Las empresas contratan a Global P para hacer que sus productos tengan mayor relevancia en Internet y esto lo logran mediante complejos algoritmos de intervención o, simplemente, mediante la acción manual de cientos de operadores (trabajando desde el barrio chino). Por ejemplo, imagina que eres un escritor y quieres aparentar tener muchos seguidores que esperan ansiosos la publicación de tu última novela. Global P. creará cientos de perfiles en las redes sociales que no sólo se convertirán en tus seguidores sino que dedicarán bastantes elogios a tu obra en Twitter, Facebook, Google Plus, etc. El objetivo es crear la imagen de que eres una futura promesa de la literatura y que cualquier agente literario (a los que falsos editores llamarán preguntando si tienen los derechos) estaría muy interesado en representar. A nivel empresarial, Global P es capaz de crear comentarios y valoraciones de cualquier producto, con comentarios elogiosos de sus usuarios para que aparezca en las listas de mejor valorados de las páginas más importantes de Internet. ¿Tienes pensada una campaña de micromecenazgo y sabes que un buen arranque es fundamental para dar el pelotazo? No hay problema, Global P hará que las aportaciones se disparen en las primeras horas y luego irá retirándolas poco a poco mientras las aportaciones reales van llegando.

Aunque Global P también se dedica a crear y mantener páginas web o blogs, su negocio principal está en el posicionamiento y en la manipulación de los datos de mercado para favorecer a sus clientes. Hay quién dice que se puede contratar a Global P para manipular el precio de las acciones en bolsa de una compañía (para mejorarla o para empeorarla) y que se han hecho de oro con las especulaciones con las primas de riesgo de las monedas occidentales.

La dirección de Global P, por si quieres contratar sus servicios, es: c/ Juan de Mena 2, aunque tiene oficinas privadas repartidas por toda la ciudad (incluso fuera del barrio chino) y la ubicación de sus servidores es uno de esos secretos envueltos de secretos. Ver en el mapa: 

Lo que la realidad esconde

Aunque el negocio de Global P es bastante dudoso, pero legal. Tras sus operaciones de maquillaje de datos se esconde una realidad un poco más oscura. Hu Cheng es un agente de las mafias chinas de todo el mundo cuyo trabajo real es el manejo de información. Posiblemente, en este momento, conozcan tu clave de acceso a Facebook, Google e, incluso, al banco. Y no, no te molestes en cambiarla, tardarán 24 horas en volver a conseguirlas. Eso sí, aunque da un poco de miedo saber que esta gente maneja esa información, sólo debes preocuparte si eres el responsable de alguna empresa, de algún banco o de algún gobierno. Seguramente, habrás oído en los medios de comunicación que Estados Unidos espiaba las conversaciones de diferentes líderes de la Unión Europea. ¿Adivinas quién estaba escuchando a los que escuchaban las conversaciones?

¿Y que hace Global P con toda esa información? Favorecer los intereses de sus socios en todo el mundo y, en especial, en Europa y Estados Unidos. La información es poder y en el caso de Global P es mucho poder. Sus acciones en Cunia, por otro lado, son bastante discretas, e intentan no tener problemas con los poderes fácticos de la ciudad. Sin embargo, en los últimos tiempos, y dada la campaña xenófoba del alcalde, le han puesto en el punto de mira de sus mejores agentes.