Número: 86. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Los chamanes de muchas tribus a menudo crean fetiches de cazador para facilitar la labor de los cazadores. Estos fetiches adoptan la forma de figuritas de pequeños animales, generalmente venados, caballos, bisontes, mamuts y otros animales gregarios, y deben ser tallados en un material proveniente del mismo animal al que se pretende afectar, generalmente pezuñas, huesos, colmillos o astas. A través de un ritual los chamanes vinculan un ibu (espíritu animal) al fetiche. Para usar el fetiche el cazador debe hacerse un pequeño corte y empaparlo de su sangre, con lo que su espíritu y el del animal quedan ligados, formando una única alma. A partir de ese momento, los animales de esa especie tomarán al cazador por uno de los suyos. Los cazadores emplean estos fetiches para acercarse lo suficiente a los rebaños como para asestar un golpe letal o para hacer que los animales les sigan hasta una trampa. Sin embargo, la unión prolongada con un ibu es tremendamente peligrosa, pues el cazador podría llegar a perder para siempre su identidad (algunos chamanes afirman que los gruba son descendientes de una tribu de cazadores que se "perdieron" a sí mismos empleando en demasía estos fetiches). Por este motivo los chamanes insisten en que estos fetiches no deben ser usados en más que una única ocasión por cada cazador de la tribu, regla que, en algunas tribus pequeñas acosadas por la hambruna, no siempre es fácil de cumplir.
Un cazador que derrame unas gotas de su sangre sobre el fetiche puede, si lo desea, llevar a cabo una tirada de AURa x3. Si tiene éxito, su alma y el ibu encerrado en el fetiche se fundirán temporalmente. En ese momento y mientras lo lleve encima podrá, si lo desea, llevar a cabo una tirada de PERcepción x3 para sentir dónde se encuentra la manada más próxima de los animales de la misma especie que el espíritu. Una vez allí, los animales tomarán al cazador por uno de los suyos, y no se asustarán de su presencia y permitirán que se acerque a ellos. Es más, si el cazador tiene éxito en una tirada de CARisma x3, podrá influenciar en la manada, haciendo que ésta le siga, predeciblemente hacia un foso, un barranco u otra trampa (para hacer esto el PJ deberá ser capaz de correr liderando la manada). Cada día, el cazador podrá intentar separarse del ibu, si bien para ello deberá tener éxito en una tirada de VOLuntad x3 y solamente podrá llevarse a cabo una única tirada al día. Por cada día que se mantenga la fusión de las almas el PJ perderá un punto temporal de ASTucia, volviéndose cada vez más primario y feral; si en algún momento la ASTucia del PJ llega a cero, el salvaje espíritu animal se impondrá sobre los últimos resquicios de racionalidad del PJ, haciendo que este enloquezca y se olvide de quién era, comportándose a partir de entonces como un auténtico animal. La única manera de salvar a un PJ que haya degenerado hasta este estado es lavar la sangre del fetiche, lo que no suele ser fácil porque normalmente primero hay que quitárselo a la víctima. Lavar la sangre obliga al PJ a llevar a cabo una tirada de MEMoria x3; si tiene éxito en esta tirada recuperará la razón pero, si falla, su mente se habrá extraviado para siempre, quedando en estado vegetal hasta que muera.
Un segundo uso del fetiche por parte del mismo cazador verá facilitadas todas las tiradas de PERcepción y CARisma en un -5, mientras que las de VOLuntad y MEMoria serán más dificultosas (penalizador de +5 a la tirada); un tercer uso significaría que los bonificadores y penalizadores ascenderían a ±10, y así sucesivamente.