Número: 164. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Como saben los cuervos de Taga...
La piel del mamut y todo el séquito que la transporta se ha detenido en el grakin de Waranda, junto a las montañas. Dicen los rumores que no se le ha permitido detenerse en muchos grakines de pequeño tamaño, quizás en recuerdo de Manada, pero Ushala, la jefa del grakin de Waranda ha aceptado su llegada como un regalo. Eso sí, ha impuesto duras condiciones a todos el séquito que viaja con la piel: les ha exigido que traigan comida para alimentarse y que una parte de ella la dejen para el grakin a modo de agradecimiento por dejarles estar allí. Si alguien no tiene alimento, los guerreros del grakin le expulsan a una jornada de distancia. A pesar de estas medidas, son muchas las personas que se han acercado al grakin de Waranda quién está construyendo una alacena comunal subterránea, cubierta de piedras, ramas y hojarasca, para conservar el máximo de tiempo posible todo el alimento recibido. La carne fresca se está ahumando en grandes fuegos que espantan a las moscas atraídas por tanta gente.
Con cierto retraso respecto a otros años, los gardan han realizado su ceremonia del fin del invierno. La nube de cenizas sufrida en la zona alargó el invierno y ante el temor de que nunca se acabara, los chamanes gardan han retrasado los rituales. Eso sí, la espera ha hecho que estos sean más grandiosos que la gente recuerda, una concesión del líder gardan para contentar a su manada. Comerciantes de toda la zona han abierto sus puestos junto a los asentamientos de esta raza y tanto ellos como los compradores están contentos del volumen de intercambios. Parece que el sol vuelve a brillar para los gardan.
Un incendio afectó a una zona de la sabana cercana a la tribu de Sabaal y el joven detuvo el avance de las manos con sus propias manos. La historia no está muy clara, pero, al parecer, alzo sus manos en cruz y las llamas se detuvieron y, al final, se agotaron a sí mismas y el incendio finalizó. Algunos niños de su edad le ayudaron con las llamas más rebeldes, pero él se encargó del grueso del incendio. Su tótem, que recordemos es el propio fuego, parece que le permite dominarlo.
Los comerciantes de Pangea cuentan que la zona de los h'sar parece haberse normalizado. Se han reducido los asaltos y los bandidos han dejado de actuar. Las duras medidas adoptadas por las tribus h'sar ha acabado con los grupos de forajidos y desterrados. Quizás se han trasladado a otros lugares y los propios comerciantes advierten de que hay que estar atento por si este problema se contagia a las zonas aledañas. En cualquier caso, la apertura de las rutas ha hecho que los productos h'sar se vuelvan a ver en los caminos y los mercados de los grakines.
Todas las noticias comentadas por el Sabio del Desierto han sido grabadas en la estela y son para el juego Pangea. Los Guardianes de la Roca recorren los caminos y los grakines de esta tierra primigenia y le notifican los acontecimientos al viejo tallador. Todas ellas son fruto de las partidas realizadas por los jugadores de Pangea o por el equipo creativo de la propia editorial. El viejo chamán las cuenta en las noches en torno al hogar con la intención de dar puntos de apoyo a la continuación o al desarrollo de las partidas. Si quieres comunicarnos alguna noticia sucedida en tu mesa de juego, envíanos un mail.