Plaza de la Aguja. Día del Presidente.

- Estimados ciudadanos de la RFP, amigos, quizás les sorprenda que esté hoy aquí, ante ustedes, en este emblemático lugar, pero no he querido dejar pasar esta fecha y siguiendo el ejemplo de aquellos que nos precedieron, quiero compartir con ustedes un anuncio.

»Permítanme que les pida que no se fijen en las cicatrices de mi rostro, ni en el bastón en el que he llegado apoyado a este atril. Los médicos dicen que sanaré y que en unos pocos meses volveré a ser el de antes. Yo confío en ellos y si lo dicen será cierto, pero permitan que este veterano militar luzca con orgullo las cicatrices que recibiera defendiendo a esta nación. En unos meses desaparecerán, al igual que las molestias, pero el honor de haber ayudado a hacer esta nación grande, quedará para siempre en mi recuerdo.

»Hoy, veo estos años de prosperidad que hemos disfrutado, estos años de falsa paz y me pregunto si la RFP puede permitirse bajar la guardia. Y no, no les voy a hablar de los iroiendi, bastante nos hemos preocupado ya de esos cabeza de lata. Hoy voy a hablaros de nuestro mayor enemigo: nosotros mismos; sí, nosotros, si caemos en la autocomplacencia y nos conformamos con lo que tenemos, si nos doblegamos a la dictadura de lo políticamente correcto y si nos olvidamos de la grandeza de la República.

»Hace más de 3400 años, las primeras naves de nuestra futura nación surcaron los espacios para recomponer lo que había sido y en el camino aprendimos lo que podíamos ser si lo hacíamos todos juntos. No saltamos estas terroríficas distancias en precarios pecios espaciales por afán de descubrimiento, ni por conocimientos científicos, ni por riquezas económicas, ni por poder. Lo hicimos por solidaridad, porque sabíamos que una edad oscura estaba destruyendo a la civilización. En estos siglos hemos crecido, nos hemos defendido y estamos brillando como la más rutilantes de las estrellas del firmamento.

»Debemos seguir con aquel espíritu de nuestros antecesores, con el espíritu que no hizo grandes y nos llevó hasta donde estamos. El trabajo no está terminado. Los tiempos oscuros se ciernes a nuestro alrededor y si nos dormimos, nos pasará como todas las grandes naciones de antaño, desapareceremos entre las páginas de la historia. Si queremos sobrevivir, debemos brillar y que nuestro empuje ciegue a aquellos que creen que pueden traer la oscuridad al firmamento, a los fascistas tyranos que se creen superiores a nosotros, a los robamentes pangalácticos que tienen aterrorizada a su gente, a los esclavos que viven bajo el yugo verriano, a cualquiera que saque beneficio de la oscuridad deberá enfrentarse a nuestro brillo. Si mañana se levantara el Imperio Génico en el Sector Coco, volveríamos allí a recordarles porque se quedaron ciegos.

»No hemos terminado la tarea que nos encomendaron nuestros antecesores, no podemos caer en ese error; porque allá donde haya una persona subyugada, dónde se encuentre una persona engañada, dónde viva una persona oprimida o con temor, allá, os digo, hay un futuro habitante de la República Federal de Planetas.

»Para ello y con toda humildad, presento mi candidatura a la presidencia de nuestra República Federal de Planetas.

Furis de la Rosa Presidente

¡para acabar el trabajo!

Mensaje autorizado por la campaña electoral.

[Trama Enemigo]

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