Número: 56.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

56 > Ambientación > Personajes > Erich Hoepner (CdG). Por: Juan Carlos Herreros Lucas

 

Erich Hoepner

El general conspirador

Erich Hoepner

Erich Hoepner nació en Frankfurt en 1886, hijo de un médico del ejército. Tras finalizar sus estudios en la escuela militar, entró a formar parte de un regimiento de dragones (el 13º en Metz) en 1905. Una unidad de caballería en la que al año había alcanzado el grado de subteniente.

En 1910, Hoepner se casaría con Irma Gebauer y con ella tendría dos hijos. La época de la república de Weimar fue bastante buena y alcanzó cierto renombre como jinete militar, alcanzando el grado de Coronel. En la Primera Guerra Mundial fue comandante de una compañía de caballería y ascendido a general, tuvo responsabilidades dentro de uno de los Cuarteles Generales de mando. Tras acabar la guerra, Hoepner tuvo la suerte1 de mantenerse en el ejército, concretamente en el Freikorps.

1 Tras la derrota del ejército alemán en la Primera Guerra Mundial, muchos soldados fueron licenciados. Como el país no tenía mucha demanda de empleo, muchos antiguos soldados fueron directamente al paro (o a una de las muchas organizaciones clandestinas del país). Quedarse dentro de los Freikorps, el ejército reducido permitido a Alemania tras la guerra, era bastante afortunado.

En 1933, poco antes de que el partido nazi alcanzara el poder, era Jefe del Mando del Distrito I (la zona de Prusia, actualmente Kaliningrado), pero su carrera militar continuó tras la llegada de Hitler a la Cancillería. En 1935 es trasladado a Berlín al crearse la nueva Wehrmacht y en 1938 alcanzó el grado de general de brigada y le pusieron al mando de la 1ª división ligera con la que participaría en la anexión de Checoslovaquia.

Hoepner pertenecía a una generación de oficiales alemanes ajenos al partido nazi, pero que habían continuado y prosperado en el ejército tras la llegada al poder del partido nacional socialista. Sin embargo, eso no significaba que estuviera conforme con ellos. Ya en 1938, poco antes de la anexión de Checoslovaquia, Hoepner se puso a disposición de Franz Halder quién planeó un golpe de estado contra Hitler si Alemania declaraba la guerra a Checoslovaquia. Los acuerdos de Munich con Francia y Gran Bretaña y la enorme popularidad y relevancia internacional ganada por el gobierno de Hitler, hicieron inviable el golpe de estado.

En Marzo de 1939, fue ascendido de nuevo y sustituyó a Guderian como comandante del 16º Cuerpo de Ejército. En ese puesto, participó en la invasión de Polonia recibiendo la Cruz de Caballero. Más tarde fue enviado al frente occidental donde participó en la invasión de Francia y fue ascendido de nuevo tras esta campaña. Fue uno de los responsables de los ataques en Dunkerque contra la evacuación británica. Para Barbarossa, la invasión de la Unión Soviética, Hoepner fue comandante del 4º Ejército blindado en el Grupo de Ejércitos Norte. Participó en los avances hacia Leningrado, capturando Riga, Pskov y Novgorod en su avance. Trasferido más tarde al Grupo de Ejércitos Norte (cuando las directrices de Barbarrosa fueron cambiadas en mitad de la ofensiva) y participó en la batalla de Wjasma que tenían como objetivo abrir la puerta hacia Moscú. Fueron sus tropas las que estuvieron a muy pocos kilómetros de la capital rusa. Sin embargo, cuando el impulso de la guerra se perdió y los soviéticos resultaron ser un enemigo más duro del previsto, Hoepner se replanteo la sabiduría del Alto Mando. En Enero de 1942, en respuesta a los contraataques soviéticos, dio la orden a sus unidades para que se retiraran de unas posiciones expuestas y se fortificaran tras unas posiciones mejores más al oeste. Aquella retirada táctica no fue del agrado de Hitler que había dado orden de no ceder ni un palmo de terreno tan duramente ganado el año anterior. Fue acusado de cobardía y desobediencia, le fue retirado el derecho a llevar uniforme y fue humillado públicamente. Algunos militares veteranos del ejército alemán salieron en su defensa y, por ello, se le permitió retirarse (en vez de ser expulsado) y mantener su pensión militar. Hoepner se retiró a vivir a Berlín.

En los años siguientes algunos antiguos colegas del ejército: Beck, Friedrich Olbricht y von Stauffenberg que formaban una especie de oposición clandestina y militar al gobierno de Hitler, contactaron con él para que les ayudara a derrocar a Hitler. Con ellos realizó varios planes y conspiraciones para acabar con el gobierno nazi, pero el más importante de ellos fue el del 20 de Julio de 1944 cuando colocaron una bomba en el Cuartel General de Hitler en el frente del Este. En aquella conspiración, la misión de Hoepner era ponerse al mando de las tropas alemanas que no estaban en el frente y, de forma provisional, convertirse en el Ministro de Guerra en cuyo papel pensaba negociar la paz con los Aliados.

La conspiración no salió bien y en agosto de ese mismo año, el Tribunal Popular, presidido por Roland Freisler, le condenó a la muerte en la horca. Para hacer más dura su muerte, lo colgaron con una cuerda de piano (no con una soga), la mañana del 8 de Agosto de 1944, en la prisión de Plotzensee, en Berlín.