Número: 155. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Como saben los cuervos de Taga...
El chamán de la tribu de los Helechos ha considerado que Sabaal estaba preparado para recibir su tótem. Algunos ogros vecinos consideran un poco precipitada la ceremonia, pero no han expresado su disconformidad porque nadie quiere enemistarse con el "devorador de serpientes". El chamán, tras recoger todos los materiales necesarios, incluyendo el hongo matamoscas, se sentó a meditar frente al muchacho. Tras una noche y una mañana en la que ambos estuvieron inmóviles viajando por el reino de los espíritus, volvieron. El joven sonreía y el chamán jadeaba por el esfuerzo; un mechón de su cabello se había vuelto blanco. Tras un silencio en el que se congregó parte de la tribu, el chamán comunicó el tótem del muchacho: el fuego. Aquella revelación ha sorprendido a muchos y no se recuerda a nadie que tuviera un tótem semejante desde los Días Antiguos, cuando los ogros creían que el fuego era un animal que lo devoraba todo y que no tenía cuidado de reservar nada para el invierno.
El niño superviviente del Punto Rojo sufrió un enfriamiento al bañarse en las frías aguas del río, lo que le llevó a pasar varios días en cama bajo los cuidados del chamán. Este consiguió que la fiebre se redujera y que el niño se salvara, pero mientras estuvo enfermo el pánico se apoderó del grakin de Tamora. Todos creían, a pesar de las explicaciones del jefe de la tribu, que la enfermedad era el Punto Rojo y que pronto estarían todos enfermos. Algunos intentaron abandonar el grakin, pero los guerreros, bajos las órdenes del jefe, lo impidieron. Si era el Punto Rojo, razonó el jefe, mejor si no extendían la enfermedad. Tras el susto, se han alzado algunas voces contra el jefe y su egoísta actitud.
Las esperanzas de los dwandir de que la oscura amenaza que se mueve por su bosque desapareciera sola no se han cumplido; tampoco se sabe nada del Elegido de la Taga que acabará con ella según las enseñanzas de los chamanes. Algunos miembros del pueblo de los bosques creen que el enviado de Taga puede ser de cualquier especie y solicitan que se abran los caminos a los extranjeros, pero la tradición de este pueblo es fuerte y permanecen cerrados. Se ha extendido la creencia que la Sombra que Camina podría ser un extranjero que sorteara su vigilancia y se volviera loco en el interior de la foresta.
Durante bastantes latidos de corazón, el sol se ha mostrado azul en el amanecer en buena parte de Pangea. En muchos lugares ha cundido el pánico pues creían que el Wukran estaba robándoles el sol y que el azul era el último color que le quedaba antes de volverse negro, pero muchos han sido los chamanes que han realizado rituales para defender a Taga y expulsar los malos espíritus; tras un puño de combates espirituales, el sol ha vuelto a brillar con total intensidad y la amenaza del sol azul ha desaparecido. Los chamanes han recomendado hacer ofrendas al sol para darle las gracias por sus dones y para que sepa que los habitantes de Pangea son conscientes de su presencia.
Todas las noticias comentadas por el Sabio del Desierto han sido grabadas en la estela y son para el juego Pangea. Los Guardianes de la Roca recorren los caminos y los grakines de esta tierra primigenia y le notifican los acontecimientos al viejo tallador. Todas ellas son fruto de las partidas realizadas por los jugadores de Pangea o por el equipo creativo de la propia editorial. El viejo chamán las cuenta en las noches en torno al hogar con la intención de dar puntos de apoyo a la continuación o al desarrollo de las partidas. Si quieres comunicarnos alguna noticia sucedida en tu mesa de juego, envíanos un mail.