Ayer tuve que decir que no a una persona que nos había mandado un juego de rol para publicar. Tenía casi 400 páginas y el trabajo que había detrás de él, además de bueno, era intenso. Decir que no siempre es desagradable, pero decir que no a algo que podría funcionar en manos de otra editorial es aún más desagradable. A lo largo de los años he dicho que no a algún juego que, afortunadamente, ha acabado publicado en otras editoriales y me he alegrado de que eso ocurriera. A otros, me temo, les he perdido la pista. Esta es una parte de mi trabajo que no me gusta (menos incluso que lo de Hacienda).
Reflexionando sobre ello, he pensado que quizás no hemos sabido transmitir qué buscamos en los juegos que publicamos o qué son las cosas que estamos buscando. Lo he anotado para intentar hacer una especie de guía, pero permitidme que aproveche estas líneas para dar dos pistas rápidas: nos gusta publicar cosas que ayuden a la gente a jugar y, por tanto, vemos con buenos ojos suplementos para juegos que ya hemos publicado. Y, además, nuestros cinco juegos (y dentro de no mucho un sexto) utilizan el sistema Sombra. Esto no es una casualidad.