Número: 97.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

97 > Ambientación > Personajes > Francisco Tomás de Anchia «Longa» (1808). Por: Don Toribio Hidalgo

 

Francisco Tomás de Anchia "Longa"

Francisco Tomás nació el 10 de abril de 1783 en un caserío de Vizcaya conocido como Longarte de donde procede su nombre como guerrillero durante la Guerra de la Independencia. Sin embargo, gran parte de su infancia la pasó en La Puebla de Argazón (Burgos) donde llegó a ejercer el oficio de aprendiz de herrero, a casarse con la hija del dueño y heredar de esta forma la herrería. Oras fuentes, sin embargo, señalan que estudió Humanidades en la villa de Marquina (cerca de donde nació) al servicio de Miguel Andrés de Barroeta y Murtategui. La importancia de la discrepancia radica en que algunos dicen que estaba en La Puebla cuando llegaron los franceses y otros en Marquina. Algunos dicen que es un guerrillero burgalés y otros un guerrillero vasco.

Sí parecen coincidir, sin embargo, en sus andanzas que es, a la postre, lo que nos interesa en este artículo. Guerrillero destacado contra los franceses, no dudaría en apoyar el regreso de Fernando VIII (firme realista), ni en aliarse con los franceses contra los que había combatido en contra de los constitucionalistas (o liberales) con los que había formado alianza.

En agosto de 1809 forma una partida de unos 100 hombres y se dedica a hostigar a los franceses. Sus primeros enfrentamientos tienen lugar en Nanclares, en Puebla de Arganzón, en Subijana de Álava y en Frías, ya en junio de 1810. En esa acción de Frías, los hombres de Longa interceptaron a un correo francés que intentaba llegar a Madrid, en la acción pasaron a cuchillo a 103 franceses, pero el propio Longa resultaría herido y debería reposar varios meses.

Volvería a las andadas en agosto formando parte de una concentración de tropas guerrilleras (las de Abecia) que atacarían Vitoria (en manos francesas) en dos ocasiones (siendo la más reseñable la de la Cuesta de la Descarga el día 14). Prosiguió realizando acciones contra los franceses con su grupo, en concreto en Pancorbo donde acabó con dos regimientos de lanceros en el valle de los Ajos. De hecho, la zona de Pancorbo fue uno de los lugares donde, más tarde, los guerrilleros de Longa más actuarían y sería pronunciada con mucho respeto por las tropas francesas.

Llegó entonces información a Longa de que un convoy francés iba a hacer la ruta de Bilbao a Burgos. Sus hombres se apoderarían de la Venta del Hambre (en el macizo de Orduña), pero dejarían la posición a los hombres de Abecia (inferiores en número, unos ochenta frente a los cien de Longa) mientras ellos ocupaban zonas en las alturas de los alrededores. El convoy francés consistía en una veintena de carromatos y más de 500 soldados de escolta. Tras la batalla (conocida como de Orduña), en el campo había 480 cadáveres franceses y los guerrilleros se habían apoderado de gran cantidad de uniformes, botas, correajes y, quizás lo más importante, tres millones de reales.

El dinero llegó a manos de la Junta Central, pero a pesar de sus múltiples acciones, ésta no reconocería su labor guerrillera hasta el 17 de abril de 1812 en el que le concedería el grado de coronel, le nombraría jefe de su unidad (algo superfluo porque ya lo era) que pasaría a denominarse División Iberia. Como división independiente participaría en varias acciones: como la de Cubo y Miranda, pero también colaboraría con los británicos en la ocupación de Castro-Urdiales.

En noviembre de 1812, la división de Longa se enfrentaría a las tropas del general Formant que intentaban avanzar hacia el norte a través del valle de Sedano. Durante siete horas se enfrentaron contra los franceses y, al final, el propio Formant caería abatido en el combate junto con otros 700 franceses. Pocos días después se enfrentaría al general Palombini, derrotándole, matando a 100 franceses y capturando a unos 300.

Poco después, junto a Espoz y Mina y a las órdenes del general Mendizábal, La división de Longa participaría en las batallas de Estella y Sangüesa. Y más tarde, bajo las órdenes del general Graham, volvería a atacar Vitoria (esta vez con éxito), ocupando Gamarra Menor (lo que cortaba la retirada a los franceses y les obligaba a retirarse a través de Pasajes y Ascaín por donde los persiguió sin darles tregua). Por sus acciones en esos días, Wellington (mando británico) le ascendería a brigadier.

En agosto de 1913, ya como general, su división, junto a los británicos, participaría en la batalla de San Marcial. En dicha batalla, los franceses serían derrotados y en la persecución, españoles y británicos, penetrarían en territorio francés ocupando Laburdi. Sería una de sus últimas acciones importantes y tras acabar la guerra, él y sus hombres se acantonaron en Briviesca. Allí le llegó el nombramiento de Mariscal de Campo de parte de Fernando VII y le destinaría a Bilbao como Comandante de Armas y Juez de Contrabando.

Durante toda su actividad guerrillera, Francisco Tomás de Anchia siempre mantuvo una actitud leal al monarca Fernando VII (por lo que no debe extrañar su ascenso), pero eso le traería problemas años más tarde durante la época conocida como trienio liberal (le destituirían y le desterrarían a la entonces conocida como Castilla la Vieja). Cuando los Cien Mil Hijos de San Luis penetran en España y acaban con las reformas liberales, Francisco Tomás formaría parte de las tropas que atacarían a los constitucionalistas de Asturias y Cantabria. Junto al general francés Huber, combatiría en los puentes de Pesués, en casa María y en Puente Diego donde derrotarían a López del Castillo. Días después combatirían en Infiesto, en Santa Ramia y también capturaría a Bernardo Álvarez en su avance hacia Oviedo.

Ascendido a Teniente General en 1825, le destinarían a la capitanía general de Castilla la Vieja. Su principal ocupación en ese puesto fue los preparativos de la invasión de Portugal (que no pasaría nunca de la fase de proyecto).

En 1827 sería destinado a la capitanía general de Valencia. Cuatro años después moriría en la ciudad del Turia (sólo tenía 48 años).