la señora. Por cierto, en uno de esos muebles, sin que la señora Contreras lo sepa, hay documentación que explica por qué esta casa se relacionó en su día con Cernuda y que confirma o desmiente si pasó allí una temporada.

Este juego de la Tinkerton sirve para levantar la moral de los empleados año a año. Además, hay siempre interesantes premios para los ganadores.

El contenido concreto de estas actividades de la agencia son desconocidas para María Luisa, a la que solo le importa lo que puede cobrar gracias a la reforma, y cobrar cuando corresponde los pagos de la agencia. Sin embargo a la anciana le gusta mucho presumir de qué personas pasan por su casa, aunque ella asegura ser muy discreta. Es cuestión de tiempo que alguien ate cabos y acabe dándose cuenta de que quien se aloja allí acaba estando relacionado de una manera o de otra con las investigaciones de la Pinkerton. En ese momento la agencia deberá actuar para evitar que les descubran o quizás incluso cambiar de localización permanentemente. Dado que varios de los afectados son clientes de la agencia Sol y Luna, se podría producir un agrio enfrentamiento entre ambas organizaciones.