Número: 94. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Los sonajeros son utensilios chamánicos muy extendidos sobre todo en el centro y el sur de Pangea. Con ellos los chamanes realizan la mayor parte de los gestos y movimientos rituales que se necesitan para llevar a buen término los hechizos.
La construcción de un sonajero, a pesar de ser un elemento tan importante en el trabajo de los hombres de los espíritus es sorprendentemente simple y mundana. Bastan los siguientes elementos:
Su diseño es el siguiente: se llena la tripa con los huesecillos y se sella la entrada tras introducir el palo en su interior con fuego. Posteriormente, se ata cuerda para asegurarlo y un poco más en su extremo contrario a modo de asa para proporcionar mayor comodidad en su transporte. Lo cierto es que cada chamán prepara su sonajero en la época inmediatamente posterior a su iniciación, cuando empieza a tener una mayor compresión de los espíritus y su diseño final tiene más que ver con sus ideas y sensaciones que con lo antes descrito. Aún cuando la estructura del sonajero es siempre la misma, le añaden algunos elementos que personalizan el sonajero y definen la mayor o menor afinidad que existe entre el chamán y los espíritus que más proclives son a acudir a su llamada: Así, atarle unas plumas ayuda a convocar espíritus animales aéreos o espíritus del viento, unos cráneos de lagartija permite expulsar más fácilmente reptiles peligrosos, añadirle unas cuentas de cuarzo permite invocar más fácilmente a los espíritus de la tierra, etc.
Existen algunas particularidades según la raza respecto a los sonajeros:
Los dwandir utilizan palos de media vara o más e incluyen en el interior de la tripa muchas veces pedazos de ámbar. Los verdaderamente poderosos, incluyen una piedra de ámbar, que atrae de manera más precisa a los espíritus. Reciben el nombre de "báculos" (Nota de juego: permiten realizar el ritual un nivel de dificultad menor del que sería si se usara un sonajero normal).
Los drak los hacen enteramente de materiales provenientes de reptiles, los fémures de raptordraks, la vejiga de un varano, los huesecillos de una lagartija, etc. Esto les permite una mayor afinidad con los espíritus animales y los reptiles de Pangea (Nota de juego: Permite que las invocaciones y llamadas de animales reptilianos, ya sean espíritus o animales físicos, con dos dificultades menos de lo normal. Sin mebargo, no funciona con animales como el sulardrak, el raptordrak o el tricornodrak).
Las arwan utilizan sonajeros decorados con plumas y pinturas, en representación a los espíritus del viento, lo que les permite una mayor facilidad controlando el viento o a las aves (Nota de juego: Reduce un nivel de dificultad para los rituales que impliquen espíritus del viento o control o invocación de aves. No funciona con los rocs).
Los gardan no usan sonajeros. En su lugar, hacen cubiletes con piedras huecas y les añaden huesecillos, y los lanzan al suelo leyendo los augurios.
El resto de sonajeros ayudan en mayor o menor medida a los rituales de los chamanes, facilitando su ejecución y éxito (Nota de juego: los sonajeros normales añaden un modificador negativo a la tirada de ritual, facilitando el éxito, a discreción del director de juego, pero normalmente nunca menos de uno y nunca más de cinco).