Número: 123. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Tras conseguir esquivar a los insurgentes y apoderarse de la nave secreta de la flota, las naves tyranas persiguen a Juana y su unidad en su intento de escapar del planeta Ferel IV. El oficial al mando de las unidades es muy competente y ha cubierto los puntos de salto obligando a los exos a internarse más y más en el sistema. El pozo de gravedad les impide saltar y es sólo cuestión de tiempo que se ponga al alcance de sus armas.
Lo que el oficial tyrano no ha podido prever es que se enfrenta a un nuevo tipo de nave, una clase Victoria B y lo que la 501 está haciendo es ganar tiempo mientras aprenden como operar todos los sistemas de la nave. Se dirigen hacia la estrella, esperando hasta que todas las naves la tienen dentro del halo solar y entonces activan la pintura de camuflaje. Se trata de una versión mejorada y la cercanía de la estrella les permite ocultarse a los más sensibles de los sensores enemigos. Cuando quieren darse cuenta, la 501 está al otro lado de la estrella, vuelve a cambiar el camuflaje a un negro intenso y se lanza al espacio exterior.
Una de las naves tyranas, la nave capitana que era la que más cerca estaba, les persigue y, poco a poco, se va acercando a la estela de la 501. Esta, como si tuviera alguna avería, parece que va perdiendo terreno y el perseguidor parece seguro de darle caza. El punto de salto pasa y la nave de la RFP no salta, quizás no puede hacerlo y el oficial enemigo se anima. En su terrible persecución se van alejando de la estrella hasta que, sin ninguna advertencia, la Victoria desaparece. Da la orden de detener la aceleración. Se les ha escapado...
De repente, la presa aparece de nuevo detrás de ellos, lanza tres torpedos y vuelve a desaparecer. El oficial no da crédito. ¡Para que una nave pudiera ejecutar esa maniobra tendría que haber girado en el subespacio! No tiene tiempo de trasmitir su descubrimiento. Y sus compañeros están demasiado lejos para entender qué ha pasado.