Autor: Sergio Jurado
– ¡Se nos viene encima! – gritó el piloto.
– ¡Acción evasiva! – rugió el capitán de la RFP Mirmillon.
El piloto viró con brusquedad. La nave, una patrullera de la clase Gladiator, rechinó lastimosamente durante la violenta maniobra, amenazando con partirse por la mitad debido a la brutal aceleración. La tripulación del puente quedó pegada al respaldo de sus sillas de amortiguación inercial. La nave marodjir, un engendro del tamaño de una pinaza recubierto de aristas oxidadas, pasó por babor, a escasos metros de la cabina. Las demás naves enemigas imitaron la maniobra y se lanzaron contra la RFP Thraex y la RFP Secutor, las cuales también lograron esquivar su acometida. Sin embargo, la RFP Hoplomacho y la RFP Reciario no fueron tan afortunadas. La Hoplomacho fue alcanzada de lleno y estalló en una espectacular bola de fuego, engullendo y llevándose consigo a su matadora. La Reciario fue golpeada en el costado y salió despedida, girando incontroladamente. Sin embargo, su agresora parecía haber quedado prácticamente indemne.
– ¿Pero qué demonios están haciendo? – resolló el capitán tratando de recuperar el aliento.
– Esas protuberancias que montan en proa son espolones, señor – respondió la navegante.
– ¿Son qué?
– Un ariete. Básicamente nos están embistiendo, capitán.
– Malditos salvajes. Fuego a discreción – dijo mientras observaba en la pantalla el enjambre de puntitos rojos que rodeaban a los azules que marcaban las posiciones de las naves refeperas.
Afortunadamente, justo en ese momento llegaron los auxiliares veddios…
Colisiones
Según las reglas: «Cuando dos naves de CEP acaban en el mismo hexágono después de la Fase de Ejecución de Movimientos, se debe comprobar si ha habido una colisión o si los dos pilotos han sido capaces de evitarla. Cada piloto realizará una tirada de chequeo de pilotar y si alguno de los dos la falla, se producirá una colisión. Si un piloto pasa el chequeo, pero hay colisión, los daños que reciba su nave (explicados más adelante) se reducirán a la mitad».
Sin embargo, algunas veces un piloto busca deliberadamente colisionar contra su enemigo. Esto se ha dado en ocasiones cuando el capitán de una nave herida de muerte ha ordenado arremeter contra el enemigo, en un póstumo intento de arrastrarlo consigo. Sin embargo, también se da con cierta frecuencia en el seno de algunas culturas que no valoran excesivamente la vida del individuo. Los atentados con pilotos suicidas contra grandes naves de línea son una de las principales preocupaciones de la OTE (Oficina de Transporte Espacial). En el ámbito militar, el objetivo de este tipo de ataques es doble: por un lado trocar una nave inferior por una más valiosa y por otro desmoralizar y amedrentar a las tripulaciones enemigas. En este caso, el piloto kamikaze no hará ninguna tirada (se considera que la ha fallado voluntariamente).
Espolón (ES)
Un espolón es un añadido a la estructura de la nave, preparado específicamente para golpear a las naves enemigas al tiempo que minimiza los daños propios durante una colisión. Generalmente está construido con materiales tremendamente resistentes, similares a los empleados en el blindaje de la nave.
Una nave dotada de un espolón causará a la nave a la que impacte un daño igual a la décima parte de los espacios de la nave que impacta multiplicado por el número de hexágonos entre la nave y el vector (en la práctica es el equivalente a causar daño doble durante una colisión). Igualmente, reducirá en uno el número de impulsos de velocidad que se emplea como multiplicador a la hora de calcular el daño.
La localización de impacto se calculará con el mismo procedimiento de los impactos del armamento, pero teniendo en cuenta las tiradas de pilotar.
Un espolón ocupa un espacio y puede montarse en cualquier parte de la nave excepto en la zona central.