Número: 71. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
El trato amable que dispensa esta mibu, de avanzada edad y regio porte, a cualquiera con el que se relacione no inducen a pensar que gobierna una empresa que mueve una cantidad de estándares al día mayor que muchos sectores al año, e incluso que alguna nación.
Es la matriarca de la familia Yunga y, por tanto, la presidenta de la corporación DAIMA. Aunque su labor es más representativa que otra cosa, ya que las decisiones comerciales importantes se adoptan en el consejo familiar, es una persona de gran peso con mucha influencia en muchos campos, especialmente en la Alianza Oeoniana. Su mente sigue tan despierta y eficiente como siempre ha estado y es una gran negociadora, lo que ha facilitado la entrada de la compañía en nuevos mercados. Es también de destacar su extrema honradez, jamás dice nada que no sea estrictamente cierto, lo cual podría suponer una importante desventaja en el mundo de los negocios, pero su gran habilidad con el lenguaje la permite llenar las conversaciones de términos confusos, frases ambiguas y afirmaciones categóricas que, según como se interpreten, pueden significar una cosa o totalmente lo contrario.
Su aspecto presenta cierto deterioro debido a la avanzada edad y se aprecia que ya no dispone de la flexibilidad que pudo tener en su juventud, síntoma de una enfermedad genética degenerativa que afecta a la gran mayoría de los mibus de avanzada edad. Sin embargo, esto no disminuye su imponente presencia, algo más alta que la media de su especie y siempre impecablemente vestida y acorde a las costumbres de su interlocutor. Parece, además, que ha superado con creces la dificultad para tratar con los demás que acostumbran a tener los miembros de su especie, sin embargo, para ello necesita frecuentes sesiones de meditación, pudiendo, en los momentos tensos, tener que retirarse tras apenas una hora de discusión.
Salvo en las ocasiones en las que tiene que acudir a las reuniones del consejo de Daima o a las entrevistas de negocios como representante de la corporación, se mantiene recluida en su mansión de Ulma (luna del tercer planeta del sistema Ino), donde se dedica al cultivo de plantas y cría de pequeños animales de compañía, mientras permanece rodeada de excelentes medidas de seguridad.
Como todos los miembros de su raza, la matriarca Yunga tiene un cierto nivel de poderes psiónicos, si bien, prefiere no mezclar la psiónica con los negocios salvo que sea imprescindible.