Número: 241. 4ª época. Año XXII ISSN: 1989-6289
Los tiempos cambian, las nuevas generaciones hacen girar la rueda, el mundo evoluciona, y la mayoría de cosas también avanzan por caminos y sendas nuevas. Los juegos de rol no son una excepción al cambio. En estos últimos años han aparecido muchísimas novedades que la afición puede aprovechar. En las próximas líneas hablaremos de un concepto que apareció hace pocos años y que han generado debates e incluso controversias: las herramientas de seguridad. No, no nos referimos a este tipo de herramientas de seguridad.
Nos gustaría saber qué partidas jugáis si estos ítems son necesarios en vuestras sesiones de juego.
Las herramientas de seguridad en el rol tienen como objetivo fundamental la comodidad de cada integrante de la mesa de juego. Durante las horas de jolgorio y diversión pueden surgir situaciones narrativas que por motivos individuales y estrictamente personales sean incómodas y/o desagradables. Estas herramientas permiten que alguien de la mesa pueda evitar esas incomodidades de forma dinámica, respetuosa y sencilla.
¿Qué tipo de cuestiones pueden incomodar? Fobias, gore, violencia sexual, maltrato animal, violaciones, pedofilia, torturas… Para referirnos a estas cuestiones durante el resto del artículo, pondremos el ejemplo de matar gatitos en las próximas líneas. ¿Qué tienen de incómodas estas cuestiones? Más allá del rechazo social y la repugna que algunas de ellas generan, cada persona es un mundo y en el rol se busca muchas veces la evasión de la realidad, y hay ciertos temas que no a todo el mundo le gustaría ver, vivir o sentir mientras juega.
¿Herramientas de seguridad conocidas? La tarjeta X, el semáforo, líneas y velos, fundido en negro… Cada una con su funcionamiento cumple con distintas expectativas, pero con el mismo objetivo de fondo. Echar un vistazo por Internet puede ofrecer un poco de luz sobre el funcionamiento de cada una. Hay algunos juegos de rol que tienen unas páginas dedicadas a estas cuestiones, o que tienen extras físicos para usarlos en las partidas con tales juegos. Si ninguna de ellas convence, existe la posibilidad de modificar las existentes o crear alguna nueva que se adecúe a la idiosincrasia de cada mesa de juego. Al fin y al cabo, esto es rol: las mecánicas y las normas están al servicio de la diversión grupal.
He aquí una serie de características que comparten las herramientas de seguridad:
¿Es recomendable que existan en las partidas? La respuesta es depende. Como ya se ha comentado previamente, su uso es opcional y puede que no haya necesidad de tenerlas implementadas. Por tanto, es potestad de la mesa de juego decidir la necesidad y su implementación consiguiente, y es decisión individual utilizarlas. Ninguna partida es igual a otra.
Aclaración importante: ningún gatito ha sido herido, mutilado, torturado, asesinado, lanzado por una ventana, espachurrado contra un mueble, etcétera. En definitiva, ningún gatito ha sufrido durante la redacción de este artículo. En la redacción de esta revista amamos a los michis, fieles acompañantes de los escritores.