Número: 227.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

227 > Aventuras > Semillas > La sociedad del bosque (Eri). Por: Francesc Almacelles

 

La sociedad del bosque

Esto ya no da para más. Hace días que no encontramos ninguna pieza que cazar para alimentarnos. Y nos hemos perdido en este bosque, que conocemos como la palma de la mano. No nos quedan provisiones y, como digo, ni siquiera somos capaces de encontrar ni un triste riachuelo. Fallan las fuerzas.

Salimos de Bittrel, atravesamos el Macizo Azul y nos internamos en el Bosque de Thoriel con la esperanza de encontrar a la cuadrilla de Majoms. Nos sentíamos con fuerza y entereza. Estábamos en unas tierras que hemos recorrido multitud de veces, ya sea individualmente o como grupo.

Los primeros días fueron lo esperado pero con el tiempo, y no sabríamos establecer en que momento exacto pudo pasar, nos encontramos como perdidos, fuera de nuestro entorno conocido. Ya no reconocíamos el terreno y no sabíamos ubicarnos. Y una noche, mucho más cerrada y oscura de lo normal, esta cayó sobre nosotros con toda la furia del Vacío.

Lo que fuera que fue a por nosotros nos golpeó, cortó, empujó,… y nos derrotó. Sin paliativos. Encontramos a Phurdie, más allá del círculo en el que acampamos, sin vida, con todos los huesos de su cuerpo rotos y sangrando por infinidad de cortes.

Desde ese momento, por mucho que nos movamos y lejos que creamos que hemos ido, con cierta regularidad esa demostración de la naturaleza nos encuentra de nuevo y nos ataca sin piedad alguna. No somos capaces de identificar a nuestro agresor. O agresores, ni eso sabemos a ciencia cierta. Anzzalon ha perdido un brazo y la cordura diría. De Iuzik y Vossa no sabemos nada desde hace unos días, cuando en plena refriega salieron corriendo despavoridos.

Notas cada golpe, cada corte que te produce. Pero cuando atacas tu no encuentras nada sólido que golpear. Ya no nos quedan fuerzas, ni físicas ni mentales. Ya no podemos más.

Vuelve esa sensación en el aire, esa opresión, esa pesadez al respirar. Otra vez está aquí. Será la última refriega me temo.

Hace ya unas pocas semanas que el grupo de Xanhajan partió en una misión y no se tiene noticia alguna. Se está buscando a gente para ir en su búsqueda y, si hace falta, auxiliarlos y devolverlos a Bittrel. El pago, una vez se vuelva, será generoso si se ha localizado al grupo y se da fe de su estado a las autoridades.