Número: 223. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
La mañana invita a quedarse en la cama, arroparse con las mantas y dejar que es frío clima de diciembre y ese cielo encapotado pasen por encima de uno. Para desgracia de los soldados de aquel 16 de diciembre, eso no es lo que iba a pasar. El vaho se emblanquece con cada respiración y el silencio obligatorio solo se ve roto por algún castañear de dientes. El río Our está muy cerca de sus posiciones y su humedad hace más insoportable aquella espera.
El silencio se rompió a las 5:30. Por encima de su cabeza, cientos de proyectiles cruzaban el río y caían sobre los adormilados estadounidenses. Desde su posición no se puede ver lo que está ocurriendo, pero todo cesa 20 minutos después. Tras la niebla perezosa del río pueden verse algunos incendios. Un segundo bombardeo comienza poco después y, esta vez, iba a durar 35 minutos. Los objetivos están más lejos, tras la primera línea USA, pero ellos ya no están ociosos. Las órdenes llegan desde el comandante de KG Fallois (de la división Panzer Lehr); ha llegado el momento. Los personajes agarran un bote y lo acercan a la orilla.
La misión es sencilla, cruzar el río, hacerse fuerte en la otra orilla y reducir cuantas posiciones enemigas encuentren. Una vez hecho, seguir avanzando, hasta Bastogne y más allá. Y sin embargo, nadie les ha explicado a los estadounidenses que no deben oponer resistencia. Su descaro roza el límite cuando sus balas se acercan peligrosamente a las endebles embarcaciones de goma…