Número: 99. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
El kidini es un crustáceo que puebla los océanos del planeta Yai, en el sistema Pherb, sector Ferella. Yai es un planeta cubierto en un 85% por el agua, el 15% restante lo conforman centenares de islas, agrupadas en archipiélagos, de las cuales solo están habitadas las más cercanas a los trópicos.
Yai era un planeta deshabitado hasta que la corporación Viajes Channel decidió explotarlo como un destino turístico exclusivo, eso fue en el año 3424. Se construyeron complejos residenciales integrados en el ambiente y se construyeron las infraestructuras necesarias para decenas de diferentes actividades, buceo, navegación, deportes de riesgo y un largo etcétera.
Yai era un planeta que había sido bien cartografiado y las especies animales del mismo estaban catalogadas, pero realmente nadie se había planteado que frutos eran comestibles, y para que especies, o que animales se podían cazar o pescar. Realmente nadie se hubiera imaginado que un crustáceo de 2 metros fuera un bocado tan suculento.
El kidini es un crustáceo carnívoro, vive en los mares especialmente salados de Yai. Nunca ha sido visto por debajo de los 300 metros de profundidad, su lugar predilecto es en las zonas poco profundas que rodean a los archipiélagos de Yai.
Este crustáceo tiene 2 pares de patas, las 4 patas le sirven para desplazarse, pero las delanteras están especializadas para atraer la comida a la boca, para ello utiliza los dos dedos que tienen. El cuerpo del kidini tiene forma de huevo, en la parte superior está la cabeza en la que se encuentran dos ojos situados en dos protuberancias, que le otorgan al kidini una visión de 360º. La boca de este crustáceo tiene dos lineas de dientes, una primera línea de 3 pares de colmillos dispuestos en vertical y una segunda linea horizontal con 10 parejas de dientes pequeños y afilados.
El kidini presenta diferenciación sexual, ambos sexos son del mismo tamaño, pero el macho tiene un color rojizo, frente al color nacarado de las hembras, y además tiene el exoesqueleto cubierto de afiladas espinas.
Miden 1,50 metros y si se alzan sobre sus patas traseras sobrepasan los 2 metros, un macho adulto puede pesar 200 kilos.
El kidini es un animal monógamo, se aparea con la misma pareja durante toda su vida. La hembra kidini es fértil una vez cada 5 años, en ese momento puede ser fecundada por el macho. La hembra pondrá casi 100 huevos pero se despreocupará de las crías. Se ha estimado que de cada puesta tan solo 4 ejemplares llegarán a la edad adulta.
Las parejas kidini excavan pequeñas cuevas en los lechos fangosos y arenosos donde vive, estas cuevas les sirven de refugio y son una buena herramienta para cazar, ya que muchos peces se cuelan en su interior para no volver a salir.
El macho kidini es un animal extremadamente agresivo, ataca a cualquier otro animal que se adentra en su territorio, mientras que las hembras son bastante pacíficas y en pocas ocasiones abandonan su cueva.
La carne de kidini es uno de los bocados más deliciosos de la galaxia, es especialmente apetecible para los humanos y tyranos. Los sheller que la han probado no le hacen ascos y tan sólo se sabe de una especie que rechace su sabor, los úkaros.
Una de las actividades más exclusivas de Yai es la caza del kidini, se practica bajo el agua equipados con sistemas de respiración y con potentes arpones. El kidini es un adversario formidable, pero tiene un punto débil, la unión de las patas traseras y delanteras es un lugar con poca protección por parte de su exoesqueleto, un golpe con un arpón en esa zona penetra en el interior del cuerpo e impide al kidini moverse con agilidad.
Una vez capturado el kidini es despedazado, las 4 patas se colocan en grandes parrillas sobre el fuego y se comen sacando su carne del interior del exoesqueleto mediante unos ganchos. La carne del cuerpo y las vísceras también se pueden comer, pero requieren algo más de preparación. El cuerpo es cortado por la mitad mediante un corte sagital, un experto cocinero selecciona las partes de mejor sabor y vacía el resto. Sobre las dos mitades del caparazón se cuece la carne seleccionada y se le añaden diferentes verduras. De esta forma se elabora un guiso muy sabroso que se sirve poniéndolo directamente en la mesa dentro del caparazón para que pueda ser degustado.
Participar en una cacería de kidinis cuesta alrededor de 5000 estándares, incluye participar de la cena. Si simplemente se quiere degustar su carne costará alrededor de 500 estándares por ración.
Este simpático animal está inspirado en los magníficos dibujos de William Hand. Los originales están disponibles en esta página web: