Número: 46. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
En sus comienzos hace ya tres décadas, una de las apuestas más arriesgadas de la, entonces recién creada, corporación TKO fue lanzar al mercado una plataforma de combate híbrida entre una pieza de artillería ordinaria y un androide de combate.
Durante siglos, los androides de combate se han venido usando en infinidad de conflictos bélicos a lo largo y ancho de toda la galaxia, casi siempre formando unidades autónomas del resto del ejército en el que se integran. A pesar de los avances producidos en el campo de la ingeniería robótica a lo largo del último milenio, los androides de combate nunca han sido capaces de reemplazar a un soldado orgánico bien adiestrado; simplemente sucede que las IAs carecen de la capacidad de improvisación y adaptación que tienen los seres vivos, por lo que suelen ser presa fácil de trampas y emboscadas. Por este motivo, generalmente son solamente empleados como último recurso cuando no se dispone de tropas ordinarias, en tareas de custodia de instalaciones carentes de importancia estratégica o en misiones suicidas en las que no se desea sacrificar buenos soldados. La novedosa idea tras el diseño de las plataformas de combate Corrupia era superar todas esas deficiencias, creando un nuevo tipo de unidad de combate formada por un binomio soldado-androide.
La plataforma Corrupia se compone de un mecanismo automotriz controlado por una IA de combate capaz de seguir las instrucciones recibidas a través del comunicador implementado en el casco del artillero. La plataforma es capaz de avanzar por casi cualquier tipo de terreno. Se despliega en posición de combate en apenas 7,2 segundos (dos asaltos), quedando inmediatamente lista para emplear su potente cañón antivehículos. La plataforma Corrupia tiene capacidad para almacenar y transportar hasta cien proyectiles antivehículo o de dispersión, los cuales pueden ser disparados personalmente por el artillero o por la IA a los blancos que el artillero le marque mediante un haz láser situado en su yelmo de control.
La Corrupia es capaz de llevar a cabo un papel dual en la guerra moderna. Por un lado puede comportarse como un lanzamisiles con capacidad de movimiento independiente, ocupando el nicho de la artillería cazablindados. Por otro, la IA puede operar por su cuenta, disparando desde largas distancias mientras su artillero se adelanta para señalarle los blancos, o quedarse desempeñando tareas defensivas en torno a un punto.
Sus potentes baterías le permiten funcionar ininterrumpidamente durante un periodo de entre casi un mes y un año, siempre en función de la cantidad de acción en la que tome parte. Se recarga mediante conexión a una red de energía convencional en apenas unas horas.
La corporación TKO comercializa también unas vainas ablativas de descenso, específicamente diseñadas para transportar tanto a la plataforma como al artillero desde órbita hasta la superficie de un planeta en cuestión de minutos.
La TKO ofrece incluso la formación para aprender a operar la plataforma con la máxima efectividad. Este curso se realiza en Gombar, el planeta sede de la compañía. Al finalizar, el artillero habrá dominado todos los aspectos relacionados con el manejo y mantenimiento de la plataforma.
Mecánica: la IA tiene la habilidad de Armas de Apoyo con una puntuación de 22. A lo largo de las últimas tres décadas se han fabricado casi un millón de plataformas de este tipo, por lo que actualmente puede ser encontrada en casi cualquier rincón de la galaxia a excepción del espacio verriano. Además, una corporación militar con sede en Oeon, hoy desaparecida, comercializó durante varios años una imitación barata de la plataforma, por lo que se desconoce con exactitud cuántas unidades puede haber circulando por ahí. Sin embargo, las IAs de estas copias oeonianas carecían de la precisión de tiro de las originales, siendo solamente de 18.
La plataforma se complementa con una armadura mimetizada para el artillero. El casco de la misma, denominado por TKO "yelmo de control", incluye un visor telemétrico, termográfico y de visión nocturna, una pantalla táctica de datos y un comunicador subvocal. También incluye un sistema de marcaje láser de objetivos que sirve para señalarle los blancos a la IA de la plataforma.
Nombre: Corrupia
Tipo: V/VI
Mod.: +3/0
Balas: 100
CdF: 1
Alcance: 10/500/1000/2500/5000
Ret.: S
Coste: 30.000
Peso: 250
La Corrupia tiene una puntuación de armadura de 6 en todas las localizaciones.
La Corrupia puede disparar dos tipos de proyectiles, los proyectiles antiblindado y los de dispersión. Los primeros son proyectiles diseñados para atacar vehículos ligeros y edificaciones, contienen una carga explosiva que estalla cuando impactan contra su objetivo. Causan daño tipo VI. Los segundos son un tipo de munición antipersonal, se trata de proyectiles que se abren en vuelo y dispersan metralla. Causan daño tipo V.
Daño tipo VI: tipo de daño de armas contra vehículos y fortificaciones. Hace un daño igual a la multiplicación de los dos dados de daño en la localización indicada en el Dado Exo. Estas armas no se pueden usar contra personas.
En ocasiones se les coloca una red mimética para ayudar a camuflarla (+5 a la tirada de Camuflaje del artillero en el terreno adecuado).
Se trata de una armadura muy ligera, elaborada con monómero de duraluminio (protección 2/4) que cubre pecho, abdomen y extremidades. Sin embargo, debido a un defecto de diseño la armadura no traspira excesivamente bien, así que no es raro que en ambientes calurosos los artilleros se deshagan de algunas de las piezas para aumentar la circulación del aire, convirtiéndola en semiprotección.
La armadura puede ser mimética o contar con una red mimética que se coloca por encima (+5 a la tirada de Esconderse del artillero en el terreno adecuado).
Fabricado en acero elástico (protección 3/7). Incluye un visor telemétrico, termográfico y de visión nocturna, una pantalla táctica de datos y un comunicador subvocal de largo alcance.
Además, también incluye un sistema de marcaje láser. Un sofisticado sistema electrónico de sensores que ayuda a la IA a ubicar la posición de su blanco a grandes distancias. Tarda apenas unos instantes (un asalto) en marcar a su objetivo y trasmitir su posición a la plataforma, tiempo durante el cual el artillero debe permanecer absolutamente inmóvil mirando al objetivo. El yelmo puede marcar objetivos situados hasta un máximo de cien metros de distancia, y otorga un -5 a las tiradas de impacto de la IA.
El cursillo de manejo de la plataforma que imparte TKO permite adquirir la Especialidad Libre: Corrupia. El curso de formación tiene una duración de tres meses durante los cuales la corporación hospeda y alimenta a los alumnos. Cuesta 6.000 estándares y es administrado por instructores retirados de los infantes de marina en Gombar, un planeta en la frontera de la Federación. Durante el mismo se realizan ejercicios de escaramuza, disparo lejano, técnicas de infiltración en territorio enemigo, señalización de blancos a la IA e incluso saltos orbitales en un simulador. La dura prueba final del curso es un enfrentamiento contra una fuerza compuesta por androides, la cual se inicia con un salto, esta vez real, desde la órbita del planeta. El alumno que obtenga la mejor puntuación en cada curso recibe un suministro de 1000 proyectiles de regalo y una invitación para entrar a formar parte de las fuerzas paramilitares de TKO.
ESPECIALIDAD LIBRE: CORRUPIA
6 en Sigilo
10 en Armas de Apoyo [lanzacohetes]
5 en Camuflaje
5 en Observación
5 en Esconderse
COSTE: 25 puntos