Número: 188.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

188 > Reglas > Especies > Sirofos (Exo). Por: Jacobo Peña Conversa

 

Sirofos

Origen

Los sirofos son una especie originaria del planeta Trez, en el sistema Adzo, del sector Lynet. Se trata de un planeta demasiado alejado de un sol débil pero cuya intensa actividad geotérmica permitió el nacimiento de la vida basada en el carbono, mayoritaria de momento en la galaxia. Cuando fueron encontrados por al RFP se encontraban en una fase cultural tribal y tecnológicamente poco avanzada pero, curiosamente, ya se habían planteado que podía haber otras civilizaciones en el espacio y que aquellos puntos en el cielo pudieran ser otros planetas.

Localización

Los sirofos, aprovechando su alta capacidad reproductiva, se han expandido por media docena de sectores de la RFP, en concreto los más cercanos a la Unión Pangaláctica. Más recientemente entraron en contacto con los aioll, naciendo un interés mutuo, los unos en las habilidades genéticas de los aioliitas y los otros en el interesante aporte genético de los sirofos, tanto de su sistema sensitivo como de su "cerebro externo". Esto dió lugar a masivos traslados de colonias siroferas al territorio de la UPG, teniendo una presencia importante en varios sectores. Se han extendido rápidamente debido a su alta capacidad reproductiva.

Descripción

Los sirofos son criaturas altas y delgadas cuyo rostro alargado y puntiagudo les hace asemejarse a algunas de las especies avícolas que uno puede encontrar principalmente en el brazo Homo de la galaxia. Originarios de un planeta oscuro, su piel y metabolismo les hace muy resistentes al frío. Esta dermis se convierte en extremadamente dura en la zona de los dedos, acabados en punta, algo que en tiempos antiguos usaban para la caza y en tiempos modernos han adaptado a una forma de combate marcial que aprovecha estas "garras".

Aunque las protuberancias que aparecen en ambos lados de la cabeza de los sirofos poseen células fotosensibles que los convierten en ojos rudimentarios, esa no es su principal función. Los sirofos son bastante miopes y para funcionar usan un sistema de ecolocalización, emitiendo ultrasonidos a través de sus orificios "nasales" y recibiendo las vibraciones a través de sus protuberancias "oculares". En consecuencia, aunque tengan problemas para apreciar objetos y colores a cierta distancia, a corta tienen una visión de más de 300 grados de ángulo. También necesitan de sistemas auxiliares colocados en dataópticos adaptados para poder leer bien cualquier sistema informático, así como la misma información de realidad aumentada que el resto de personajes.

La característica más destacada de su anatomía es sin duda una melena coriácea que surge en la base de su cráneo y se extiende hacia atrás, acabando cada una de estas extensiones en punta. En realidad se trata de huesos huecos por los que circulan gruesos nervios de neuronas que provienen directamente de su encéfalo. Esta es una curiosa forma que la evolución ha desarrollado en el caso de los sirofos para ampliar la superficie de materia gris y por tanto la inteligencia. Estos apéndices neurales, sin embargo, están especializados en el procesamiento de información visoespacial, algo que les hace especialmente capaces para ciertos tipos de poderes psi y ciertas ocupaciones, así como afecta a la forma en que se comunican con otros seres vivos.

El contacto con los aioll ha hecho que los sirofos que más se han acercado a ellos hayan empezado a mostrar otros usos de sus púas neurales. Una minoría ha empezado a poder usarlas para comunicar sentimientos básicos mediante el contacto; en un grupo aún más restringido los aioll están ensayando la posibilidad de generar genforos en las puntas de esas protuberancias óseas.

Sirofo entrando en contacto con un grupo Exo

La imagen del sirofo pertenece a Óscar Martínez Tendero y aparece en el libro básico de Exo.

Sociedad

La sociedad sirofera da sobre todo valor al liderazgo de tarea, a la idea de que los grupos deleguen las decisiones técnicas y políticas en individuos especializados que hayan mostrado su valía en el campo relevante. A través de los siglos esta filosofía se ha ido complicando y en esta sociedad se confía también en agencias comerciales especializadas en las que se delega la contratación de aquellos que tomarán las decisiones o realizarán los trabajos especializados. En resumen, la frase "si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo" tiene poco sentido en la sociedad sirofera.

Todos los individuos sirofos son hermafroditas, aunque solo expresan un sexo a la vez. Son generalmente monógamos y cuando se emparejan, uno de los dos asume o mantiene el papel de hembra (convirtiéndose en "dominante") y el otro reacciona manteniendo o cambiando el género de macho. Un sirofo no emparejado tiene rasgos sexuales (principalmente coloración de los dibujos de su piel) menos acentuados pero aún así se define como de un sexo u otro.

La reproducción de los sirofos es ovípara, realizando puestas de 2-4 huevos de media cada vez, pudiendo, si lo desean, reproducirse una vez al año. Las criaturas nacen bastante inmaduras, aunque desde el principio tienen la capacidad de alimentarse de lo mismo que los adultos; los sirofos son omnívoros.

Originariamente la cultura de los sirofos era de cazadores y eso se ha transmitido en cierta manera a su sociedad actual, de tal manera que las profesiones más apreciadas por ellos son las dedicadas a la consecución de bienes esenciales, la búsqueda de personas o incluso ciertas unidades de combatientes dedicadas a infiltración o guerra de guerrillas, en el caso de los menos "caseros".

Fruto de la especialización de su encéfalo en lo espacial, las construcciones supervisadas o ideadas por sirofos suelen ser algunas de las más espectaculares, elegantes, sorprendentes y enrevesadas de la galaxia. Lo que para ellos es un diseño sencillo para otros puede convertirse en un laberinto.

Comportamiento

La sociedad sirofera convierte a esta especie en poco aventurera, hasta el punto de que aquellos individuos con mayor inclinación a viajar o a arriesgarse en empresas nuevas (como es probable que sean los personajes jugadores de esta especie) son considerados afectados de una enfermedad mental o de muy excéntricos por sus congéneres.

Lo primero que se nota de un sirofo a la hora de hablar son las continuas referencias a lo visoespacial, de tal manera que al decir cosas como "me gusta mucho el suular estofado" o "preguntaré en los bajos fondos", suelen completarlas con información espacial como "me gusta mucho la textura en mi boca del suular estofado" o "preguntaré en los bajos fondos que se encuentran en el noreste de la ciudad".

También, debido a su visión ecolocalizada, aquellos que llevan menos tiempo viviendo entre otras especies tienden a dirigirse directamente y sin cambiar la orientación de su rostro a personas que no estén situadas justo delante de su rostro.

Si bien suelen dejar que personas con más experiencia lideren tareas en las que ellos no tengan tanta veteranía, cuando creen que cierto objetivo les corresponde realizarlo a ellos, tienden a seguir intentándolo hasta lograrlo al menos en parte, con bastante testarudez.

Un detalle menor pero que otras especies pueden considerar molesto en el pequeño espacio de las astronaves es la tendencia que tienen a acumular recuerdos de cada sitio al que han viajado o trabajo que han realizado. No es tanto nostalgia como la necesidad de probarse a sí mismos con recuerdos que fueron dignos de ese trabajo, ese viaje o esa tarea, incluso si ningún empleador les eligiera para ello.

Ficha breve

Nombre: sirofos

Gentilicio: sirofero, siroferos

Apodos: pajarracos, melenudos

Características:

CUE: K+4
DES: J+3
INT: R+4
PRE: H+3
INS: V+4
PSI: J+1

Edad: 25/165/10

Rasgos: -1 grado de dificultad a todas las TA para resistir el frío; -1 grado de dificultad a las TA de alerta para advertir objetos o personas cercanas y +1 grado de dificultad para las lejanas.

Ocupaciones: cazarecompensas, conductor, explorador, mercante, piloto de combate, guía local

Psi favorable: clarividencia, telequinesis

Psi desfavorable: telepatía, empatía