Estas son fechas en las que uno tiende a analizar lo que ha hecho en el año y a preparar lo que hará en el siguiente año; no descarto hacerlo en próximos días, pero este pensamiento ha llevado a Exo, a cómo se celebraría el fin de año en una nación galáctica en la que cada planeta gira como le place, ello a cómo viajan las noticias y, finalmente, a esta entrada del diario.
En la galaxia de Exo existe la comunicación instantánea que llamamos EPR. No es algo al alcance de todo el mundo, pero no es tan extraño como para no poder afirmar que las noticias viajan de un planeta a otro a gran velocidad (cercana al infinito). Por otro lado, las cosas materiales, las personas y las mercancías, no viajan tan deprisa, aunque sí lo suficientemente rápido como para permitir la jugabilidad en el tono «space opera» que pretendíamos darle a la ambientación.
La consecuencia de lo anterior es que se crea un interesante desfase temporal entre la noticia y sus consecuencias que comparo con el rayo y el trueno. En un planeta podría estallar una epidemia de una enfermedad mortal y toda la galaxia podría enterarse de su existencia en cuestión de minutos, pero las primeras naves con refugiados (o enfermos) tardarían horas, días o semanas en llegar a los sistemas vecinos, lo mismo que tardaría la ayuda en llegar al origen del problema. La escena final de la versión extendida de El Retorno del Jedi podría tener lugar en el universo Exo (todos los planetas celebrando a la vez la muerte del Emperador), pero los fragmentos de la Estrella de la Muerte tardarían un poco en llegar a los mercados como recuerdos para turistas.
Pensando en estos días en un suplemento que recopile todas las noticias del 3470 y las comente con sus antecedentes, sus consecuencias y, si es posible, con ideas de aventuras, me he dado cuenta que, a veces, este desfase temporal da pie a algunas interesantes aventuras contra el tiempo. Cuando los tyranos atacaron un planeta de La Marca, ¿os imagináis los sistemas vecinos preguntándose si serían los siguientes? Tengo la sensación de que los creadores de Exo, lo que incluye los grupos de juego, no nos aprovechamos lo suficiente de «el rayo y el trueno». Me ha parecido oportuno comentarlo en este diario.