Pues sí, como comentábamos en la entrada anterior, estuve en las Iberorol. Y aunque no es habitual que hagamos valoraciones de las jornadas, creo que es una costumbre que tenemos que cambiar. Como digo, estuve y volví contento con las jornadas. Eso sí, fue una paliza (cada vez me sientan peor los viajes y los cambios de horario), pero recargué pilas y me alegré de haber ido.
Málaga Quest se llama el grupo tras la apuesta de las Iberorol. Ya es arriesgado hacer unas jornadas sólo de rol porque dejas fuera a bastante gente, sino que además apostaron por hacer unas jornadas de rol creado en España, lo que deja fuera a otro grupo de posibles asistentes. Sin embargo, por lo que me pareció, el objetivo era el contrario, el objetivo era sacar el rol español y llevarlo a toda la gente posible, un objetivo con el que he estado encantado de colaborar.
Este es el primer año de las Iberorol y hubo algunos desaciertos, nada graves (por ejemplo, el viernes quedó un poco raro abriendo solo dos horas), pero creo que hubo muchas cosas que se hicieron muy bien. Los organizadores tenían un lema: «ningún jugador sin partida» (que es muy similar al de nuestras SomCon), pero ellos le añadían el «ningún DJ sin jugadores». Eso significaba que si tenías anunciada la partida, algunos organizadores la rellenaban si hacían falta y si venían más jugadores de los disponibles, la organización no se quedaba solo sin jugar, sino que sacaba partidas que llevaba en la recámara y se ponía a dirigir (lo llamaban «partidas ilegales»). Esa disposición de ponerse al servicio de los asistentes, me encantó. Además, mimaban a los DJ y les llevaban café o fruta o bollería (daban ganas de ponerse a dirigir).
También me gustó mucho la imagen gráfica del evento (sospecho que alguno de los organizadores sabe de eso). El cartel de las jornadas servía de base al cartel de las partidas, las identificaciones de los asistentes y los carteles diferenciando mesas seguían un patrón similar, incluso los de «partidas ilegales» que ya tenían preparados. Es una de esas cosas en las que no piensas (tomo nota para las SomCon), pero que hacen que todo esté integrado, aunque las mesas estén en salas diferentes a la inscripción o los asistentes estén en lugares diferentes.
El edificio era muy interesante. Tenía un núcleo en una esquina Que subía dos plantas y del tejado de esa última planta surgía un enorme voladizo del que colgaban las otras dos terrazas, dando la sensación de que estaban en el aire al no apoyarse en el suelo (parecía un edificio tyrano y sí, es deformación profesional). En el interior había varias salas y las terrazas eran accesibles para jugar (lo que hicieron algunos para evitar el ruido de las partidas cercanas). No sé cuantas partidas hubo el sábado por la tarde (momento de máxima asistencia) porque no las conté, pero sé que apareció una «partida ilegal» de Exo por exceso de jugadores y no fue la única ilegal. Había sitio para más partidas (sobre todo contando las terrazas y una sala de la planta baja que se usó para las charlas y un campeonato de ajedrez ajeno a las Iberorol). Es decir, para las Iberorol de 2018 puede ir más gente (sospecho que el sitio se les quedará pequeño en uno o dos años).
Hice bastantes cosas, aunque tengo la sensación que debí hacer alguna más. Participé en la charla del viernes tarde sobre los juegos de rol y fue muy interesante porque no estábamos todos de acuerdo. El sábado por la mañana di una charla sobre la creación de partidas para jornadas donde no sé si dije cosas interesantes, pero alguno de los asistentes anotó dos páginas de cosas (alguna cosa le parecería interesante). Por la tarde estuve observando una partida de Exo que dirigió con mucho acierto Andrés Barbudo (siempre se aprende viendo dirigir a otros). Y el domingo por la mañana hice una partida de Comandos donde los personajes eran SS en Checoslovaquía el día antes del atentado a Heindrch. Me gustó mucho la cara que pusieron cuando les hice un rápido resumen de la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista nazi: «esas democracias occidentales en manos del sionismo internacional que nos atacaron a traición mientras nos defendíamos de las agresiones polacas…». Fue muy divertido.
En resumen, si el año que viene me coinciden bien las fechas, volveré. Y si sois de Málaga o alrededores, apuntaros estas fechas para el año que viene; merece la pena.