Número: 90. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Los ecoarquitectos, también llamados ecogestores, ecodiseñadores, ecoformadores o ecoconsultores, son una de las profesiones más respetadas y valoradas que puede ejercer alguien en el universo EXO. Cuando se terraforma un planeta desde cero, o cuando se descubre uno que, aunque adecuado para sostener vida, carece de ciertos recursos biológicos (animales o vegetales) considerados indispensables o más adecuados que los actuales de cara a su puesta en explotación o colonización; o tal vez los responsables del planeta quieren transformar un ecosistema ya fértil en otro ubérrimo que reporte mayores beneficios a la economía local. Así pues, los ecoarquitectos son los responsables de diseñar, planificar, modificar y supervisar dichos planetas y todo lo relacionado con sus ecologías, siempre intentando mantener el precario equilibrio entre la miríada de plantas y animales, frecuentemente muchos de ellos extraplanetarios, que habitan el planeta a "ecoformar" ¿Qué pasará si introducimos en el mismo hábitat babosas de seda de Wintell y las letales mantis carmesíes de Extrema? ¿Podrán los feroces gatos de hierba de halkiopolis servir como contrapeso a la excesiva fecundidad de las cobayas rojas de Lemm? ¿Serán los insectos colmeneros de Stander capaces de libar las flores-brujas de Velder o sucumbirán ante sus cautivadores poderes psiónicos? ¿Es recomendable introducir phoenix en un mundo con una atmósfera rica en metano? Estas son las preguntas que debe contestar un ecoarquitecto, preferentemente antes de llevar a cabo ninguna acción.
Como si de verdaderos alquimistas se tratara, los ecoarquitectos deben evaluar y sopesar las consecuencias que cada una de sus decisiones pueda causar a lo largo de la cadena alimenticia, previendo cómo la presencia de una planta o animal introducidos en un hábitat puede repercutir en las demás especies. Así, no es de extrañar que muchos ecoarquitectos se consideren a sí mismos científicos del más alto nivel; de hecho, algunos consideran que lo que hacen les eleva a la categoría de artistas.
La principal herramienta para el trabajo de un ecoarquitecto es su ordenador personal y un potente programa llamado Demiurgo (cuya licencia cuesta la friolera de 16.000 estándares), el cual permite realizar simulaciones y predicciones basadas en modelos anteriores. Con todo, las simulaciones están aún bastante lejos de poder anticiparse a las inesperadas y sorpresivas interacciones que crea la naturaleza entre especies extrañas. A día de hoy nada sustituye a la intuición del propio ecoarquitecto.
COSTE: 25
Cita: Mmm… creo que unos cuantos mandrules serían la solución perfecta a la plaga de muflones enanos que asola las cosechas. Pero claro, hay que tener en cuenta que luego habría que amurallar la aldea... Pensaré en ello.