Número: 118. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
También conocida como la planta del la mujer bella, se trata de un arbusto de hoja perenne que crece en zonas sin exposición directa del sol. Mide poco más de una tikki y tiene las hojas largas y ovaladas de casi un palmo de longitud; leñoso y con unas flores en forma de campana de color púrpura. Sus frutos son pequeñas bayas de color verde que se vuelven negras cuando maduran no más grandes que el grueso de un dedo; son dulces, pero los animales de Pangea han aprendido a no comerlos, excepto algunas especies de pájaros que son inmunes a sus efectos.
Los habitantes de Pangea creen que este arbusto fue creado por el Wukran para engañarles, que que la Taga intervino e hizo que no soportara la luz del sol en abundancia y tiñó sus frutos de negro para advertir a los chamanes de los peligros que encierra la planta. Existe la leyenda, excepto entre los kotai, que el Wukran sedujo a las mujeres hermosas de los kotai y las encargó la tarea de sembrar esta planta por toda Pangea en los lugares más cercanos a los grakin. Se dice que estas mujeres son muy bellas y que el secreto de su belleza es el consumo de los frutos. La creencia dice que seducirán a los incautas recolectoras para que los prueben y así puedan seducir a su futura pareja.
Sus frutos de color negro son venenosos (potencia x4) y comerlos provocará diarreas, vómitos, mareos y una peligrosa reducción de la sudoración. No es directamente mortal, pero si la víctima de este veneno no consume mucha agua, morirá por deshidratación (efecto completo). Los más resistentes sentirán mareos y cierta desorientación y sufrirán una penalización de +1 en todas sus acciones durante un puño de tiempo (efecto atenuado).
A pesar de la mala fama de sus frutos, el verdadero peligro de esta planta está en sus grandes hojas verdes. Machacadas producen una sustancia de color verde oscuro que es un poderoso veneno (potencia x3) utilizado por algunos taimados guerreros y merodeadores de los caminos. Si la sustancia, impregnada en un arma, entra en contacto con la víctima, esta sufrirá una penalización de +5 a sus acciones físicas. Notará el cuerpo pesado, como si se resistiera a moverse y la vista borrosa (efecto atenuado). En algunos casos provoca la completa paralización de los músculos de las extremidades (efecto completo). La víctima no podrá utilizar ni sus brazos ni sus piernas durante una druma. Eso sí, podrá gritar y lamentar su mala suerte y hacer que el viaje de sus compañeros sea una pesadilla. Desgraciadamente, poca gente sabe que el efecto es temporal (aunque largo) y las víctimas del veneno de la planta del wukran son abandonadas a su suerte. Entre los grubas existe la creencia que los envenenados con las hojas de la mujer bella se convierten en criaturas horribles por la noche y por eso les dan muerte antes de abandonarlos.
Si el potingue de hojas machacadas entra en contacto con la piel (con gran parte de la piel), paraliza el cuerpo completamente. Las víctimas mueren de puro terror al ver que sus pulmones dejan de funcionar y los músculos se contraen dejándoles las manos como garras y el rostros como aullando. La creencia de los grubas de que los envenenados se convierten en criaturas horribles quizás tenga su origen aquí.
Para curar este veneno, tanto los frutos como las hojas, los chamanes deben recurrir a todas sus artes de curandería preparando un potingue con las raíces de la planta del wukran a la luz del sol de mediodía para que ninguna sombra dé fortaleza a planta. La preparación de este antídoto es muy difícil, el sujeto no puede resistirse a su aplicación y no crea adicción. Se requieren 1 punto de conocimiento en curandería para saber preparar este antídoto (es un preparado difícil, pero muy conocido por los sanadores).