Número: 205. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
La Moza Cantarina es una taberna ubicada en la zona del puerto de Ôs. Se trata de una casa de dos plantas, la primera construida en piedra y la segunda en madera, de buen tamaño, y un sótano almacén. La planta baja tiene la cocina, los aposentos de los propietarios, y un pequeño salón con barra; la segunda planta es un enorme salón lleno de mesas para sentarse a beber y comer, y una pequeña sala que se puede alquilar para reuniones privadas, que de continuo no está disponible para su uso. Esta taberna, una de las favoritas de los marineros que arriban a la ciudad, está limpia, es cálida y ofrece buena comida. La taberna pertenece a Maeve Peloestrellado, una elfa Ôsiana de nacimiento.
El negocio tiene fama por la propia hija de Maeve, la semielfa Corina Rioazul, quien tiene una voz portentosa y todas las noches anima la velada con sus canciones. La chica, de gran belleza, no le faltan pretendientes, pero de momento ha valorado su independencia y no parece que en un futuro próximo vaya a cambiar de opinión.
Junto a Maeve está Portland, su marido, un humano, ya entrado en años, que aun guarda el porte militar de cuando fue soldado del Reino de Corus en su juventud. Él se ocupa de la cocina, junto a su esposa, y supervisa la fermentación de la especialidad de la casa, conocida simplemente como El Cantarín, un vino dulzón con matices a frutas silvestres. Para atender las mesas de las dos plantas tienen contratados a Emma y a Rolf, un matrimonio enano que hacen las veces, también, de guardas.
La taberna está limpia, la comida es decente y los precios son adecuados. El vino de la casa es una de las bebidas favoritas de los parroquianos. En el cartel en la puerta hay un mensaje muy claro: Se buscan clientes sobrios con dinero, abstenerse los ebrios y los tacaños.
Maeve pertenece a una cofradía de magos, conocida como El Aquelarre, que se dedica al tráfico de personas y contrabando de magia a través de unos portales de teletransporte por todo Eriloe.
La Moza Cantarina tiene un segundo sótano secreto donde Maeve, sin conocimiento de su familia, ha montado un laboratorio mágico completamente equipado, y un tercer sótano con un portal de teletransporte junto a varios almacenes y algunas habitaciones para los viajeros ocasionales.
Los dispositivos mágicos funcionan con una combinación de runas geománticas que marcan la posición geográfica del destino. Si hay un portal al otro lado, se activa la magia de forma segura. Si las coordenadas no coinciden con otro, existe el riesgo de ser transportado a cualquier parte, como puede ser dentro de un bosque, en mitad del vacío, o en la boca de un monstruo.
Las coordenadas conocidas por Maeve son tres: la mancebía del Escarabajo de Oro, en Alcázar de la Vega; una tienda de lanas en Istionar; y un almacén portuario en Costa Mina. Cada custodio de uno de estos artefactos tiene un acceso limitado a la red, para evitar que, en caso de ser descubiertos, toda la red sea comprometida. Sin embargo, la elfa sospecha que hay un portal primigenio, que es el que da energía y cohesión a toda la red. Quizás si unos aventureros consiguiesen ganarse su confianza, podría contratarlos para averiguarlo.