Número: 52. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
"¡Uauhh! ¡Es como un aerotaxi pero eficientemente robótico!" - Cliente anónimo
Los robotaxis son una visión extremadamente común en casi todos los planetas civilizados de la galaxia. Fueron inventados hace tantos siglos, tal vez incluso milenios, que ya nadie recuerda dónde aparecieron por primera vez (aunque los historiadores están de acuerdo en que debió ser en un planeta humano). Sea como fuere, el diseño original ha sido copiado cientos de veces en otros planetas, de modo que actualmente resulta imposible intentar averiguar a quién pertenece la patente. Afortunadamente esto resulta innecesario, ya que en el año 2588 dV., tras varios miles de denuncias cruzadas entre cientos de compañías que en ese momento fabricaban aerotaxis a lo largo y ancho de toda la R.F.P., el Consejo Supremo Intergaláctico de Justicia tomó una decisión salomónica: liberar la licencia de construcción. Por este motivo, hoy en día cualquiera puede fabricarlos libremente.
Los robotaxis son, simple y llanamente, aerodeslizadores controlados por una IA que los conduce e interactúa con los pasajeros. Existen decenas, tal vez cientos, de modelos, pero todos suelen tener espacio para entre dos y seis pasajeros. El siguiente es un modelo típico diseñado por Grupo Móvil Radiant.
El QD-RTX es un pequeño aerodeslizador cerrado. En realidad no es más que una adaptación del popular QD-4 de GMR (ver página 80 del TCM) a la industria de los robotaxis. Al igual que el modelo en el que se inspira, es un vehículo extremadamente robusto y goza de gran autonomía.
El QD-RTX puede transportar con comodidad a dos pasajeros y unos 120 kg. de carga a una velocidad máxima de 100 km/h (aunque normalmente la velocidad de crucero es la máxima legal establecida para el planeta en concreto) con un techo de vuelo de 750 m. de altitud. La autonomía de sus baterías es de algo más de 24 horas de funcionamiento continuo. La recarga de las mismas puede llevarse a cabo conectándose a una red de energía estándar.
Los robotaxis precisan del modium del pasajero para funcionar. Tras entrar en el vehículo, debe insertarse el modium en una ranura para que la IA que controla el vehículo cierre las puertas e inicie la rutina de trayecto. En ese momento pregunta al pasajero cuál es su punto de destino. Si el remanente de saldo del modium del pasajero no fuera suficiente para pagar su viaje hasta el destino, la IA le avisa educadamente de la circunstancia. Pese a todo, si el pasajero insiste, el robotaxi se pondrá en marcha hacia su punto de destino. Cuando quedan menos de cinco estándares en el remanente del modium la IA avisa de nuevo al pasajero. Si el saldo llega a cero, el robotaxi cambia de rumbo y se detiene en la estación de transporte público más cercana, o a un máximo de 5 km. de distancia, lo que esté más cerca. El pasajero tiene entonces la opción de insertar otro modium y continuar viaje hacia su destino.
La IA de pilotaje que controla el robotaxi está programada para no violar las normas de tráfico del planeta. También suelen estar conectadas a una IA central, situada en la empresa de robotaxis, la cual puede tomar el control del vehículo en cualquier momento. La habilidad de Conducir de esta IA es de 12, aunque además de ocuparse de controlar el vehículo realiza también otras funciones: durante el trayecto el pasajero recibe publicidad específicamente seleccionada para él (en función de parámetros como cuál es su raza, sexo, edad aproximada, cantidad de remanente de dinero contenido en el modium insertado, etc.). Otras IAs son capaces de dar conversación al pasajero si éste lo desea, incluyendo gran variedad de temas (política, deporte, etc.).
Las tarifas de los robotaxis varían bastante de planeta en planeta, pero suelen rondar el estándar por cada 10 km. recorridos o fracción, aunque muchos tienen una tarifa mínima que puede ir desde 5 a 10 estándares dependiendo del tipo del recorrido. La ausencia de pilotos orgánicos y su actividad cuasicontínua permite abaratar los precios. Algunas empresas del ramo ofrecen la contratación de un servicio que incluye un pequeño dispositivo GPS que permite llamar a un robotaxi desde cualquier lugar con solo apretar un botón.
El precio de fábrica del QD-RTX es de 20.000 estándares.